Estoy indecisa si le respondo o no, me quede muy molesta por lo sucedido el día de hoy, aun que se que el también lo estará dado que yo no regrese a trabajar pero sin mas me decido a responderle.
- Hola.- El contesta en tono serio - ¿Cómo te fue en tu tarde de compras?.- Pregunta
- Me fue bien, gracias por preguntar. ¿Necesitas algo?.- Respondo con tono serio al igual que el. Escucho que suspira.
- Solo quería saber si te encontrabas bien.- Por un momento decidí olvidar el incidente del día de hoy pero no pude dar mi brazo a torcer.
- Estoy bien, gracias por preguntar Arturo.- Respondí secamente, por un lado quería ser tierna con el pero por el otro no podía permitírmelo.
- ¿Por que usas ese tono conmigo?.- Pregunta sorprendido por mi actitud.
- Por nada, realmente estoy muy cansada.- Digo esto para finalizar la conversación que cada vez me pone mas nerviosa y me arrepiento al instante ante mi respuesta tan cortante.
- Esta bien, no quiero interrumpir tu noche. Descansa, mañana nos vemos a primera hora, pues necesito hablar contigo.-
Ruedo los ojos, pues seguramente ya se de lo que se tratara -Me parece bien Señor Sáenz ahí lo veo mañana a primera hora.-
-Que sueñe bonito, hasta mañana Aurora.- Su voz es seria pero a la ves tiene un toque tierno.
- Igualmente, hasta mañana Arturo.- Y cuelgo la llamada.
Cuelgo sin esperar respuesta alguna y suspiro. Cada vez que escucho su voz, algo muy dentro de mi se remueve. Dejando de pensar en el, me dispuse a guardar todo lo que había comprado. Ese viaje a Grecia me ponía los nervios de punta. No me imaginaba estar a solas con el, en un lugar tan espectacular y especial para mi.
Pues ese siempre ha sido mi sueño conocer Grecia. Veía fotos del lugar, películas y demás. Se me hace ese lugar mágico y maravilloso.
Guarde todo en mi closet, fui a prepararme algo de cenar y terminando me dirigí a mi habitación a ponerme mi pijama para ya dormir. No se porque presentía que mañana seria un gran día. Me acomode en aquellas almohadas suaves y enseguida caí en un sueño profundo.
A la mañana siguiente me desperté mas descansada y relajada así tengo que mantenerme llegando a la oficina o de lo contrario mi día será igual al de ayer y no pretendo que sea así. Entendí que no vale la pena desgastarme por algo y alguien que si bien vale la pena, a final de cuentas el y yo no somos nada y no tengo que permitir que situaciones así me afecte, si esta destinado a ser para mi a pesar de todos los obstáculos ahí seguirá y si no simplemente las cosas pasaran eso siempre lo he creído. Decidí dejar todo en manos de dios y que sea lo que tenga que ser.
Después de pensar y darle vueltas a lo mismo me dispongo a levantarme y comenzar arreglarme, así que me doy una ducha rápida y ya terminando me dirijo a mi armario a decidir que voy a usar el día de hoy y al lado de este veo las compras que hicimos el día de ayer y como amanecí de muy buen humor y con ganas de arreglarme, decido ponerme un Palazzo negro de manga larga con el escote en V y bastante pegado.
Elijo unos zapatos de aguja color rojo y opto por dejar mi cabello al natural y suelto, me maquillo un poco mas de lo normal y ya agarro mi bolso y me dispongo a salir de mi habitación para desayunar en familia.
Los veo a todos reunidos y se me quedan mirando no se si sorprendidos por lo que estoy usando o si mi ropa tiene algo de malo, me dirijo a saludar a cada uno y Lisa y Elizabeth son las mas extrañas el día de hoy..
- Hija pero que guapa estas.- La saludo dándole un beso en cada mejilla y yo me ruborizo ante su halago.
- Hermana wow que bella te ves el día de hoy me has dejado sorprendida, te ves bellísima.- Yo me dirijo hacia Lisa y la abrazo fuertemente.
- Siéntate hija tienes que desayunar.- Dice el señor Moore y yo tomo asiento. - Por cierto hija tu jefe te quiere temprano y que bella te ves el dia de hoy hija.- Yo me ruborizo ante su comentario y nos disponemos a desayunar.
Terminamos de desayunar y Michael se ofrece a llevarnos pero Elizabeth se niega y solo se lleva a Lisa con el y Elizabeth se ofrece a llevarme y yo no me puedo negar, sinceramente me gusta pasar tiempo con ella y ella igual.
Nos dirigimos juntas hacia el auto y emprendemos rumbo hacia la oficina le conté mi problema con aquel hombre que se ha empeñado en destruirme la vida y Elizabeth se puso furica ante lo que paso y por supuesto no piensa dejarme sola en ningún momento y quiere contratar seguridad para todos nosotros, yo me quise negar pero no estaba en discusión, le comente de mi viaje a Grecia y se emociono igual que yo ella siempre supo que mi sueño algún día era ir y conocerlo y ella al igual que yo estamos muy contentas de que por fin mi vida vaya tomando su rumbo.