-10- Esto es demasiado-

María.

Flashback.

Camine por los pasillos con molestia, había lavado y secado la ropa de Vladimir como agradecimiento, pero de solo recordar ese beso hacia que quisiese lanzar sus trapos a la basura. ¿Cómo se atrevió? Sabiendo que había gente mirandonos, de seguro Simon y Astharot, ya se habían hecho ideas sumamente equivocadas con el beso y con nuestras fachas, que tampoco ayudaban en nada.

Buscaba a Vladimir por todos lados pero nada que lo conseguía, así que con desgana, me dirigí hacia sus amigos, le toque el hombro al coreano y este me volteo a ver confundido.

- ¿Sí?

- ¿Sabes donde puedo conseguir a Vladimir? es que...- mordí mi labio- necesito darle algo.

- ¿Qué carajos pasa con Vladimir hoy?- comentó de pronto- No, no sé donde esta, tal vez Simon te diga, pues él lo estaba buscando hecho una bola de furia hace algunos minutos. Hasta un demonio parecido a Simon lo buscaba.

Ay no...

- ¿Simon?

- Sí, Simon- respondió con obviedad- ¿Te encuentras bien, humana? De pronto estás pálida.

- No es nada, gracias.

De inmediato comencé a correr como loca tropezandome con todos y abriendome paso a la "fuerza"

-¡Oye idiota, fijate!- me chillo Olivia al empujarla contra una de sus amigas.

-¡Lo siento!- en realidad no.

Busque y busque casi que por todos lados, hasta llegar a la cancha techada de basket y allí los vi.

Simon tenía a Vladimir contra el suelo lastimandolo, y por el aspecto de ambos, tenían rato en esa pelea.

- ¡SIMON BASTA!- grité histérica-Corrí hacia ellos y como pude lo quite de encima de Vladimir- ¿Estas demente o que mierda te pasa?- le recriminé

- María...- dijo Simon tratando de captar mi atención. Pero no lo logró, estaba realmente enojada, esto era demasiado.

-¿Estás bien?- Le pregunté a Vlad ignorando a Diatlov por completo.

Sabía que si miraba a Simon me iba a descomponer y correría (metafóricamente), a lamerle las heridas como la pendeja que soy.

Él asintió y ambos chicos se levantaron del suelo, suspire derrotada y bastante enojada ahora con Vladimir, verle su carota albina me hizo recordar el estúpido beso.

Mordí mi lengua tratando de no lanzarle sus mierdas frente a Simon, pues empeoraría mas la situación y le daría pie a sus falsas ideas. En cambio, les dedique a ambos una mirada envenenada.

- Maduren- espeté, para dar media vuelta e irme.

- ¡María!- Exclamó Simon nuevamente, y mi corazon se encogió. Mordí mi labio y solo me límite a verlo de reojo, porque si en verdad lo miraba, me iba a desmoronar como tonta.

- Alejate de mi Simon, hablo en serio- dije con firmeza. Pero era mentira, lo necesitaba y eso me cabreaba de sobre manera.

Me fui sin mirar atrás tragandome las ganas de volver por el y llevarlo a la enfermería, solo para que me diga mas mentiras y caer como idiota.

Y ahora... En algún momento sentía que mi cabeza iba a explotar del disgusto, Simon no tenía ningún derecho de lastimar a Vladimir, él todo lo que hizo fue ayudarme en mi etapa de borracha estúpida.

- Pero miralo desde el punto de vista de Simon- comentó Ted apoyado de brazos cruzados en el casillero de al lado. Él ya estaba al tanto de todo- Tú le atraes, o al menos esta obsesionado contigo o no sé.

- Es que ni así, Thederson- revise mi casillero haciendo espacio- él y yo no somos absolutamente nada, ni siquiera somos amigos, solo un par de estúpidos conocidos. Ese no es el Simon que conozco. Lo siento, pero no tiene justificación.

Revise mi mochila para sacar los cuadernos que no utilizaría y vi la ropa de Vladimir, suspire aún mas enojada.

Estaba agradecida con él, claro que si, pero estaba más enojada por aquel beso que terminó de explotar el problema. Después de clases le entregaría su ropa antes de enserio tirarla al container.

Menos su camiseta de cuadros, me gustaba mucho su camiseta... Así que tal vez me la quede.

Sí era una cleptómana con la ropa de chico. Denme cadena perpetua que soy culpable.

- Esa es...

- Sí.

- Pensé que se la habías dado ya.

- No quería que Simon se comiera aún mas la cabeza con todo este asunto.