Una huida silenciosa

El sol se ocultó,

la noche cayó,

una vela fue encendida para tratar de extinguirla,

no podía cesar de hacerme mal,

y despiadado cerraste el libro sin dejarme ver el final.

Una silueta se dibuja en mi mente,

en mis oídos una voz dulce aparece,

¿es real?... ¿es falsa?

ruego a mi mente y a dios dejar la duda intacta.

Mis sueños reclaman su ausencia,

el insomnio apoyó a la defensa,

y mi corazón dictó sentencia.

El último rayo del sol quemará mis últimos recuerdos y sentimientos por ti,

el corto inicio de una novela en estos momentos deja de existir,

y mis salidas de llanto se cierran al fin.

En mis ojos se refleja el mensaje de una estrella,

mis amigas y la misma luna,

jamás permitiremos que tu corazón muera;

recuerda que una herida siempre se cierra,

y la noche nunca es eterna;

compártenos tu tristeza caminando con nosotras en esta noche serena.

El leve frío navegante en el ambiente,

consigue apaciguar mi mente,

el dolor de un amor,

tarde o temprano enviará su mensaje de adiós.