Amor, somos tóxicos

Capítulo 4: la invitación

---¿Qué te hace creer que miro a todo el mundo así? ---dijo. Sentí mi estómago revolverse al no comprender bien lo que quiso decir con esa pregunta. Él sigue sin despegar su mirada de mi; en cambio yo, como la tonta que soy, no emito palabra alguna.

Lo observe detenidamente aun sin hablar, está parado con una mano en su Jean negro y la otra apoyada en el paredón, levantándola de ahí nada mas que para darle una calada a su cigarrillo, acto que comete bastante seguido. Su mirada color avellana sigue sin despegarse de mi, haciéndome sentir totalmente desprotegida, como si supiera que él sabe todo lo que está pasando en este preciso momento por mi cabeza.

Me intimida, lo está haciendo justo en este momento como lo ha hecho las otras dos veces que lo he visto.

---Sal conmigo ---dijo de una forma bastante autoritaria, dejándome completamente perpleja ante sus palabras. Chicos me habían invitado a salir anteriormente hace unos años, pero nunca con esa autoridad ni con esa brusquedad.

---¿Qué? ---Fue lo único que salió de mi boca. No me queda duda alguna que estoy quedando delante de él como una niña estúpida, pero en este momento no me importa, este chico es raro.

---¿Eres sorda? ---Su tono burlón se hizo presente. Llevó su mano libre hacia su cabello y lo alboroto un poco dejando que se acomode cada mechón negro en su lugar.

---No voy a salir contigo ---Dije bastante obvia. Por supuesto que no lo haría, no podría hacerlo; apenas y lo conocía, es mas, ni siquiera lo conozco. Solo se que se llama Javier, es sumamente raro y se divierte poniéndome nerviosa con su mirada penetrante. Solo lo vi tres veces de casualidad, no, no saldría con él.

---¿Por qué no? ---Preguntó tranquilo, como si supiera de antemano que es lo que respondería. Ladeó su cabezo hacia un lado y entrecerró levemente sus ojos.

---Porque no te conozco ---Conteste sin saber que mas decir.

---Yo tampoco te conozco, solo se que te llamas Nina y que quiero salir contigo esta noche ---Abrí levemente mis ojos. No se bien que es lo que estoy sintiendo en este preciso momento, solo se que es entre sorpresa, nervios y una vibra bastante anormal que me pide a gritos que me largue lejos del pelinegro.

---Lo siento, no ---Fue lo único que me limite a decir, clave mis pies en el césped y me levante del columpio para asi poder ir adentro de la casa y huir de la incómoda situación que me atraviesa.

---¿Ah, no? ---Su tono amenazante hizo que un escalofrió recorra mi espalda---. Pues yo estoy seguro que saldrás conmigo. ---Una sonrisa asomo por sus labios luego de guiñarme un ojo, sin poder evitarlo fruncí mi ceño, esta vez bastante molesta por sus palabras.

---No estés tan seguro ---En toda la conversación esta vez fue la única en la que mi voz sonó fuerte, no me ha agradado su tono autoritario queriendo suponer que es lo haré y lo que no.

---Nos vemos cuando salgamos ¿Esta noche? ---Dijo aun con una estúpida sonrisa situada en su rostro. Dando una última calada al cigarro y arrojando los restos a mi jardín se dio la vuelta y se alejo dejándome completamente atónita y confundida.


...


Mire el reloj de la sala el cual marca las 16:22 de la tarde. Ya habían pasados unas cuatro horas desde que había almorzado y aún nadie llegó. Aunque desde la pequeña charla rara que protagonice en el jardín con Javier, no he podido pensar en otra cosa.

El chico es raro, y a pesar de que algo me dice que debía alejarme de él, la curiosidad me quema por dentro, las ganas de saber quién es y porque se comporta como lo hace me consumen. Sin duda alguna Javier, a pesar de que no acepte salir con él por motivos obvios, me intriga. Solo espero que lo que dijo, antes de irse, solo haya sido una broma y no se le ocurra aparecerse para salir esta noche.

Cuando el reloj marco las 16:50 la puerta se abrió dándole paso a mi hermano con una chica la cual desconozco por completo. Despejando mi mente de cualquier tipo de pensamiento que ronda por mi cabeza con respecto a la charla, me levante del sofá y fui a recibirlo. La cara de Marco no fue la que me espere que haría cuando me viera, se puso pálido y abrió sus ojos sorprendido.

---Estas aquí, Nina ---Dijo algo nervioso, detrás de él una castaña bastante bonita esta colgada del brazo de mi hermano.

---Pues si, Marco ¿Dónde se supone que ire? ---Una risa nerviosa escapo de la boca de él y de la castaña. Los dos se miraron entre si y luego me sonrieron--- ¿Hola? ---Dije dirigiéndome a la chica, la cual se enderezo y se posicionó delante de Marco. Sus manos viajaron a mi rostro y beso cada una de mis mejillas con completa amabilidad.

---Hola, Nina. Me presentare yo misma ya que dudo que tu hermano lo haga sin tartamudear ---Habló ella bastante simpática ---Me llamo Valentina y soy novia de Marco.

¿Novia de Marco?, vaya me ha caído como un balde de agua fría. Nunca me autodenomine a mi misma como una hermana celosa, pero que Marco no haya tenido la confianza para contarme que tiene novia me ha dolido un poco. Se perfectamente que todo este tiempo en el que hemos estado separados él no ha estado solo, pero nunca me hubiese imaginado que tenia novia y no me lo había dicho.

Marco me miro apenado y yo, si duda, no le tire una mirada con mucho amor.

---Es un gusto conocerte ---dije sonriéndole a Valentina. Ella no tiene la culpa de que mi hermano sea un traidor. 
Yo le he contado hasta cuando tenía 13 y casi vomite cuando mi crush estaba a punto de besarme.

Maldito traidor, esta no se la perdonaría fácil.


...


Después de la presentación resulta que Valentina es una chica bastante simpática, estudia ingeniería y sale con mi hermano hace 6 meses. Cosa que aún no puedo creerlo ya que si bien yo estaba en el hospital en ese tiempo, podría habérmelo dicho en una de sus pocas visitas.

---Voy a buscar el postre ---Marco se levantó de la mesa y desapareció dirigiéndose a la cocina.



#38599 en Novela romántica

En el texto hay: sexo, obsesion, amor

Editado: 23.07.2019

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