Amor prohibido

Capitulo 23

Eran besos, caricias y deseo, nos entregábamos el uno al otro, palabras dulces y que ambos nos demostrábamos esto tan fuerte que estaba creciendo cada día más.

 

Nos vemos interrumpidos por el toque de nuestra puerta.

- No abras nena- Me pide y yo obedezco por que no quiero alejarme de el y menos en este momento pero vuelven a tocar y no queda más que separarnos. Me levanto y busco mi bata para salír a abrir mientras Arturo se queda muy cómodo en mi cama viéndome.

 

-Que lindas vista nena- Yo me ruborizo e inmediatamente me coloco la bata para ir abrir, al abrir me encuentro con la recepcionista.

 

- Buen día, perdone la molestia sólo le vengo a informar que las personas que ustedes estaban esperando acaban de llegar para reunirse con ustedes dentro de 30 minutos.

-Muchas gracias ahí estaremos.- Ella se va y miro hacia la cama donde Arturo ya está vestido.

Me acerco hacia el y me toma de la cintura para sentarme en su regazo.

-No sabes cuán arrepentido estoy de que esto se allá visto interrumpido nena- Dice besándome el cuello.

-No te preocupes entiendo perfectamente, tenemos cosas que hacer,así que hay que alistarnos para la reunión- Digo dándole un beso.

 

-No creas que esto se ha acabado así nena, me gustas y te deseo- Muriendo lento al saber eso le doy un beso lo cual se convierte en uno muy apasionado lleno de deseo pero por obvias razones nos tuvimos que separar. 

Me levanto de su regazo y acto seguido el se levanta lo acompaño hasta la puerta. -Vengo por ti en 30 minutos cielo- Me derrito al escuchar aquel apelativo y sólo asiento con la cabeza y se va.

 

Ya sola empiezo analizar lo que estuvo apunto de pasar en menos de 10 minutos, no me arrepiento de ello pero el aún no sabe que soy virgen y se que eso no es un obstáculo pero me da vergüenza que se entere de ello, olvidándome de aquel tema me dispongo arreglarme.

 

Optó por hacerme una trenza francesa y voy hacia el armario para decidir que ponerme, optó por un pantalón ancho rojo y una blusa blanca escotada y mis sandalias rojas, me pongo mis arracadas y un collar y dispongo a maquillarse muy sutilmente. Polvo, delineador, rimmel, blush y un labial rojo quemado y estoy lista para irme.

 

Tomó mi bolso y en el guardo mi celular mi labial y otras cosas mas, tomo los papeles para dicha reunión y salgo de mi habitación para la sala de juntas del hotel. En mi andar me encuentro con Arturo que me mira de pies a cabeza y se acerca hacia mi.

 

-Hola señor Arturo ¿Necesita algo?- Digo con un tono de diversión a lo cual el me ve y sonríe.

 

-De usted todo, pero hubo dicha interrupción y no pude continuar con ello- Dice siguiendo este juego y no puedo evitar sonreír.

 

-Ya habrá tiempo para que concluya con ello, mientras tanto andando que se nos hace tarde y Arturo nunca llega tarde a una reunión.-Digo esto último riendo y el hace lo mismo.

 

-¿Que voy hacer con usted señorita? Es usted una caja de sorpresas.- Me sonrojo y nos dirigimos a la importante Rey Unión por la cual se hizo este viaje.

 

Al entrar a la sala de juntas ya están todos ahí reunidos sólo falta vamos nosotros, me hace una seña de que entregué los papeles que traigo en la mano a cada uno y me pongo a ello mientras el explica sobre lo que ahora me vengo a enterar es para construir un hotel y ver presupuesto y precios para ello, tomo asiento y me coloco mis gafas enciendo la computadora y me pongo anotar todo lo que Arturo me pide.

 

Así estuvimos una hora a lo cual dicha reunión ya estaba por concluirse.

 

-Bien señores esto es todo por el día de hoy, mañana si es posible vamos a ver el terreno y empezar con esto, cualquier cosa me lo hacen saber a mi o Aurora- Los socios se acercan y conversan un poco con Arturo mientras yo me dedico a dejar organizada esta sala, me retiro las gafas y estoy por salir pero la voz de el me detiene.

 

-¿Aurora?-Me giró y el me observa detenidamente al igual que sus socios.

 

-¿Si?-Pregunto esperando una respuesta por su parte.

 

-Aún no he dicho que puede retirarse-¡¡Que acaba de decir!! Mantengo la calma y respondo lo más tranquila posible.

 

-Lo siento... No pensé que se le ofrecería algo más- Digo ante la mirada de todos,veo que piensa lo que va a responder.

-De acuerdo, puede irse- Bien digo para mis adentros.

-Perfecto señor, con permiso señores-Digo a modo de despedida y salgo de ahí.

Muero de hambre así que me dirijo a uno de tantos restaurantes que se encuentran en este hotel, todo es tan hermoso que aún no me creo que me encuentre aquí.  Entro a un bello restaurante y se acerca el hostess.

-Bienvenida señorita ¿En donde le gustaría sentarse? tenemos espacio aquí o si gusta en la terraza-. Medito unos segundo y opto por sentarme en la terraza.

-Perfecto señorita, si es tan amable de seguirme, por aquí por favor. Dice yendo ella adelante de mi y la sigo, me guía a la terraza y desde ya me enamore de la vista, desde donde estoy se ve el mar y esta vista es simplemente fabulosa.



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En el texto hay: amor a primera vista, profesor, amor

Editado: 12.08.2020

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