Capítulo 24

CAPÍTULO 24 

Alexandra Miller Bruce 

Hora 0 

Han pasado cinco días desde que estoy ayudando al bueno para nada de Maximiliano, pero ya estoy harta de que los demás me vean con desconfianza y odio, necesito ganarme la confianza de todos aquí, el problema es que no se como.

-¿Qué piensas hacer?

-Malditas seas Liss estoy pensando, no seas intensa.

Estoy estresada, estoy empezando a tener ansiedad, llevo días sin fumar o probar un poco de droga, y eso me nubla el pensamiento.

-¿Hace cuanto? 

Se a lo que se refiere, evitó mirarla a los ojos, odio ver esa mirada de desilusión que debe tener en este preciso momento.

-Un año.

-Es más tiempo Ale te conozco.

-Bien, nunca lo deje, eso querías oír, nunca deje la droga, ni por ti, ni por Mike, ni por mamá o papá, incluso por Emily, ya dependo de ella, y no creo poder dejarla.

Es la primera vez en años que lloró, y se siente tan bien, poder soltarlo todo, poder desahogarme.

-Ya me canse de ser fuerte, de aparentar que nada me lastima, que todo me vale, estoy cansada Liss, ya no puedo, no más.

Lloró como nunca, me abrazó a mi misma, y lloró, Liss se sienta a mi lado y me abraza y yo a ella.

-Todo va a pasar Ale, todo va estar bien, después de que tu y yo estemos juntas todo va a estar bien, jamás te voy a dejar caer, en cuanto volvamos a casa te ayudare a que dejes tu adiccion, eres muy joven aún como para dañarte de esa manera.

-Te quiero -Susurro, y la abrazó más fuerte.

-Yo también te quiero Ale.

-Necesito volver a la organización, pero primero debo deshacerme de Maximiliano debo hacer algo con lo que lo pueda manipular a mi gusto, algo que lo  lastime tanto que no piense antes de actuar. 

-Ale lo que sea que estés pensando no lo hagas, porque aunque no lo quieras vas a salir lastimada.

-Van a ser daños colaterales, solo necesito vengarme.

-Alexandra Miller Bruce -Pronuncia mi nombre con tristeza- Te estas dejando llevar nuevamente por la sed de venganza, la última vez no te dejo nada bueno, solo te digo que pienses mejor lo que vas a hacer.

-Yo sé lo que hago Liss, no te preocupes por mi, voy a estar bien 

“Siempre lo he estado” aunque se que me estoy mintiendo, he fingido demasiadas veces estar bien cuando lo único que quiero es desaparecer, cuando lo único que he querido es ser nuevamente aquella niña de 4 años, cuando su única preocupación era jugar, cuando su única preocupación era que su padre se sintiera orgulloso de los dibujos familiares, pero esa niña murió.

-¡Alexa! -Salgo de mi transe.

-¿Qué pa…

Antes de seguir hablando unos disparos se escuchan a lo lejos, veo a Liss y en sus ojos transmite miedo.

-¡Busquen a Alexandra y pongala a salvo! ¡AHORA! 

La impotente voz de Maximiliano se escucha al otro lado de la puerta de Liss, Liss está en shock, El Triángulo tiene bastantes enemigos que también son nuestros enemigos, y pues lo más posibles es que tengan un 2x1.

Decido escabullirme de la habitación de Liss no sin antes haciéndola prometerme que se ocultara o buscara a Arturo, él es el único capaz en este momento de protegerla, se que ella sola puede pero serian quien sabe cuantos contra uno.

Cuando creo estar a salvo veo a alguien vestido totalmente vestido de negro, y lo reconozco es de la organizacion “Leones Oscuros” un nombre para nada original y para nada cool, osea “Las Aguilas” Tampoco es un nombre cool, pero es mejor que el de ellos.

Y…

-Idiota no te han dicho que no debes golpear a una mujer. -El no responde y yo solo estoy furiosa, él se acerca y yo retrocedo por inercia, el hace una maniobra y en menos de un pestañear me tiene en sujeta en sus brazos.

Siento un chuzón en mi cuello, de la nada empiezo a ver borroso, antes de caer inconsciente, lo veo y sus ojos, son azules como el mar, son unos ojos azules bastantes intensos y unos muy familiares.