Capítulo 11: la pelea

---Primero: le estoy hablando a mi hermana ---la voz de Marco salió dura y cortante, dándole a entender a cualquier persona que esta jodidamente molesto. Lo observe comenzar a acercarse hacia mi y Javier levantando dos dedos ---. Segundo: quita tus asquerosas manos de ella ---La mano de mi hermano se dirigió a mi brazo para agarrarme fuertemente de el y quitarme del lado de Javier. Sentí un ardor seguido de un dolor provocado por el fuerte apretón de Marco---. Y por ultimo: el único problema en este jodido momento eres tu, por lo tanto te quiero bien lejos de ella ¿entendido?.
Mire a Javier, el cual maneja una mirada tranquila, y luego observe a todas las personas que se pararon a nuestro alrededor esperando ansiosos la respuesta del pelinegro. La desesperación me invadió y me acerqué a mi hermano para susurrarle que por favor no monte una escena.

---No te voy a enumerar tres cosas como vos lo hiciste ---comenzó a decir javier ---Sólo te diré una cosa; ningún niño estúpido va a venir a decirme lo que debo hacer ---Javier se acercó a Marco y se paró a sólo unos milímetros de su cara, quedando frente a frente ---¿Entendido?

Y sorprendiéndome por completo lo hizo, Marco cerró su puño y lo arrojó contra el rostro de Javier provocando que se tambalee por unos segundos hacia atrás. La desesperación me invadió por completo y antes de que pudiera apartar a Marco Javier se arrojó hacia él causando que los dos caigan al suelo, Javier se posiciono arriba de mi hermano comenzando a tirar golpes contra su rostro mientras Marco intenta apartarlo.

---¡Ya basta, por favor! ---grite desesperada intentando tocar a alguno de los dos para que se detengan. Lloriquee como tal niña que no sabe que hacer cuando provoca semejante problema. Todo esto es mi culpa. 
Observe a Marco levantarse cuando distrajo a Javier con una patada en el estómago seguido de un puñetazo. Por mas que les suplique los golpes no cesan, sangre comenzó a brotar del rostro de los dos.
Todos observan la pelea desde sus lugares, pero nadie se dispone a ayudar para apartarlos. 
Sin saber que mas hacer me metí entre ellos para intentar que entren en razón y dejen de golpearse, pero no recibí más que un gran puñetazo proveniente del pelinegro. Un gran dolor en mi mentón comenzó a expandirse y caí al suelo sin soportar el peso de mi cuerpo. Un gran silencio inundó mis oídos por unos segundos pero fue interrumpido por el grito de mi hermano.

---¡¿Que mierda has hecho?! ---gritó. No escuche contestación alguna de Javier y senti unas manos tomándome por los brazos para ayudarme a levantar. El dolor recorre cada parte de mi rostro y siento como algo de sangre se desliza por mi mentón ---. Suéltala ahora mismo ---siguió hablando Marco. Levante mi rostro para corroborar que es Javier quien me está sosteniendo, mis ojos buscaron los suyos y al encontrarlos sólo pude notar un color rojizo en ellos. Reaccione por un momento y me di cuenta de lo que había sucedido, me había dejado esos minutos sola para irse a drogar con sus amigos.

---Lo siento tanto, muñeca ---habló bajito. Su mano viajo a mi cabello moviendolo hacia un lado y observó el lugar donde el golpe fue detonado con una mirada completamente apenada ---. Juro que no fue mi intención, es que no te vi. El golpe no era para ti, dime ¿Te duele mucho?

---¿Estás drogado? ---pregunte ignorando sus palabras, por alguna extraña razón algo de desilusión se expande por mi pecho. Sus ojos se abrieron levemente y me miró algo sorprendido, me dispuse a esperar su respuesta pero la voz y el agarre de mi hermano lo interrumpieron.

---Te he dicho que la sueltes, maldito idiota. Mira como la has dejado ---la mirada de Javier no se despegó de mi ni un segundo e ignoró completamente las palabras de mi hermano ---. Déjala en paz de una maldita vez ---sin poder escuchar contestación alguna de Javier la mano de Marco comenzó a dirigirme hacia la salida de la fiesta. Gire mi cabeza hacia atrás para divisar a Javier parado, viéndome alejarme.

Sacudi mi cabeza y centre mi atención en mi hermano, esta de espaldas a mi pero puedo notar de todas formas que esta cabreado y furioso.

---Sube al auto ---Dijo sin mirarme, abrí la puerta y obedecí. En menos de un segundo su cuerpo ya se encuentra sentado en el asiento de conductor prendiendo el auto y poniéndolo en marcha.
Lleve ambas manos a mi rostro y cerré los ojos intentando asimilar que fue lo que sucedió y en que momento se salió todo de control. Sentí una punzada de dolor en mi mentón, el cual debe de estar hinchado y tornándose morado, y automáticamente el rostro de Javier se cruzó por mi cabeza.
La decepción que sentí hace unos segundos volvió mientras intento entender por qué no pudo esperar a drogarse en otra ocasión, por qué tuvo que alimentar la provocación de mi hermano y terminar yéndose a los golpes. De nuevo esa sensación de alerta apareció, esa parte de mi que me dice a gritos que debo alejarme de él porque lo único que hará es causar problemas se encendió.

---Lo siento ---dije sin esperar contestación alguna por parte de mi hermano. Sentí su mano tomar la mía de una forma calida, transmitiéndome tranquilidad. Lo mire, la culpa me invadió al ver su rostro manchado por sangre. Su pómulo esta hinchado y algo de sangre brota de él al igual que de su labio; el cual está partido. Seguramente tendrá un par de moretones mañana.

---No tienes que disculparte por nada ---Dijo suave, pero su expresión seria no se borra ---. Hazlo con papá, debe estar como loco buscándote ---Recordé las palabras de mi padre diciéndome que me quede en la casa mientras él salía. De nuevo sentí culpa.

---Tienes razón ---respondí sin saber que mas decir, agaché mi rostro y me dispuse a mirar mis manos.

---¿Que sucede, Nina? ---pregunto mi hermano mirándome con cierta confusión en su rostro ---¿Desde cuando desobedeces? ¿Desde cuando te escapas? ---siguió preguntando de una manera desenfrenada ---. Tu no eres así, apuesto lo que sea que es ese idiota el que quiere meterte en problemas y te hace hacer cosas que no quieres hacer ¿Acaso no te das cuenta que él no te conviene?