Camila cuando salió de casa de Johan con todas sus cosas, ni siquiera fue para mirarlo o despedirse de el, aunque por dentro se sentía mal por hacerle eso, solo sintió como el la miraba irse sin decir nada. Paso una semana y Camila intenta no pensar en el, poco a poco lo está olvidando. Porque tiene cosas más importantes en pensar, el por el cambio la piensa al despertar y al dormir aunque en sus planes no esta hacer nada porque bien sabe que el no le interesa, lo odia sin saber el porque.
Carlos tuvo que salir de emergencia ala cuidad y atender sus negocios de la cuidad, Camila no quiso acompañarlo ya le gustaba SU rancho y pasar tiempo en el campo.
Ese día Johan estaba solo en el rancho, era domingo y nadie trabajaba, estaba solo en el rancho, Carlos no podía venir y ayudarle con su cabello enfermo. No le quedó más solución que ir a buscar a Camila.
—¿En qué te puedo ayudar?. Tengo cosas que hacer y más importantes que hablar contigo.
—No es porque quiera hablar contigo. Pero mi caballo se enfermo y necesito de tu ayuda para poder curarlo, mos trabajadores hoy no trabajaron estoy completamente solo en mi rancho, y solo ati te puedo pedir ayuda ni carlos esta. Porfavor ayudame, si no fuera tan importante ni te molestaria creeme, se que no caigo bien... Por favor Camila.
El caso le ruega, y no porque la quiera a fuerza con el si no porque encerio le importa muchísimo su caballo, es su favorito y un regalo de su papá. Camila por dentro muere por decirle que si con tanto gusto, pero no tiene que dejarse llevar y se da su lugar no queriendo.
—Esta bien. Vamos, pero que sea la primera y la ultima vez que voy contigo a algun lado.
—Si, si, si. Vámonos...
Mientras van en el camino, el se explicada todo lo que tienen que hacer y ella acepta.
—¿Entonces no te da miedo las agujas?.
—Claro que no. Soy alguien valiente, ¿Por quién me tomas?.
Johan no dice nada y sigue manejando. Cuando llegan al rancho el prepara la inyección con el medicamento adecuado, el sabe porque es veterinario. Después lo acaricia e entretiene mientras Camila rápido lo inyecta. Cuando Johan ve que lo lograron sonríe feliz victorioso y sin pensarlo los dos estan riendo felices.
—Oh bonito, ya es estarás bien.. –Johan abraza asu caballo y Camila lo mira–.
—Se nota que estás más enamorado que nada por tu caballo.
El se aleja de su caballo y la mira, pero Camila decide cambiar de plática antes de ponerse nerviosa.
—Ahora solo queda esperar a que el medicamento haga efecto.
—Muchas gracias por haber hecho el sacrificio de venir. Sempre estare agradecido contigo por esto encerio... Vamos a llevarte, no quiero entretenerte más en que hagas tus cosas.
El empieza a recojer todo, y ella aún no quiere irse. Ahora quiere estar junto el y conocerlo.
—Mis cosas pueden esperar. Mejor vamos a pasear a caballo juntos para distraerme un poco con alguien, me siento muy aburrida en casa sin papá.
Johan alza las cejas sorprendido porque ahora ella, precisamente ella quiera salir a montar con el.
—¿Estás segura...?. No quiero que te incomode o..
—Estoy bien... Vayamos.
Alistan los caballos y salen juntos del rancho, hasta llegar al río ambos se detienen y miran como el agua se ve tan rica paea nadar.
—Hay que meternos al rio, se ve el agua riquisima. –Ella se baja del caballo pero Johan no–. Anda johan bajate. Ya se que no nos hemos llevado bien pero quiero que las cosas cambien entre nosotros, tu nunca me has echo nada y quiero llevar una relación cordial contigo... Por el bien de mi papá claro, el lo ha dado todo por mi y yo tengo que devolverle algo.
—Me alegra saber que piensas así...
Johan se baja de su caballo y amarra a los caballos alrededor de un tronco grueso de árbol.
—No me conoces y nada de lo que te imaginas soy...
El levanta las manos en zona de paz, haciéndole saber que no dira nada. Ambos se quitan las botas y se miran.
—Alas tres saltamos... ¿Lista?.
Camila no responde y mira al agua, se ve ondo y tiene miedo. Así que Johan se burla de ella.
—No me diga que tienes miedo...
—Si ¿Y?. Todos podemos sentir algo, saltemos juntos los dos. ¿Me tomas de la mano?.
Ella la alza para que la tome, pero antes Johan la mira... No puede creer que antes no lo soportaba y ahora le este pidiendo que la tome de la mano porque tiene miedo saltar al agua, pero con cuidado la toma y entrelazan los dedos. Ala cuenta de tres saltan juntos y cuando están entre el agua se alcanza escuchar sus fuertes risas.
No hablan tanto pero si que ahora empezaban a mirarse de otro modo, solo se divertían mucho, ambos se tiraban agua al parecer a Camila ya se le habia olvidado el odio que sentía por el. Johan sale primero del agua y le da la mano a Camila para ayudarla a salir.
La estira fuerte y Johan resvala... Camila cae arriba de el, quedaron muy juntos de la cara y cerca de sus labios y los dos se miran por unos segundos... Hasta que Camila se levanta y ahora ella es quién le da la mano a el para levantarse.
—Perdon...
—No te preocupes fue un accidente., Pero ve como estamos de empados... –Habla el riéndose y después a Camila también le causa gracia–.
—Tienes razón.
—Vamos a casa, tengo ropa chica que te puede quedar. Porque no puedes regresar a casa así.
Regresan ala casa, y Johan la lleva a un cuarto donde todos los muebles están cubiertos de sábanas blancas, safa una y en un ropero hay mucha ropa de mujer.
—Aqui hay mucha ropa que era mi madre, aún la conservo. Escoje lo que quiera ponerte...
El se hace a un lado y Camila mira todo, todo le parece hermoso y mira cosas que podría mejorar, porque ella es diseñadora de modas y sabe mucho sobre ropa. Hasta que mira un vestido blanco muy bonito como para botas y lo toma con los ojos brillantes.