Desde los arbustos de la esquina norte y otro en el sur, entre sombras y un inquietante esperar con más dudas que respuestas, había dos miradas que esperaban con paciencia e ingenuidad el poder continuar el día a día sin que algo cambiase de la nada. Lo que no sabían es que ellos no podían formar parte de algo que no desea cambiar para admitirlos.
Lágrimas de cristal seria lo que se derramo sin que lo supieran y la luna las recogió mientras las estrellas eran los testigos y juzgando como el escondite era como un contrabando lo que sucedía. Sin tomar en cuenta lo que fue juzgado ya hace mucho tiempo, el caminar nuevamente en aquel camino lleno de piedras y donde los tropiezos eran inevitables, no dejaban de seguir en esto, aunque fuera la peor decisión sin saber que el final podría ser tan horrible como lo podrían convertir en una bella historia si comprendieran que rea lo que realmente les hacia falta para cumplir con tan alto objetivo.
Al ver llegar a la persona destinada a esperar con tantas ansias, en los dos puntos la sala de espera fue al fin atendida por ellos. Sin embargo, de que serviría que llegasen a regresar si ellos no sabían en realidad lo que sucedió en esas horas que bailaron con todo lo que no salió a la luz del día y el que quedo grabado en las sombras. Quien podría jugar con las ambiciones de los demás, ¿será acaso que quienes esperaban eran lo que jugaban con este tablero y no dejarían que se les adelantaran sin llegar a conseguir primero su objetivo? O ¿talvez eran los dos jugadores que desde las sombras han tratado de guiar y dar un giro a este juego que estaba ya arreglado de ante mano?, sólo uno terminaría siendo el ganador, en este juego en el que los equipos no eran lo que aparentaban ser.
En las habitaciones, donde se hospedaban cada uno de los participantes de este encuentro, se llegaba a discutir un tema muy delicado. La sed del poder y la gloria era algo que muchos deseaban. Pero, siendo el rey el que tenia todo este poder, ¿no era un poco ambicioso el querer quitar lo que no les pertenece de una forma injusta? Las verdaderas intenciones de esta persona era dar un giro desde donde nadie lo pudiera descubrir. A veces lo que esta a la vista es la mejor manera de ocultar lo que no se quiere que conozca.
Todos, ante las garras de la guerra entre otros países y la posible división interna, no dejarían que un beneficio tan grande se les fuese quitado de sus manos. Saber que la vergüenza no existe al igual que la razón donde el egoísmo puro se posa y arrebata todo a su paso. La intención de una rebelión por el querer mejorar las condiciones del pueblo no era más que una pantalla. Los titiriteros, que trabajaban desde atrás sin mostrar sus rostros, tenían cada hilo en sus dedos y los movían con gran maestría que los presentes no se darían cuenta de ello.
Durante la hora indicada, todos los presentes dieron inicio al fin al asunto que tanto esperaban. Con bellas palabras los organizadores dieron a conocer como el reinado en la que se encontraban actualmente no era el que podría beneficiar a cada uno de los rincones de este. Pero, qué era lo que los llevaría hasta lograr tal acto, sin poder arriesgar tanto en caso de que el fracaso terminase interponiéndose en sus caminos.
La división era de esperar entre los que apoyaban lo que actualmente y quienes no lo hacían. Siendo dos personas ingenuas ante este tema, desde sus asientos se dieron una mirada en la que podían notar que esto no era más que una forma de querer rechazar el asunto de no poder realizar sus trabajos como es debido. Por ello, la verdad de lo que se deseaba conocer esta mucho más afondo de una simple persona. Entre unos murmullos, estas dos personas se acercaron al tan sólo conseguir una forma de poder verse durante el día y, con una pequeña carta donde nadie podría leerlo, se dispusieron hacer este uso para comunicarse. El logra ver que las cartas escritas a mano serian la forma más anticuada pero la única para ellos dos. Que más pueden hacer si el pensar el ser parte de alguno de estos dos grupos era lo que se necesitaba para arreglar la situación de un pueblo donde la división era más evidente de lo que pintaban en todas las formas que hacían todos los presentes y organizadores de esta reunión.
La opinión oprimida y que no podían saber más allá de lo que sus pobres y ciegos ojos les dejaba ver como los pensamientos que, a pesar de ser tan brillante, habían sido cegado por tanto estudio y especialización que no valía de nada si terminaban más que en teorías sin sentido cuando hiciera falta la otra parte. El ser que siempre era fragmentado en miles de pedazos las destrezas humanas, nadie trata de unirlas y hacer que realmente funcione. Por ello todos terminan tomando una parte o varias de ella, pero nunca las tratan de juntar para poder ver la verdad. Quizás no sea el ser por no querer sino la complejidad de algo que no se puede unir sin ser que el no ser sabio o un genio se vuelven palabras muy diferentes con significados totalmente distintos.
Entre tanta conmoción, los grupos terminaron divididos tras algunos días en tratar de poder llegar a un acuerdo para llevar todo a cabo como se esperaba. Pero, tal división podría ser lo que se esperaba, pue4sto que, aunque los organizadores no conocían la situación de todo, los manipuladores de las sombras sabían de la enemistad y los diferentes puntos de vista que terminaron cegando a todos y creando una división tan grande que podría llegar a ser tan difícil el poder reparar.
Las dos almas, que quedaron atrapadas en tales disputas, decidieron llegar a un acuerdo sobre que harían y que, cuando fuese el momento, tomar la iniciativa de mover en este tablero tan incierto en busca de poder entender la situación en la que se encontraban ahora. Pero, el saber de algo en lo que eres nuevo y lanzarte sin un plan puede ser algo traicionero si no tienes cuidado con cada movimiento que haces. Saber que la guerra puede ser más cruel de lo que te imaginas y la forma en que aparece y ataca no siempre será de la forma en que piensas. La verdad puede ser más cruel como puede solucionar también puede arruinar algo.