Amor Sobre Polvo de Ladrillo

Día Dos

I

 

Abro los ojos y suspiro, adaptándome a la claridad de la mañana que entra de la ventana a través de mi habitación. Trato de moverme pero algo me lo impide hasta que recuerdo que no he llevado a Gonzalo a su piso y su hermana me mandará al infierno. Si en realidad estás interesada en mi hermano, apuesta tus fichas en él, eres la primera mujer que viene a verlo... Su hermana en verdad cree que estoy realmente interesada en su hermano, ¿A quién quieres engañar? Desde que lo viste en aquel café despertó tu atención, para que mentir. Suspiro de nuevo pero es de frustración, no quiero que despierte sentimientos profundos en mí y lo de anoche conociéndonos por más de una hora mientras sus brazos me rodeaban como ahora. Esto no me ayudará en nada, no quiero sufrir.

Giro para encontrarme con un dormido y muy sonriente Gonzalo. Miro cada facción de su rostro, prefiero verlo así antes que chocarme con esos ojos oscuros, tan profundos temiendo que vea lo que hay dentro de mí. Admito que no he dormido tan bien desde... En realidad mis sueños nunca han sido tranquilos, incluso durante mi infancia. Esto es muy nuevo en mi vida pero no quiero que sea costumbre. El pasado me atormenta, sintiéndome engañada por quien fue mi mejor amigo, mi sostén emocional y quien me ayudó a sentirme en cada ciudad del mundo como si estuviera en casa. Aunque estar rodeada con sus fuertes brazos es sentirme como en mi propio hogar... No, solo seremos amigos y no darle ni darme falsas esperanzas. No quiero atar mi vida a otro hombre, terminando de romper mi corazón para luego no recuperarlo. Me convenzo a mí misma que será así, no dejarlo entrar más allá de la amistad.

Sus brazos se tensan, mi cuerpo se pega más al suyo por lo que mi respiración se acelera y mi corazón late más de lo que he soportado. Sus ojos parpadean adaptándose a la claridad y se sorprende al verme tensándose aún más pero su sonrisa crece al apretarme más en sus brazos. Une su frente a la mía por lo que ahora soy yo la que me tenso, mis ojos miran a los suyos que se cerraron de nuevo haciendo ahora lo mismo pero a sus labios. Siento que mi corazón quiere traspasar mi pecho, miro de nuevo sus ojos como también la misma reacción al ver que me lo devuelve con intensidad. Sus labios besan mi frente y siento desfallecer, no sé como describir las sensaciones que chocan dentro de mí en este momento... Desearia que esos labios se unieran a los mios.

- Gracias.- esa palabra me descoloca y lo miro sin entender- Yo...- ahora su voz se entrecorta- Quería agradecerte por hospedarme y lamento no despertarte si eres de las personas que no se sienten cómodas de dormir con un desconocido...

- No tienes porqué hacerlo.- le interrumpo negando mientras alejo mi rostro- En realidad eres el primer hombre que duerme conmigo sacando afuera a Damiano y Mattia- su mandíbula se tensa, cayendo en la cuenta que mis palabras no fueron las adecuadas- Le tengo mucho miedo a los relámpagos que se ven por las noches y aún más esos estruendosos sonidos...- su expresión cambia al explicarle y frunzo el ceño dejando pasar eso- No puedo dormir sola cuando recuerdo las historias de terror que mi hermano mayor nos contaba.

- ¿Tenés hermanos?- hace el esfuerzo de sentarse- ¿Ninguno de ellos te visitan?

- En realidad...

- Cecilia, no dispones de todo el día para dormir.- la voz de Damiano interrumpe nuestra conversación- Hace un par de horas tendrías que estar fuera de la cama o como mi papel de padre te arrastraré a la cocina.- me ruborizo mientras oigo sus pasos alejarse y Gonzalo se ríe.

- Disculpa a Damiano, cuando estoy acompañada me deja avergonzada delante de las personas.- me encojo de hombros sin mirarlo, levantándome de la cama rodeándolo hasta ayudarlo hacer lo mismo y acomodarlo en la silla de ruedas- ¿Quieres que te lleve a la cocina o me esperas hasta que me bañe y salimos juntos?- deberías pensar bien antes de hablar, soy una estúpida.

- Me gustaría esperar, el gran Damiano solo me incomodaría como el padre sobre protector que será invadiendo con preguntas.- ensancha sus ojos por lo que me río en búsqueda de ropa limpia y un par de toallas.

Entro al baño quitándome la ropa y tirándolo a cualquier. No quiero que espere mucho tiempo y si eso no me ayudaría con él en mi mente teniéndolo en mi habitación. Abro el grifo de agua fría metiéndome de lleno bajo la misma. Sus brazos han dejado sus marcas en mi cuerpo, aún sintiendo la sensación que me rodea con ellos y mi corazón golpea en el pecho haciendo que vuelva a la realidad. Diez minutos después estoy con una toalla en mi cabello y la ropa deportiva cubriendo mi cuerpo.

Salgo del lugar viendo a Gonzalo con su mirada profunda en mí y juega con sus dedos nerviosos. Yo solo le sonrío para quitar la tensión que se ha vuelto un poco intenso. Le hablo sobre el trabajo que hice ayer después del partido, que Nina Ricci lanza una nueva fragancia mientras seco mi cabello negro y lo desenredo. Me han dicho que luego de la finalización del torneo lanzarán las imágenes promocionales y el comercial.

Ya preparada abro la puerta de la habitación saliendo primero por sus propios medios, sigo su camino una vez que cierro la misma. Llegando a la sala se escucha muchas voces por lo que, con Gonzalo nos miramos sorprendidos... Su hermana está aquí junto a Ramiro hablando muy entretenidos con mi equipo y mis amigas, Chiara no se encuentra. Llegamos hasta ellos viendo como nos sonríen y no le encuentro el motivo alguno, solo nos dormimos... Tampoco es que hiciéramos esas cosas que se les cruzarían por la mente. Al menos Damiano delata sus pensamientos con sus gestos o la mirada, lo conozco como a la palma de mi mano.



#45680 en Novela romántica
#12352 en Joven Adulto

En el texto hay: suenos, amor, discapacidad

Editado: 01.06.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.