PRÓLOGO

<<Para el amor no existe talla>> Eso era lo que pensaba, mientras observaba la foto de mi prometido, a menos de un mes para casarnos, aún no creía que esto estaba a punto de suceder. yo una chica con sobrepeso, me casaba con uno de los solteros más codiciados y yo Genesis Wood, había ganado su corazón. 

Me deslicé de la cama y me bajé de ella, me puse mis zapatos y fui directo a mi auto. vivía en el campus de la universidad, aunque si yo hubiera querido tuviera el mejor departamento de la ciudad, pero existía una sola razón para no hacerlo. 

Quería sentirme como una chica normal, si las personas se enteraban que era hija de empresarios más importantes en el mundo de modelaje, no me dejarían en paz, chicas con falsa amistad queriendo una oportunidad para salir en las revistas de mi madre, incluso hombres queriendo ser parte de la empresa de mi padre y aún peor, conseguir una cita con mi hermana melliza Dafne. 

Los dueños de las empresas Wood: Matías y Samantha Wood, él un empresario, dueño de varias textileras, que ofrecían a muchas empresas las mejores prendas de vestir; ella una exmodelo, con su propia revista y agencia de modelos, padres de un par de Mellizas, la hermosa rubia, de cuerpo escultural Dafne Wood y por el otro lado la oculta Génesis Wood, es decir yo, no era exactamente una modelo, digamos que era la parte inteligente y mi hermana tenía la belleza. 

Tomé mi auto y me dirigí al apartamento de mi novio, se iba una semana de viaje y quería darle una sorpresa, le había puesto la excusa que tenía mucho que estudiar para mis exámenes finales y saldría tarde, pero todo fue mentira para ir a su apartamento, prepararía una cena especial y darle una despedida como es debido. 

Tómas era mi prometido, lo conocí por una fiesta que mi padre había organizado hace un par de años, empezamos a conocernos, él no sabía sobre mi familia y después de un año le conté la verdad, nos hicimos novios y a los pocos meses nos comprometimos. Después de este viaje él y yo iniciamos con los preparativos para la boda.  

Llegué al apartamento de mi novio y cuando iba a meter la llave, la puerta se abrió. Esto me pareció raro ya que se suponía que Tómas no estaría aquí, el temor me inundó de pensar que un ladrón podría estar en la casa. 

Miré a los alrededores, tratando de buscar algo que pudiera servirme para defenderme en caso de que alguien desconocido apareciera en alguna de las habitaciones. Al no encontrar nada, me quité uno de mis zapatos. Escuché ruidos provenientes de la habitación de mi novio, así que caminé de manera cautelosa hasta llegar a su puerta, abrí de manera lenta y me encontré con la cama desordenada, zapatos, pantalón y camisa de Tómas. 

Me puse el zapato que tenía en mi mano y recorrí la habitación. 

Eso sí que era raro, al rodear la cama mi sorpresa fue encontrarme con un sostén. Sentí un dolor en mi pecho, solo de imaginar lo que había pasado en esta cama. De pronto escuché gemidos provenientes del baño y mientras me dirigía a la puerta me encontré con un vestido, pero este no era de cualquier mujer, yo conocía quien lo usaba, quien utilizaba estas prendas 

— ¡Tómas! — Escuché el nombre de mi novio, proveniente de una voz femenina, aún con el corazón destrozado, caminé hacia el baño, ya sabía lo que iba a encontrar detrás de esa puerta, pero quería confirmarlo con mis propios ojos, aunque eso implicara que mi corazón dejara de latir. 

Entré y vi la silueta de dos personas en el baño, un hombre y una mujer. Tomé la puerta de vidrio y la corrí, tal y como lo había sospechado, mi novio, mi prometido estaba en la regadera con una mujer, desnudos, mas no se trataba de cualquier mujer sino de mi hermana. 

Tómas me miró con sorpresa, pero Dafne me vió con superioridad y un toque de burla. 

— ¡Génesis! pero… pero ¿Qué haces aquí? — Él se separó de Dafne y se acercó 

— ¡Púdrete! — fue lo único que dije al borde del llanto, salí de aquella habitación — 

— ¡Génesis! ¡Génesis! — Tómas gritaba mi nombre, pero ni loca me detendría. 

Tomé el ascensor y presioné botones, no tenía idea de lo que hacía. Sentía mi corazón en la garganta, acompañado de la incapacidad de respirar y un nudo en el estómago, tenía náusea, solo de recordar lo que había visto segundos antes. 

Me dolía, era como un tiro directo al corazón, una puñalada por la espalda, no me importaba si él me engañaba, si lo hacía con alguna zorra de la oficina o del edificio ¡Pero mi hermana! ¡La persona que más me odiaba en este mundo! Cuando pensé que Tómas era lo único bueno en mi vida, la primera persona que puso sus ojos en mí y no en mi hermana, cuando creí que me casaría, viene ella y como lo hace siempre se interpone y termina con mis sueños. 

 Dafne Wood, era una de las peores arpías, la odiaba tanto. 

Salí del edificio hasta llegar a la carretera, no tenía idea qué rumbo tomaría, solo quería irme lo más lejos de este lugar, mis pasos fueron apresurados y crucé la carretera, ni siquiera ví hacia los lados, lo último que recuerdo es un auto rojo viniendo directo hacia mi.