Amanda.
No he podido dormir en toda la noche, hoy le dije a Max que me quería quedar en mi departamento, de cierta forma pensé que él inistiría en quedarse conmigo pero no lo hizo y me alegra. Hice el vídeo como unas 7 veces, aunque desde el primero que hice sabía que estaba bien. Tengo tanto tiempo sin utilizar mis redes sociales que a penas lo subí comencé a tener muchos me gusta y comentarios de la gente curiosa preguntando donde estaba, no respondí ninguno de esos comentarios. Las aplicaciones han tenido mayores descargas y superaron las espectativas. Pero no he dejado de pensar en ese comentario... Sólo uno fue el que me hizo estar alerta, ya sabía en lo que me estaba metiendo.
''Ya sé donde estas cariño, nos vemos pronto". - Adam.
Tengo miedo. Quiero llamar a Max y alertarlo pero no creo que sea buena idea, no quiero que se preocupe por mi, ya sé defenderme o por lo menos eso creo. He tomado tanto café que perdí la cuenta de cuantos he tomado, miro la oscura noche que recubre mi ventana y el pequeño parque parece misterioso y peligroso al mismo tiempo.
Ya son casi las 5:00 am y el sueño se apodera de mi. No me acuesto en la cama, mi cuerpo se siente tan pesado que no tengo fuerzas para moverme, acomodo la manta sobre mis piernas y dejo que el sueño se apodere de mi.
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Escucho el timbre sonar insistentemente a lo lejos, me masajeo el cuello mientras camino a la puerta, fue una mala idea dormir en el sillón. Recuerdo lo que hice anoche y me detengo en seco frente a la puerta.
- Muñeca, soy yo. Escucho la voz de Tom al otro lado de la puerta.
Abro la puerta y me tiro en sus brazos. Aparece justo cuando lo necesito.
- Vi el vídeo, no es por nada muñeca pero sales preciosa.
- Hola para ti también pequeño Tom.
Tom tiene una sonrisa elocuente en sus labios y revuelve mi cabello para hacer énfasis de que la pequeña soy yo.
- ¿Por qué lo hiciste?. Sabes que puede ser peligroso para ti.
- Lo hice por Max... y tarde o temprano me tengo que enfrentar a mis padres y a Adam, ya no les tengo miedo o por lo menos no tanto como antes.
- Esa es la Mandy que conozco, fuerte y decidida a luchar por los que quiere.
Me limito a sonreír y Tom me mira de pies a cabeza. Antes de que diga lo que sé que va a decir, voy al baño y entro en la ducha.
Cuando regreso a la sala ya lista. Tommy está en la cocina preparando un jugo de naranja.
- Tienes suerte que no estén dañadas, tienes que ir a la tienda a comprar comestibles, no tienes mucho aquí.
- Lo sé, es que ya casi no me quedo aquí y cuando lo hago ya he comido o Max pasa temprano por mi y desayunamos juntos.
- ¡Que cuchis!. Dice emocionado haciendome sonrojar. Somos casi que inseparables.
Salimos de mi departamento y nos vamos en la motocicleta de Tom. Hoy ambos pedimos el día libre y con suerte Max dijo que solo esta vez nos lo iba a permitir. Pero sé que lo hace porque Tom y yo tenemos tiempo sin pasar tiempo juntos, el trabajo nos ha tenido muy ocupados.
Llegamos a un pequeño centro comercial que no había visto antes entramos.
- Tommy... estos días Max ha actuado un poco raro, será que le pasa algo que no me quiere contar.
Mi tono es más como una afirmación que como una pregunta.
- Debe ser estrés. Dice muy seguro.
- Pues no estoy convencida creo que es algo más...
Como si no hubiera dicho nada, Tom tira de mi brazo para que entre en una tienda de difraces con él.
- ¡Vamos a divertirnos!. Chilla emocionado.
No puedo negarme a ayudarlo a escoger su disfraz y divertirme midiendome unos en el proceso. Comenzamos probandonos unos a juego como el de sal y pimienta, caperucita roja y el lobo, popcorn y soda, incluso nos vestimos de hadas.
- Que vaquero tan guapo. Comento después de ver el sexto disfraz que se ha puesto Tom y creo que es el correcto. Tom se mira en el espejo.
- La belleza natural es algo que no se puede ocultar muñeca. Ruedo los ojos. - Pero para tu buena suerte este es el que me quiero llevar.
- La verdad tengo muchas ganas de dormir Tom.
- Nada de dormir perra. Tenemos que hacernos manicure y necesito que me ayudes para verme bien mañana en la fiesta.
- Pero Tommy ya tienes el disfraz ¿Qué más necesitas?. Es solo una fiesta de disfraces.
- ¿Qué? Acaso no estas emocionada, dicen que va a estar increible.
- Nunca me ha emocionado mucho el halloween y Max no me ha dejado ni ver el disfraz que compro para mi.
- Yo lo vi, es más yo lo ayudé a escogerlo.
- ¿Por qué me lo dices hasta ahora?. ¿Cómo es?.
- ¡Viste que si te emociona!. Dice ignorando mis preguntas y sé que no me dirá nada al respecto.
- ¿Desde cuando tú y Max van de compras juntos?. Pregunto curiosa. Tom vacila un poco antes de responder.
- Desde que somos amigos. Comenta como si fuera lo más normal del mundo. Sin más entra en el probador.
Saco unas galletas de mi bolso y me acomdo en mi asiento. Minutos después salimos de la tienda y tengo la sensación de que alguien nos vigila pero miro atentamente a mi alrededor y no veo a nadie fuera de lo normal o eso creo.