Amor y Gloria

Capitulo 6: Una mínima señal

-Ese amigo tuyo es un desastre, mirá los cambios que metió. ¡Cualquier cosa!

-No es mi amigo -refunfuñó Gloria, pero su hermano no le contestó. Ella siguió preparando la cena y la comida del día siguiente, mientras Felipe continuaba mirando la televisión con un gesto indignado.

-¡Cómo nos van a ganar esos negros muertos de hambre que ni para limpiarse el culo tienen!

-¡Felipe esa boca!

-Ni me nombres a Boca.

-No te hagas el piola o tiro ese televisor a la mierda.

Felipe no respondió mas nada, solo se cruzó de brazos, viendo cómo Argentina perdía con Venezuela. Mientras pelaba las papas, Gloria trataba de no escuchar cómo los relatores y periodistas destrozaban al nuevo DT.

Dejó las papas y miró la televisión, allí mostraban a Scaloni caminando de acá para allá, dando órdenes, haciendo gestos, cada vez más enojado con los árbitros, los jugadores, con él mismo. Gloria sintió una enorme pena y una necesidad de hacer algo, aunque no sabía qué.

-Pobrecito -se le escapó, y su hermano la miró.

-Qué pobrecito ni nada. Pobrecito Messi que tiene que jugar con todos esos muertos.

Cuando el partido terminó, Felipe se fue a la calle, a pesar de que ya estaba bastante oscuro. Ella lo llamó pero el chico ni caso le hizo. Gloria pensó que ahora su hermano volvería a lo de antes, ya no le tenía respeto ni a ella ni a Scaloni.

-Este pendejo hediondo, ¿será posible que tenga que pasarla tan mal yo?

Miró la televisión que aún estaba en el canal de deportes y todavía le estaban dando a Scaloni con toda la saña y alevosía que encontraban. Volvió a concentrarse en la imagen de él, sintiendo tristeza otra vez. Agarró su celular, todavía no lo entendía muy bien, y suspiró dejándolo sobre la mesa.

Felipe regresó dando un portazo y ella lo llamó. De mala gana el chico caminó hasta ella.

-¿Me hacés un Instagram?

Su hermano levantó una ceja, mirándola.

-¿Para qué querés eso vos?

-¿No puedo tener uno? Igual no quiero subir fotos ni nada, lo quiero porque Romina siempre se gana algo en sorteos que hacen ahí.

Aquello era una mentira grande como una casa. Bueno, no del todo, era verdad que Romina siempre tenía una suerte demasiado privilegiada y se ganaba todo; lo que era mentira era que ella quería tener Instagram para participar en sorteos.

Con poca convicción, Felipe manipuló su teléfono hasta que le preguntó cómo quería llamarse.

-¿Y cómo va a ser? ¡Gloria!

-Ya sé tonta, pero tu usuario. Bueno, lo invento yo.

Siguió toqueteando cosas, Gloria volvió a la cena. Antes cambió de canal, ya no soportaba más escuchar las barbaridades que se decían allí.

-Listo -Felipe le dio el celular a su hermana-. Ahí lo tenés. Tu contraseña es "felipeelmasgrande"

Gloria rodó los ojos con fastidio, pero se rió y su hermano también. Era algo que no compartían a menudo, las risas.

Cenaron en silencio mientras miraban una telenovela turca que no entendían. Cuando terminaron, Felipe se bañó y se fue a dormir. Ella se quedó lavando y acomodando un poco la casa, y cuando todo estuvo listo para el día siguiente, tomó el celular y entró a la nueva aplicación. Se pasó una mano por la cara, pensando, antes de escribir en el buscador dos palabras que la molestaban y emocionaba de igual manera: "Lionel Scaloni".

Enseguida lo encontró y sonrió apenas un segundo antes de ver la última foto posteada. Estaban Lionel con su esposa y sus hijos. Abajo, escrito junto a tres corazones, una simple pero destructora frase: "Los tres amores de mi vida".

Gloria negó con la cabeza y fue para atrás, pensando qué estaba haciendo, para qué quería ver esto, cuál era la finalidad de crear un perfil en esa red social con el único objetivo de saber de él.

Luego volvió a entrar al perfil de Scaloni y apretando los dientes, le dio al botón de seguir. Envalentonada por esta audacia inesperada, entró en esa última foto y comenzó a escribir un comentario. Quería decirle que pese a la derrota ella lo apoyaba, o alguna pavada de esas que si bien era una estupidez porque, ¿al tipo de qué le servía que la empleada de limpieza lo apoyara cuando tenía a medio país en contra? ella quería transmitírsela. Escribió, borró, volvió a escribir, y borró definitivamente. Salió de la aplicación y apagó el teléfono.

Cuatro días después, mientras volvía de trabajar en un colectivo abarrotado de gente y pensando que en pocas horas se disputaría un nuevo partido de Argentina, su teléfono sonó con una notificación.

Lo sacó con cuidado de la mochila para que nadie se lo pungueara, y al ver lo que pasaba se soltó del pasamanos para agarrarse la cabeza ante el error que había cometido.

Casi se cae por perder el equilibrio, pero eso no importó. En su apuro por salir y dejar de ver esa foto tan dulce de la familia Scaloni, había olvidado por completo que no había dejado de seguir a Lionel. Ahora, unos días después, él acababa de devolverle el follow.

lioscaloni comenzó a seguirte

-¿Bajás acá? -le preguntó una mujer cargada de bolsas.

-Eh no, no -trató de responder como pudo, aun impactada. También como pudo, trató de agarrarse de cualquier cosa para no caerse.

Guardó el celular otra vez en la mochila, mirando por la ventanilla del colectivo, mientras se hacía cada vez más de noche. El celular volvió a sonar.

lioscaloni te ha enviado un mensaje

-¿¿¿Qué??? -dijo en voz alta cuando volvió a sacarlo de la mochila. Varias personas se giraron para verla, molestas. Aguantando las ganas de leer el mensaje ahí mismo, se mantuvo agarrada de un asiento, hasta que el colectivo dejó de sacudirse mientras pasaba por una calle llena de pozos.

Fue un largo rato después cuando estuvo sentada en su cama, vigilando que su hermano no anduviera por ahí, cuando agarro el celular como si fuera la cosa más preciada del mundo, y tocó con un dedo tembloroso para ver qué decía ese mensaje.



#3695 en Novela romántica
#201 en Joven Adulto

En el texto hay: amor, dolor, futbol

Editado: 11.02.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.