Amor Prohibido

Capítulo 23

CAPÍTULO 23

Emily Miller Bruce

República Dominicana 

4 años antes 

Las olas chocan entre sí, provocando que pequeñas gotas de agua caigan sobre mí, no puedo evitar temblar al frío tacto del agua. 

La noche está fría y oscura, el viento es fuerte provocando un oleaje bastante pesado. 

-Megami entra, está haciendo frío y te resfriaras. 

No respondo nada solo veo hacia la nada. 

Hoy hace dos años que dejé mi hogar y mi familia, y todo por un error, uno que jamás debí conocer. 

Megami! Se aproxima una tormenta entra ahora. 

No tengo otra opción que ir adentro, cuando llegó hasta Raiden él me envuelve en sus brazos para darme calor, y ante su tacto cierro los ojos. 

Tenemos un año juntos, debo admitir que nuestra convivencia no es la peor pero tampoco la mejor. 

-¿Qué hacías afuera? 

-Nada, solo pensaba. 

-La pequeña Dai está durmiendo, ya dijo su primera palabra. 

-¿Qué? ¿Cuál fue? 

-Aka

-¿Rojo? 

Él asiente, y no dice nada más. 

Yo solo puedo pensar en la razón por la cual la primera palabra de mi hija fue rojo en japonés. 

Es normal que su primera palabra sea en japonés ya que nació allá, viven con japoneses, y todos hablan japonés, lo que no entiendo es porque un color. 

-Megami tenemos que volver a Japón, tenemos un par de problemas que debemos solucionar cuanto antes.

-No puedo ir contigo, tengo un asunto que arreglar antes en Las Vegas, ve tú con Dai. 

-¿Emily qué piensas hacer? 

-Raiden yo no me meto en tus asuntos, así que por favor tú no te metas en los míos.

-Bien, solo no cometas una estupidez, recuerda que tu ya estás muerta para el mundo entero, y trata de volver con vida, cuándo regreses tenemos que hablar. 

Esas últimas palabras me ponen los nervios de punta, pero no lo demuestro; solo asiento y voy hacia la habitación de Dai, y la contemplo, cada vez se parece más a él, y eso hace que la ame aún más. 

Me acerco hasta mi pequeña guerrera y beso su sien. 

Papá decía o dice que tener una debilidad nos hace débiles, y le creo, porque cuando se trata de Dai yo me vuelvo débil ante ella y ante el mundo. 

-Mi pequeña guerrera, la tormenta pasará y la calma vendrá, no te preocupes te voy a proteger y él también lo hará, eso lo sé, muy pronto nos veremos pequeña. 

Voy hacia la habitación en la que me he quedado por estas semanas y empaco lo necesario, cuando ya tengo todo listo salgo de la habitación. 

-Emily espera. 

La dura voz de Raiden hace que me detenga. 

-¿Qué sucede? 

-Ten las llaves de mi apartamento, cuídate. 

-Gracias, y lo haré, ella más que nadie me necesita. 

Él asiente y yo salgo, subo a mi Mclaren rojo, y tomó rumbo hacia uno de los aeródromos privados de Raiden. 

Necesito llegar a Las Vegas, e ir a su casino, necesito saber qué fue lo que en realidad pasó ese día. 

Cuando llegó no veo el Jet de Raiden, solo veo el mío, el que me regaló Raiden por mi cumpleaños número 19, es un private Jet price color rojo mate. 

Al bajar de mi auto veo a una azafata, ella le hace señas a unos hombres para que bajen mis maletas. 

-Señorita sígame por aquí. 

-Mi auto… 

-Su auto será llevado a Japón, en Las Vegas tendrá a su disposición 10 autos de diferente marca para que escoja el que más le guste, cortesía de su esposo. 

Asiento y entró al jet sin decir nada más. 

Cuando entré todo estaba impecable como me gusta, en mi asiento había un vaso de vodka con hielo, un par de revistas de moda, autos y motos. 

10 horas después. 

-Señorita ya vamos a aterrizar. 

Me despierta la misma azafata, que estaba en el Aeródromo, yo solo asiento en su dirección, y ella sonríe. 

-Hey - Ella me voltea a ver - ¿Cuál es tu nombre? 

-Isabella, pero puedes llamarme Bella. 

-Isabella te doy un consejo. 

-Claro señorita dígame - Me dice con una sonrisa. 

-Debieras dejar de trabajar como azafata para la Tríada. 

-Señorita yo no trabajo solo para la Tríada. 

Ella se va, dejándome con una gran duda. 

Si no trabaja solo para la Tríada entonces eso significa que es una espía. 

Pero bueno a mi me da igual si es o no una espía. 

Cuando aterrizamos está haciendo un calor infernal, y como dijo Bella, hay diez autos de diferentes marcas. 

Hay un Nissan GTR negro, un Bugatti Veyron vino tinto, un Lamborghini Aventador Coupé naranja, un Koenigsegg CCX azul, un Ferrari Enzo amarillo, un Pagani Zonda rojo, un Audi R8 dorado, un Cámaro SS blanco, un Ford Mustang GT plateado y un Ferrari 612 Scaglietti rosado.

Entre todas esas bellezas me decido al final por el Pagani rojo, es demasiado… perfecto. 

-Buena elección señorita. 

-Gracias Bella, espero vernos pronto. 

-No lo creo señorita. 

Ella se sube a una camioneta negra y yo me subo a esa belleza. 

En eso recibo una llamada de nada más ni nada menos que de Raiden. 

-Era de esperarse que escogieras el Pagani Zonda color rojo, ahora entiendo porque la primera palabra de Dai fue Aka

-¿Yo sigo sin entenderlo? 

-Megami, literalmente nuestra casa es toda roja con negro, no me extrañaria si su siguiente palabra fuera Kuro. 

No puedo evitar reír ante sus estupideces. 

-Claro que no fue por eso 

-¿Ah no? Megami eres tan predecible, la irás a ver a ella verdad. 

-No se de que me hablas. 

-Bien, hablamos luego cuidate Watashi no joō. 

-Lo mismo te digo Watashi no ō. 




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