Agosto 25, 2019 - Barreras caídas

Levanté salvaguardas,

muros impidiendo que nada entrara.

La valla crecía con cada día que pasaba,

y súbitamente llegas echando todo abajo con una mirada.

Aún me acuerdo de ti,

y creo que jamás te agradecí,

le diste un giro a mi existir.

Eras un enemigo desconocido,

desde ese momento supe que estaba perdido,

no sabías qué armas usar contigo,

el si debía ser ofensivo,

o dejarte hacer lo que quisieras conmigo.

Estaba en serios problemas,

mis ojos no dejaban de buscarte,

en cada cruce de mirada acertabas,

no lograba controlarme,

era al nuevo a lo que enfrentarme,

y por lo visto inevitable.

Mi familia estaba presente,

ajenos a todo lo que se vivía en mi mente,

estaba deseando acercarme y verte,

pero seguro estaba de al solo intentarlo desvanecerme,

cayendo al piso totalmente inerte.

Mis barreras se vinieron abajo,

no estaban funcionando,

todo lo que por años alimenté,

ese día se hacía pedazos;

cruel fuiste al mirarme,

y cruel y despiadado fuiste al no marcharte.

En aquel tiempo,

una sólida coraza cubría mi mente y corazón,

la golpeaste fuerte y sin razón,

y toda cuanta cosa albergaba dentro,

deseaba escapar sin dialogar.

El hecho me sobrepasaba,

y en ese momento supe que debía cambiar las reglas de la jugada;

llegaba el momento de revelar mi secreto,

o al menos morir en el intento.

Fue una decisión difícil de tomar,

pero ya no podía cargar con esto yo solo;

a alguien le debía contar,

o terminaría volviéndome loco.

La vería dos días después,

solo esperaba no llegarme arrepentir,

o engañarme y pretender creer,

que estaba perfectamente bien así.