CAPIULO 4 EL ENCUENRO

Cuando entraron el rey estaba sentado junto con otros demonios que era sus consejeros.

Rey d:” ¿y?” pregunto cuando entraron

Así que caminaron hasta que estuvieron cerca y cuidadosamente dejaron a los tres en el suelo. Y Amón le conto lo que paso.

Rey d:” ya veo eso me da ventaja júntalos a los tres así completo la transformación”.

Y así lo hizo después de lo que parecieron horas la transformación de los tres se completó.

Rey d:” llévenlos una habitación con dos camas, junto con una cuna y me avisan cuando despierten” les ordeno a unos sirvientes que enseguida obedecieron.

Horas más tarde

Se podían ver los cambios en los tres.

Los pelos de tres se oscureció junto con los ojos los de Amón se volvieron azul oscuro, sus caras se volvieron más serias, y la de Baal perdió todo inocencia.

El primero en despertar fue Baal que al no reconocer donde estaba o donde estaban sus hermanos empezó a llorar.

Despertando así a Amón que con enojo fue a ver qué pasaba, pero entonces se dio cuenta que no sabía dónde estaba así que agarro una almohada y se la tiro a Mammon, y fue agarrar a Baal.

Mammon se despertó enseguida cuando sintió la almohada y de dio cuenta que no estaba en su casa miro la habitación buscando a sus hermanos y los vio a los dos sentados en otra cama.

Así que se paró y se sentó en la otra cama

Mom:” donde estamos “exigió observando a sus hermanos por cualquier herida

Mon:” no se lo último que recuerdo es llegar a casa con ustedes y después gritos” dijo enfadado porque el otro le exigiera cosas que ni el sabia

Mom:” está bien no tienes por qué enojarte tanto” dijo exasperado

Amón estaba por decir algo cuando la puerta se abre.

Enseguida los dos se paran con Baal en los brazos de Mon.

El que entro por la puerta era un hombre que expresaba maldad por todos los lados tenia ojos negro más negros que los de Mammon su pelo negro que se mesclaba con la oscuridad su piel era un blanco bien pálido, vestía con un saco negro y unos pantalones igual de negros y en su cabeza estaba una corona de oro real con tres rubíes en las puntas. En el saco estaba un escudo en forma de ceberos (un perro de tres cabezas) hecho también de oro.

Los tres de congelaron al verlo y al ver la corona se pusieron de rodillas.

Rey d:” tranquilos no les hare nada parecen y siéntense “les ordeno mientras se acercaba una silla a la cama.

Mom:” quien eres y que quieres de nosotros” pregunto una vez sentado con sus hermanos atrás suyo y el enfrentando al rey.

Rey d:” yo soy el gran rey de los demonios pero ustedes me pueden llamar Abraxas” les dijo con aires de grandeza “y que están haciendo ustedes fácil, ustedes son mis herederos”

“nosotros somos tus que” dijeron los dos realmente sorprendidos y Baal no dijo nada porque no entendía lo que estaba pasando.