Amor Real

Capitulo 5

BRID

- ¿Itheen? ¿Quién es Itheen? - murmuro sentada en la banca que está cerca del árbol grandote.

Necesitas saber la verdad, lo que has vivido es tan solo una farsa. Te contaré la verdad cuando podamos sacarte de ahí...

Frunzo el ceño al seguir leyendo, estoy en el jardín con la carta en las manos analizando cada línea escrita por está caligrafía tan fina.

El sol está por quererse ocultar, mi hermana y su amiga siguen platicando sobre ¿?. Leoric se fue a atender el llamado de su padre.

-¿Que tiene que ver Leoric con esta carta? - susurro para mí mientras me muerdo el labio inferior.

No tengo la más mínima idea, pero de algo estoy segura, que averiguaré quién es ese tal Itheen y que relación tiene que con Leoric.

Me guardo la carta en el interior del libro nuevo que conseguí y comienzo a irme hacia mi alcoba. Me tomo un buen baño y salgo a cenar.

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- Señorita Brid - me saluda Leoric haciendo una leve reverencia.

- Veo que ya se conocen - dice la maestra Adams- Bien no hay necesidad de presentarlos. Ahora mismo entraremos a clases y más tarde podrán recorrer la academia.

Ambos asentimos y nos dirigimos hacia el salón de clases. Horas después estoy terminando de dirigirlo a las clases que le corresponden.

- y por último la clase de esgrima- señalo un salón amplio con varios estudiantes practicando.

Nos quedamos parados en la entrada del salón mirando a los reclutas practicar. En mi mente no se dejan de formular preguntas de las cuales quiero respuestas.

Estoy inexpresiva ante todo, no demuestro ningún tipo de duda. Aunque esta me este carcomiendo por dentro.

- ¿Y bien no vas a preguntar? -

- ¿Que? - digo saliendo de mis pensamientos.

- Que si no vas a preguntarme nada - responde tranquilo.

- ¿Quién es Itheen?, ¿Que relación tienes con el? Hay algo que no entendí, ¿Como saben que mi vida es una farsa?, ¿Saben quién soy? -no me lo pienso dos veces y suelto pregunta tras pregunta.

- Wow, tranquila princesa. Yo tan solo soy un mensajero y no estoy al tanto de muchas cosas. Tan solo se lo necesario, así que si quiere respuesta tendrá que esperar. - responde encogiendose de hombros- pero le aseguro algo - continua- pronto podrá obtener respuestas directas de el.

- ¿Itheen?-

- El mismo.

Me quedo pensativa ante está confesión y solo porque la campana me obligó a dejar de pensar sobre está situación. Voy directo a la siguiente clase que me toca, no me despido de leoric porque si llego tarde no podré pasar.

<<Así es, ni porque sea la princesa tengo derecho a llegar tarde>>

Bueno, al menos ese privilegio me fue denegado por padre. Llegó justo a tiempo y cuando me siento mi vestido se mancha con pintura.

<<Genial, lo que faltaba>>

Todo mundo comienza a reírse sin ningún tipo de disimulo, tan solo ruedo los ojos por lo bajo que es la broma. La maestra Adams comienza a callarlos y a pedir explicación sobre cuál es el chiste por la cual se están carcajeando.

- La princesa está sangrando por la cola- dice uno con tono burlesco.

La maestra pone los ojos como platos por la mención tan desagradable y poco respetuosa que ha dicho sobre mi. Viene hacia mi lugar y comienza a ayudarme, yo no dejo que me ayude y comienzo a caminar.

La pintura roja chorrea por mi vestido yo sin miedo y sin algún tipo de vergüenza me paseo por cada asiento. Conecto miradas con cada uno de los presentes, algunos me sostienen la mirada y algunos evitan verme.

Después de haber pasado por cada lugar simplemente digo un número y salgo de la clase. La maestra Adams no me detiene, camino furiosa afuera y me voy caminando hacia el palacio que no está muy lejos de la academia.

Al llegar los guardias me miran un poco preocupados pero no se mueven. Tan solo mi mirada y el humo imaginario que sale por mis oídos y nariz por la frustración y enojo los mantiene a raya.

Entro a grandes zancadas hasta mi habitación y me tomo mi tiempo en tomarme una larga y agradable ducha. Después de eso salgo para irme a la cabaña, llegó hasta ahí en la carreta de un vendedor que pasaba.

Al llegar el lugar está un poco vacío, al pisar la entrada siento un frío recorrer mi cuerpo. Al seguir caminando me quedo petrificada por la escena que se cierne enfrente de mi.

<<No, no puede ser >>

Todos están muertos...

Caigo de rodillas al piso y comienzo a mirar los cuerpos de los chicos tirados y frios. Mis amigos están sentados en la misma mesa que compartimos. Sus rostros son completamente diferentes, mi hermana está aquí llorando mientras abraza el cuerpo sin vida de lo que alguna vez fue su novio.

Cuando me ve llegar su mirada llena de dolor me penetra. Pero si no viviera con ella le hubiera creído que realmente estaba triste por ello. Al abrazarme me susurra al oído " Esto es lo que pasa por no haberme ayudado".

Cuando me suelta, llama a mis amigos que se paran enfrente de mi mirándome con total desagrado y repudio. Mi cara es un total poema por qué demuestro confusión por la situación.

Cada uno de ellos comienzan a golpearme y a decirme lo que realmente piensan. Yo dejo que sigan moliendome a golpes, es un castigo que debo recibir por haber confiado en ellos. Por dejarme llevar por mi hermana ese día que me los presento.

La ola de insultos no cesan y solo porque un guardia llega a avisarle a mi hermana que padre estaba viniendo a este lugar ceso todo. Me dejaron tirada mal herida en el piso, cuando ella se va comienzo a sollozar por lo estúpida que fui.

Antes de que pueda seguir, el dolor es tanto que la sangre que brota por mi boca comienza a asfixiarme así quedando inconsciente y al borde de la muerte.




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