Siento como mis piernas empiezan a temblar y como un calor abrasador se apodera de mi, el se da cuenta y me sujeta con mas fuerza. Estoy a punto de correrme y Arturo acelera aun mas sus movimientos y grito sin poder evitarlo, empiezo a estremecerme despacio, entre espasmos y me dejo caer en sus brazos.
Me sujeta todo el tiempo que dura mi orgasmo no se si fueron segundos o minutos, hasta que desfallezco sobre el.
-Oh, nena- Me susurra al oído, retira la colcha y me deposita encima del colchón. Mi melena cae sobre las almohadas y permanezco con los ojos cerrados sintiendo la mirada de Arturo sobre mi.
-¿Tienes una idea de lo preciosa que te vez ahora mismo?- Abro los ojos encontrándome con la penetrante mirada de el puesta sobre mi. Hacemos contacto visual y me ruborizo por lo que acaba de pasar hace un momento y desvió la mirada.
-Ey, nena, no tengas pena me ah encantado verte de esta manera, eres una diosa, eres magnifica-Dice abalanzándose sobre mi y dándome un beso cargado de pasión, poso mis manos por su húmedo cabello y lo pego mas hacia mi, sintiendo su erección en mi sexo gimo y el empieza a frotarse sobre mi, torturándome rompe el beso y me mira, mientras no deja de frotarse contra mi, disfruta el verme y tenerme a su merced, los ojos le brillan por la excitación, se tumba a mi lado y se apoya en un codo, me pasa un mechón de mi cabello atrás de mi oreja.
-Me gusta tu cabello castaño nena.-Me sorprendo ante su comentario y me sonrojo deleintandome en su mirada. -¿Que tanto?- Le pregunto y el entrecierra los ojos con mi cabello aun entre sus dedos.
Me besa en la sien y cierro los ojos disfrutando de su cercanía. Levanta la mano y con sus dedos recorre mi mejilla, mis labios y descienden hasta mi cuello y se detiene ahí. -¿Estas segura de esto nena?-pregunta, trago saliva y respondo: -Si, estoy segura- -Si hay algo que no te gusta o no quieras hacer, solo dímelo, ¿okay nena?- Asiento y le acaricio la cara tiernamente me besa en los labios y yo lo tomo de la nuca me humedece el labio inferior con la lengua.
Siento como poco a poco el deseo crece dentro de mi, le deseo. A el. Aquí, exploro, paladeo. Abandona mi boca y reparte besos hasta mi cuello, chupa y succiona en esta zona y cierro los ojos dejándome llevar por la embriagadora sensación.
Aparta mi cabello y deja al descubierto mi pecho, el me mira brevemente como pidiéndome permiso y humedece mi pezón delicadamente lo toma entre sus labios y succiona con fuerza. -Ah...- Gimo sin poder evitarlo, sopla con cautela y me retuerzo, pasa su mano por encima de mi cadera y muevo mis caderas instintivamente mientras su boca no para de succionar mis pechos y me enloquece, mis gemidos son incontrolables.
Veo como su mano desciende hasta mis caderas y yo la tomo guiándolo mas abajo y empujo mi sexo que lo tiene ya en la palma de su mano y lanzo un gemido, el introduce un dedo en mi interior, lo retira y lo vuelve a introducir.
-Ah- Gimo y me agarro a las sabanas con fuerza. -Oh, Aurora, no sabes cuanto te deseo...- Mientras sus labios no paran de succionar mis pechos, torturándome... Arque el cuerpo para sentir su mano nuevamente y hecho mi cabeza hacia atrás, me besa el vientre y deja un reguero de besos húmedos hasta mi ombligo.
Me besa el vientre y lo recorre con la lengua hasta llegar a mi pelvis y me quita las bragas con un rápido movimiento teniéndome desnuda completamente, se muerde el labio inferior y se retira la toalla. Madre mía... Se me seca la boca nada mas de verlo.
-¿Te gusta lo que vez?- Y no me deja responder por que sus labios ya hacen en los míos, un beso lleno de deseo, urgencia y yo le respondo igual. Me toma de la cintura atrayéndome hacia el me separa las piernas con las rodillas, arqueo mi cuerpo encontrándome con el suyo, su mano desciende a mi sexo y localiza mi clítoris, con su pulgar traza círculos, una y otra vez y desliza un dedo en mi interior, yo le recorro los hombros y su espalda con mis uñas, lleva un movimiento torturante en mi interior, dentro y fuera, aumenta la intensidad mientras no deja de frotar mi clítoris sin parar.
Levanto las caderas y tenso las piernas bajo su cuerpo, se que estoy a punto de correrme, echó la cabeza hacia atrás , chillo y balbuceo su nombre y el me abraza más fuerte y me estremezco con las sacudidas del orgasmo y entonces él se arrodilla entre mis piernas y me besa la cara interna de mis muslos y con delicadeza me acaricia las piernas y siento su caliente boca posada en mi sexo, empieza a mover su lengua como cuando lo hace con mi boca, primero un lenguetazo después otro y mis piernas se abren más instintivamente. Su lengua va a mi clítoris, lo rodea, lo estimula y en el momento en el que se hincha, lo coge con los labios y tira de él.
Jadeo sin poder evitarlo, me succiona con avidez, una y otra vez. De pronto un calor enorme comienza a subirme el estómago hacia arriba. Siento que voy a estallar de placer, el calor se concentra en mi cara y en mi sien. Respiro agitadamente, nunca me había sentido así, ¡Voy a explotar!
Y cuando no puedo más, un gemido incontrolable sale de mi boca, cierro las piernas y me arqueo convulsionandome durante unos segundos, siento la intensa mirada de Arturo sobre mi, busco sus labios y le doy un beso voraz en busca de más, el rompe el beso y se separa un poco de mi.
-¿Cómo te sientes? Ya te he dicho lo preciosa que te vez gritando mi nombre?-Pregunta, yo me sonrojo y respondo: -Muy bien, a pesar de llevar 3 orgasmos-Arturo sonríe y me toma de la mejilla.
-Mmm, nena y faltan mas-Dice coqueto y yo me río sin poder evitarlo. Veo que Arturo busca un condon y me pongo un poco nerviosa.
-¿Estas lista?-Pregunta, asiento con la cabeza. -Dímelo con palabras nena-
-Si- Susurro. Veo cómo rasga el envoltorio con los dientes y se lo pone, me acuesta en la cama y se tumba encima mío, cierro los ojos