Thederson.
- Yo...Yo morí en Yarvet.
María con lágrimas en los ojos me abrazó sin importarle el hecho de que ella me traspasaba.
Yo solo me materialice para darle el gusto de abrazarme con fuerza, pero no podía reaccionar, los recuerdos de mi muerte me carcomían cada noche desde que ella comentó sobre Lisandro y el porque no estábamos juntos aún.
Sí tan solo lo supiera...
- Dime la verdad Teddy- pidió con dulzura y con lágrimas recorriendo sus regordetas mejillas- ¿Cómo pudiste morir aquí?
Yo suspiré mi frío aliento. No quería decirle, no quería infundirle temor y mi promesa de protegerla se iría al caño, pues la conocía demasiado y sabía que al terminar de hablar con ella, se iría y le haría frente al culpable.
- Primero prométeme que después de escucharme, me dejaras solo y no haras ninguna maldita tontería- la miré con seriedad frunciendo mi ceño, dándole un poco de miedo- ¡Prometelo!
- Te lo prometo, pero por favor Ted, explícame.
Asentí...ya era hora de que lo supiera.
- Acompáñame. Te lo mostraré.
Me bajé del marco de la ventana y en silencio comencé a flotar seguido de ella, salimos de esa habitación y nos dirigimos hacia la habitación principal...la habitación en donde todo ocurrió.
Tome el pomo y antes de abrir la puerta la mire con nervios.
- Por favor...no grites- le advertí- tú querías saberlo de todos modos.
Abrí la puerta y le mostré la escena, todo seguía igual. Mi sangre estaba desparramada por toda la habitación, pero un cuerpo ajeno seguía delineado con tiza chamuscada en el suelo enegrecido, la escena de lucha seguía intacta, al igual que las partes quemadas y algunas cenizas esparcidas por el suelo. Mi pecho se encogió.
Un gemido salió de la boca de mi María, para luego romper en llanto desconsolada.
- ¡Oh ted!- se lamentaba-¡Mi Teddy, ¿Quién te hizo esto?!
- Baltazar Black...el mejor amigo de Astaroth, y Astaroth, me convertió en esto- me señalé- en un asqueroso poltergeist.
-¡¿Astharot?!- exclamó escandaliza- ¿Cómo? ¿Cuándo?- Ignore sus preguntas, pues la ira de nuevo embargaba mi ser, María comenzó a llorar más fuerte y se abrazó a mi pierna, le acaricie la cabeza, me solté de sus manos y me senté a su lado.
- Era un humano como tú cuándo llegué aquí en el 2017 y no era el único, 200 humanos habíamos sido elegidos para mezclarnos con los seres sobrenaturales. Yo no lo podía creer, Dios...todo era maravilloso- hablaba con voz sería y tenue, recordar mi vida humana me dolía más que recordar mi muerte y el motivo- Me sentía extraño y de alguna forma emocionado, pues las historias con las que crecí eran ciertas.
" No te haré el cuento largo, pues no quiero aburrirte, así que saltaré a la parte en la que lo conocí. Era el 5 de septiembre, las clases habían empezado y por fin después de un largo mes de espera, por fin podía interactuar en clases con esos seres maravillosos- reí con amargura- Conocí a Juno ese mismo día, él era mi mejor amigo junto con Donna, mi mejor amiga humana.
Los días y los meses pasaron, me sentía en verdad agusto, porqué de alguna manera, sentía que encajaba, ya que Astaroth y su hermano Lisandro, se habían unido a mi grupo de amigos...
- ¡¿Qué?!- me interrumpió María atónita- Pero esos dos ni se parecen. Pensé que solo Claudia era hermana de Astaroth.
- ¿La conoces?
- No- bajó la mirada- Astaroth solo la mencionó pues ella me tomo una foto el día del mal entendido con Vladimir. Pero eso no importa.
Asentí y seguí contándole todo.
- Bueno, está demás decirte, que quedé enamorado perdidamente de Lisandro, pero él...- sonreí con amargura- me hacía aún lado, no me daba bola y solo me hablaba por cortesía cundo compartíamos con el grupo.
Juno me confesó que era por Baltazar, su en ese entonces muy abusivo novio. Baltazar lo golpeaba cada vez que lo veía conmigo y por eso, Lisandro decidió alejarse completamente de mi. Él pensaba que Baltazar sangraba por él y él sangraba por Baltazar- reí con ironía, pues era todo lo contrario- Pero más temprano que tarde, se dió cuenta de que en realidad, Lisandro sangraba por mi.
- Tú eras su rayo.
- Veo que estás bien informada- suspire- Y sí María, yo soy su rayo, pues él sigue sangrando por mí.
" Pero Baltazar me odiaba, estaba celoso de que Lisandro, su dulce demonio sangrara por un humano...un asqueroso, débil y estúpido humano. Hipócrita- espeté- porque él no sangraba por Lys, él sangraba por...- callé un momento, le enjuague algunas lágrimas de sus mejillas y seguí hablando- así que la noche del 31 de octubre, la irónica noche de brujas, Baltazar Black vino a este casa a enfrentarse conmigo, pues Lisandro dos días antes lo había dejado, claramente por mi.
" Él se puso como loco cuándo comenzamos a discutir, lo acepto, en parte fue mi culpa pues lo había llevado al límite, entró en fase y me atacó.
Mal herido corrí hasta esta habitación, con la idea de escapar o pedir ayuda a gritos, pero Baltazar me siguió, me tomó por el cuello, gritando que me alejara de su chico, forcejeamos, me defendí...- mis lágrimas ahogaron mi voz y María me abrazó- pero no podía contra él...era un demonio, por Jesús en la cruz.
Baltazar me tenía atrapado entre sus zarpas, estaba mal herido, mis piernas ya no respondían ya que él había destrozado la columna, pero la herida mortal, fue cuando con sus cuernos atravesaron mi cara, matandome enseguida. Le mostré mi verdadero rostro destrozado por los cuernos.
María se separó de mi horrorizada.
- Astaroth llegó tarde, estaba desesperado, pues no quería que su maldito mejor amigo fuese expulsado, mucho menos castigado, así que lo llevo fuera de la casa, lo limpió en su trance y luego lo calmó.
Astharot, salió y mató a un chico de mí misma altura, quito mi cuerpo y delineó el cuerpo del chico con tiza, dando a entender, que los guardias del campus ya habían intervenido. Quemó el cuerpo del chico y mi cuerpo lo saco de aquí hasta los jardines prohibidos, donde lo enterró.
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Editado: 23.09.2020