Amor Sobre Polvo de Ladrillo

Día Nueve

I

 

Esto no puede estar pasando... ¡En serio, no puede estar pasando! Esperaba que lloviera en la primera semana pero no en los últimos días. Es mi partido de octavos de final y mi mente no está con esa idea de que llegara a suspenderse. Se que falta mucho para mi presentación, ya que es en el último turno pero saber que puede suspenderse es lo que no quiero. Pasare toda la mañana en el gimnasio, una porque me lo debo a mí misma por lo de la semana pasada y otra que esta es la mejor ocasión de pensar en lo que ha cambiado mi vida en la estadía parisina. Sin dudas, París es la ciudad del amor y encontré a mi persona en el lugar menos imaginado.

Veo como el agua cae precipitosamente en la ventana que ha quedado abierta en la noche y el aire fresco entra por la misma. Si saco conclusiones, lo bueno es que no hará calor como en los días anteriores y lo malo... Lo malo no hace falta repetirlo. Los brazos de Gonzalo me rodean el abdomen me quita de mi ensoñación en el vago intento de girar mi cabeza en su dirección y me sorprendo que mi pecho está pegado al suyo sintiendo como se mueve frenético. El mío se mueve a la par suya mientras sus ojos no se desvían de mis labios y mi corazón golpea fuerte en el pecho. La punta de su nariz toca con la mía y cierro los ojos ante la sensación que provoca dentro de mí. Con Gonzalo a mi lado me desligo de todo. Olvido de quien soy, de donde vengo, mis problemas y las responsabilidades que cargo sobre mis hombros. Sus labios apenas rozan los míos, pero unos pasos acelerados se hacen escuchar seguido de un par de golpes en la puerta.

- Disculpen que los moleste pero...- la voz de Chiara se pierde, suena nerviosa- ¿Puedo pasar? Necesito decirte algo hermanita.- miro de reojo a Gonzalo que alza una ceja en mi dirección.

- Pasa...

- Olvidé de decirte que Armani ha adelantado la publicidad del lanzamiento de la nueva fragancia y...- abre los ojos avergonzada al vernos con la ropa que teníamos puesta anoche sobre la cama y la sabana que nos cubre- Tengo con que cara mirarle a Cecilia porque es la mía, pero al menos me hubieses avisado.- mi hermana me mira mal.

- Nos has interrumpido por algo, dime cual es el motivo.- su celular que lo tiene a mano me lo tiende y veo la pantalla- ¡Lo han adelantado para hoy!- el brazo de Gonzalo que me rodea se tensa a medida que el video se reproduce.

- Te llamaron anoche después de que desapareciste con cierta persona... Bueno, en realidad no me llamaron a mí.- mis ojos se dirigen a ella con el ceño fruncido- Míralo bien y veras que no miento.- me sonríe al ver que el teléfono no es de ella, sino que es el mío.

- Esto significa que...

- La repercusión que tenga hoy, mañana tendrás conferencia.- me interrumpe y con su mirada se disculpa- Has sido noticia toda la semana sobre la relación inesperada con Gonzalo que eres el personaje más googleado en los últimos cuatros días...

- Y ellos aprovecharon su oportunidad ya que soy la cara de su producto.- termino la frase y ella asiente- No me molesta, solo espero que sea buena. Ellos no serán los que reciban las malas criticas.- Chiara se ríe y pongo los ojos en blanco.

- No los molestaré más, Mattia ha de estar maldiciendo por despertarlo temprano y de Mauro no quiero imaginarlo, de tan solo abrirme la puerta no me ha hablado...- se acerca a mí y besa mi frente para luego retirarse de la habitación.

- Te ha dicho hermanita,- Gonzalo habla cuando Chiara desaparece- ¿Chiara es mayor que vos?- dejo el celular a un lado- No me había llamado la atención hasta que tu gemela lo menciona justo ahora...

- No por mucho, solo cinco minutos.- me encojo de hombros uniendo mis labios a los suyos en un corto beso- Siempre ha sentido la necesidad de protegerme de todo lo malo, incluso sufre cuando me lesiono... Es algo inexplicable. Pero eso si, el color de sus ojos no lo encuentras en los míos.- acaricio su mejilla y éste se ríe.

- Nunca me llamó la atención, estoy familiarizado a ver los ojos más comunes que son los marrones.- se empuja a sí mismo para sentarse y apoyar sus pies en el suelo- Pero los tuyos me fascinan, me pierdo fácilmente en ellos...- dice cuando estoy rodeada por sus grandes brazos guiándolo a la silla de ruedas- Es difícil no hacerlo si son más claros que los míos.

- Nada de otro mundo. Hay personas que tienen colores celestes, verdes y grises como los de mis hermanos...- le resto importancia pero he tenido envidia a ellos porque son del mismo de nuestra madre y el mío de nuestro padre- Aprovechemos este día para internarnos en el gimnasio.- lo acomodo en la silla y toco sus musculosos brazos que se tensan ante el contacto- Has perdido mucho músculo y eso no me gusta.- nos reímos mientras salimos de la habitación.

En la cocina nos esperan Micaela, Ramiro, Virginia para mi sorpresa y Mauro con cara de pocos amigos... Chiara tenía razón. Entrecierra los ojos al verme y luego resopla negando con la cabeza. Mi amiga le dice algo al oído, lo único que dice es: Ya se que no es, pero ver su rostro me la recuerda. Se refiere a Chiara quien le ha interrumpido su sueño. Le hago caso omiso, sino empezaré una pelea y terminarán echándome de la vida de Gonzalo, eso es lo último que quiero. Me acerco a mi amiga a abrazarla mientras ella me sermonea que a pesar de lo de ayer aún las tengo abandonadas, incluyendo a Eva. Saludo a Micaela y a Ramiro que me reciben con otros grandes abrazos.



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En el texto hay: suenos, amor, discapacidad

Editado: 01.06.2018

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