Mi dolor es un recuerdo lejano. Mi presente es este al lado de arturo.
Tenso los dedos en su cabello y el me inclina la cabeza hacia atrás para que su boca este de nuevo a la altura de la mía. Me besa una y otra vez, tanteando y separando mis labios con la lengua, y ahora me encuentro con la punta de su lengua. Lanzo un gemido y el gruñe por lo bajo, desliza su mano por mi espalda baja y yo pongo las mías en sus bíceps, el se aferra a mi cuerpo mientras nuestras lenguas se exploran y se paladean mutuamente. Una y otra vez.
El desliza la mano hasta alcanzar mi trasero. Oh, dios...
Apoya la palma de su mano en mi culo y me empuja contra su ya prominente erección. Doy un respingo y libero sus labios de este apasionado beso.
Respiro con dificultad y alzo la mirada, dándome cuenta de que el tiene los ojos de un azul muy obscuro, nos sostenemos la mirada y me pregunta:
-¿Quieres que paremos?-
-No- Contesto rápidamente.
-¿Que sucede?- Me pregunta, niego repetidas veces con la cabeza.
-¿Es por esto?-pregunta, y empuja sus caderas contra mi. Doy un respingo.
-Si, nena. Te deseo.- Separo los labios para tratar de tomar aire.
-Me gustaría tocarte, en todas partes.- Susurro, -Con los dedos, con los labios, con las manos, y con la lengua.-
Su mirada se ensombrece. -Y quiero que me toques- Añade con voz ronca. Deslizo la mirada a sus ojos, a su boca, a su pecho y de nuevo a sus ojos.
-¿Voy demasiado rápido?- Pregunta.
Niego con la cabeza el hinca los dedos en mi pelo y tira de mi, atrayendo mis labios de nuevo sobre los suyos.
-Ah...-Murmuro en la comisura de su boca, mientras una oleada de placer me recorre toda la espalda hasta la entrepierna.
-Si, Aurora. Tócame. Quiero que me toques...- Lo beso y adentro mi lengua entre sus labios.
-Oh, Aurora...-Nos besamos y seguimos besándonos, el rodea mi cintura y desliza su mano en el interior de mi camisón, explora la piel de mi trasero. Me quedo quieta un segundo y luego me agarra el cabello firmemente, tirando con fuerza, y me besa con apasionado ardor... Ávida y enfebrecida.
-Vamos a tomárnoslo con calma-. Dice con la respiración jadeante.
Trago saliva y apoyo las manos en sus brazos, con aire un tanto avergonzado.
-Me gusta cuando me tocas el pelo- Me tranquiliza, y el para compensar la interrupción, me recorre el cuello con los dientes hasta alcanzarme la oreja. Lanzo un gemido grave y ronco mientras dejo caer mi cabeza en la palma de su mano.
-Eres tan guapa...-Susurra y me agarra el cabello con los dedos, tirando con delicadeza. Levanto la barbilla y Arturo cubre con un reguero de besos delicadamente la base de mi garganta, hasta llegar de nuevo a mi oreja.
Con la otra mano me aprieta el culo y doy un respingo, busco sus labios y los uno con los mios nuevamente, exploro su boca dando y tomando mientras sus labios se aprenden de memoria el el trazo de los míos y viceversa.
-Quiero hacerte el amor- Murmura. Yo me quedo inmóvil.
El me sujeta la cara con ambas manos con el pulgar.
-Aurora. Háblame, ¿Quieres que paremos?-
Me muerdo el labio y desvió la mirada.
-Podemos parar, si así lo deseas nena-
Siento como el calor sube a mis mejillas y finalmente respondo:
-No, no pares-Digo al borde del abismo me pierdo en sus preciosos ojos azules y el acaricia mi mejilla suavemente acto seguido me muerdo el labio inferior y a el se le dilatan las pupilas.
-¿Estas segura de esto?- Asiento repetidas veces. -Aurora, dímelo. Quiero oírtelo decir.- Le beso la comisura de la boca y cierro un momento los ojos.
-Si- Contesto en un susurro.
-Oh, preciosa- Murmura arturo.
-Rodeame el cuerpo con las piernas.- Me toma de la cintura y me levanta en el aire, sin hacer el mínimo esfuerzo. Yo apoyo mis manos en sus hombros
-Las piernas. A mi alrededor.-
Le brillan los ojos de excitación y coloco mis piernas a ambos lados de su cintura y le rodeo el cuello con mis brazos.
-Mmm, que rico hueles-Digo inaudible-mente.
-Oh, cariño, tu también.- Dice acercándose a mi oreja dando un mordisco, suelto un jadeo y me deposita en la cama y nos volvemos a besar, un beso cargado de deseo y excitación.
-Quiero verte.- Palpa con las manos el borde de mi camisón y lo levanta tan delicadamente que se me hace eterno, hasta que por fin me lo quita por la cabeza.
Llevo bralette y por inercia cruzo los brazos por delante de mis pechos y se me suelta un mechón de cabello de mi desordenado chongo. Arturo se percata de este detalle y estira su mano para soltarme mi cabello rubio y lacio, mientras su mirada me recorre lentamente.
-Eres preciosa aurora.- Habla con la voz impregnada de deseo, mi camisón ya esta en el suelo y me encuentro ante sus ojos en ropa interior. Me aparta el cabello de la cara y me besa una y otra y otra vez hasta que mis nervios se calman y logro relajarme.
Estiro la palma de mi mano sobre su pecho y centro mi atención en su vello y me entretengo con el en un impulso tiro de el . Y arturo me mira.
-¿Te gusta?- Asiento avergonzada -Tócame- Susurra -Quiero que lo hagas. No muerdo. A menos que tu quieras que lo haga-Dice guiñándome un ojo.
Madre mía, siento como el calor sube a mis mejillas inmediatamente. Con cautela, apoyo la mano encima de su corazón. Cierra los ojos, disfrutando de la sensación abrasadora me inclino hacia adelante y le reparto besos por toda su garganta y los labios su respiración se vuelve entrecortada.
Con el pulgar y el indice Arturo, retira el tirante hacia atrás mientras se nota como su respiración se acelera.
-Date la vuelta nena- Murmura, levanto la mirada y me doy la vuelta de manera que quedo de espaldas a el. Me retira el cabello del hombro y me da un cálido beso en el mientras su mando desciende hacia mi vientre, y me toma de la cadera y tira de mi, de manera que siento su prominente erección a la altura de mi culo.