-4- ¿Sigo soñando?-

- ¿Está muerta? - oí una melodiosa voz de chica preguntando aquello.

- No, Sio- respondió una voz de chico con fastidio, al parecer no era la primera vez que preguntaba aquello- escucha su corazón.

- ¿Puedo chuparle la sangre? - preguntó otra voz de chico.

- ¡No! - exclamó esa voz, que reconocería hasta muerta.

- ¿Ni una orejita?

- Aléjate de ella, idiota- y acto seguido se escuchó un chasquido, una risa, un siseo y un gruñido.

- Vale, vale me alejo, caray que genio.

- ¿Dónde está la enfermera? - preguntó una voz un poco más ruda- ¿Ordeñando vacas? - pero no hubo respuesta, porqué abrí los ojos. Y no había nadie.

Estaba sola acostada en la camilla, arropada hasta el pecho, solo se escuchaba el zumbido del aire acondicionado, suspiré, si me había desmayado delante de todos, lo peor es que perdí el maldito 10% que tonta y débil; para colmo imagino voces, es oficial...Yarvet me volvió loca.

- ¡María Antonieta De las aguas Rojas! - reí levemente, Ted corría hacia mi como loco- ¡Casi muero de nuevo cuando una chica de mi curso comentó que la humana estaba en la enfermería! - se materializó completamente y me abrazo dándome besitos en toda mi cara.

- Basta, Ted- reí

- Ño- dijo infantil- casi eres comida para vampiros, lobos, demonios, y...

-Exagerado- rodeé los ojos.

- No exagero nena, Simon te trajo en brazos hacia acá, pero ni delicadeza tuvo el muy idiota, casi hasta te choca la cabeza contra el pecho de la realeza.

- Guau, no sé qué decir...¡Espera...¿La realeza?! ¿ESA realeza?- Ted asintió. Carajo...-Una pregunta... ¿Por casualidad Simón estaba...acompañado?- pregunté alejando a Vladimir  de mis pensamientos.

- ¿Qué? ahora eres vidente cuando te desmayas- se burló- Sí, estaba con todo su grupo que lo siguieron hasta aquí, hasta sus amigos demonios, ya sabes, Nandak y Nanzel- asentí, sabía quiénes eran veía artes con Nanzel- Y obvio, su hermana la temeraria, la señorita problemas Siomar Diatlov. Te lo digo esa chica en un bellezón, pero carajo que da miedo, más cuando te mira con hostilidad.

O sea, que no solo había hecho el ridículo con los de la clase y con Simon, sino que también con sus amigos y hermanos, y no solo eso, gracias a mi debilidad, el idiota de Simon casi me hace papilla contra  Vladimir. Enserio que era un jodido caso perdido.

La enfermera, una Valquiria de mediana edad, cabello rojo intenso y ojos azules como los míos, entró y me sonrío acercándose.

- ¿Cómo te sientes?

- Un poco mejor la verdad-La enfermera asintió.

- Tómate las cosas hoy con calma, te haré un justificativo para que lo valides en secretaría cuando te marches, descansa, toma mucha agua y duerme un poco cuando llegues a casa, Y por favor, dile a tus amigos que, para la próxima, el clóset no es un buen escondite...más si dos pesan 105kg.

Se marchó cerrando la puerta tras de sí y Ted y yo miramos al abollado clóset, mi corazón comenzó a bailar.

- Simon...sal, sé que estás dentro del clóset.

- Corrección mon cher- busqué su fantasmal voz como boba- aquí arriba- miré hacia el techo y lo vi sentado en posición de loto, sonreía como niño pequeño de cabeza con su alborotado cabello flotando en el aire- estuve todo el tiempo en el techo. ¿Sorprendida?

- No....-mentí- más cliché y brillas- Él me fulminó con la mirada y un coro de risas inundó la habitación.

- ¡Paw, in da' face! - Exclamó Ted

- Y colocamos agua fría en la zona ardida- Dijo Samuel riendo

- ¡Turndownforwhat! - grito Eric- tututututuu- comenzó a bailar ridículamente

- isss, eso dolió- Sebastián hizo un gesto.

- salvaje- dijo Adhemar.

- ¡uhhh! - exclamaron los gemelos demonio

- Esta humana me cae cada vez mejor- rio Siomar.

Al minuto me vi rodeada de los amigos y hermanos de Simon, él bajó del techo y se sentó a los pies de la cama en la misma posición fulminándome con la mirada divertido.

- ¿Ves lo que ocasionas, María? - me reprochó con burla.