Cap 5 " Cero ilusiones"

—¡Steven! — me abraza eufóricamente  

—¡¿Kenia?! ¿Qué haces aquí?

—Necesitaba verte— comienza a llorar 
Pero que le sucede a esta chica, y además huele mucho a alcohol 

—Kenia ¿cómo supiste mi dirección? 

—Fácil, mi padre es el director del colegio y me dio tu dirección sin problema

—Te pido no se la pases a nadie, hoy ocurrió algo muy fuerte para toda mi familia así que pido discreción

—¿Vives con tus padres? 

—Sabes que . . . Mejor pasemos a mi casa y platiquemos adentro. 

Antes de que suceda algo mas, vuelvo a llamar a Jackson para que ya no mande la patrulla. 

Le doy las llaves de mi auto a uno de los guardaespaldas y por lo tanto yo me voy con Kenia. 
Estando a dentro de la casa parece niña pequeña, asombrada por lo grande y lujosa que es la casa.  Anthony y yo somos unos chicos mimados por la vida, nuestros padres siempre han sacrificado mil cosas por darnos una vida lujosa y llena de amor, nuestra familia es conocida por ser multimillonaria e importante, ya que nuestro padre es el ingeniero civil más fundamental de todo Estados Unidos y nuestra madre es la dueña de los Hospitales más valiosos igualmente de Estados Unidos, ambos han tenido problemas y ya no viven juntos, pero no se han separado legalmente, por motivos que desconozco.

 
Claramente en la casa solo vivimos Anthony y yo, nos quisieron dar nuestro espacio y a decir verdad la casa es lo suficientemente grande para dos hombres solteros, a veces nuestros padres nos vienen a visitar, y aunque no estén con nosotros como tal, siempre están al pendiente de nosotros.

Después de que Kenia haya explorado la casa con la mirada los dos nos sentamos en la sala de estar para poder platicar, hubo un incómodo silencio, hasta que por fin ella se animo a hablar.

—Steven, yo . . . Necesito pedirte algo — baja la mirada y a los pocos segundos me mira directamente y se muerde el labio, carajo está chica es única.

 
—¿Qué necesitas? 
Se acerca poco a poco, su mano izquierda la ha puesto sobre mi pierna y su mano derecha la usa para jalarme de la playera, y con un tono seductor me susurra al oído 

—Sólo necesito, una noche con Steven Pace— se ruboriza y su sonrisa coqueta la hacen ver aun mas hermosa

Mi piel se eriza al escuchar sus palabras, tenerla tan cerca de mí es estremecedor y su perfume tan fino hace maravilloso ese momento, nunca imaginé estar así con ella, sus labios carnosos me llaman y nuestros cuerpos tan cerca, estoy enloqueciendo; pero soy un caballero, no puedo hacer lo que ella quiere en el estado que esta.

—No puedo hacer eso, no estás en tus cinco sentidos y por mucho que me atraigas no es correcto— la alejo de mi —Kenia ¿tus padres saben de tu ausencia? 

—No lo sé, supongo que sí, la verdad no recuerdo

Me levanto del sofá y tomo su mano, sin previo aviso me vuelve a abrazar, me acerco a su oído y cálidamente digo —Metete a bañar— la dirijo a la habitación principal, apenas y logramos subir las escaleras; después de dejarla en la alcoba, bajo a la cocina para preparar un café bien cargado; seguido de eso voy a la sala y agarro su bolsa, está mal meter mano en bolsas ajenas, pero es necesario hacerlo, su celular está saturado de llamadas y por el nombre deduzco que es su padre el que esta preocupado por su hija. 

Así que desde el teléfono de la casa Marco el número 

—Buenas noches, ¿hablo con el señor Smith? 

—Claro, el mismo que viste y calza ¿con quién tengo el gusto?

—Antes de decir quién soy, quiero avisarle que su hija está en mi casa, llego un poco borracha y por la hora que es, creo que es prudente que se quede a dormir aquí, su hija ha tomado un baño y ahora mismo va a cenar

—¿Tú pretendes que deje a mi hija en casa de un desconocido? Ni de broma, ahora mismo voy por ella 
—Como quiera, la dirección es . . . 

—Espera un momento ¿quién eres?

—Soy Steven Pace — un largo silencio invade la llamada, es obvio que al escuchar el apellido se haya quedado boquiabierto —Por supuesto, como no lo imaginé, joven Pace una disculpa por mi mala educación, creo que sería una impertinencia de mi parte el ir a molestarlo a esta hora, y sin duda alguna pongo a mi hija en sus manos, saludos a Joseph y Hannah. — Cuelga. 

Vaya padre que tiene Kenia, un interesado de primera y pretende que con mandarle saludos a mis padres será recompensado, que ingenuo.

Kenia al fin baja con una de las pijamas de mi madre, le queda muy bien y me alegra verla más lúcida, al estar en la sala le doy el café y un poco de comida. 

Se ve que está cansada, pero oh sorpresa, puedo ver que cerca de su cuello tiene un moretón 
—¿Qué te paso? — Ella agacha la cabeza y comienza a llorar, que idiota; no debí preguntarlo de esa manera.

—Fue mi novio . . . Bueno ex novio, hoy descubrí que me era infiel con una de mis primas y lo enfrenté, una mala decisión, pues se puso violento me golpeó e insultó hasta hacerme sentir insuficiente . . .  Por eso me fui de fiesta y bebí, después me acordé de ti, te vine a buscar y ahora estamos aquí; agacha la cabeza y suspira
Me siento mal por ella, es tan hermosa y tan buena persona que no merece sufrir; pero nadie se libra de las balas de la vida, solo queda afrontar el dolor.