Amor y obsesión

Capítulo I "No siempre es lo que parece"

Semanas antes. 

(Febrero 2012)

Anne

Terminar la secundaria era algo muy fácil, la historia del primer amor, enemigos volviendose amigos, amigos siendo mejor amigos, quizá incluso mejores amigos siendo enemigos, relaciones terminando, todo a dependencia de un promedio y un examen de admisión. 

Para mí sería increíble si no tuviera distracciones, como Axel, por ejemplo, era el chico que describían las historias que leía de "rayita y tú famoso fav", el popular que podría ser más profundo de lo que hacía ver a los demás. O eso es lo que yo creía. 

Tenia un cuaderno con frases, dibujos y poemas dedicados a él. Era a quien veía como mi ideal.

—Hola Anne. 

—Axel. 

Espero no haber sonado como una loca enamorada.

—Oye Anne, es cierto que fuiste el mejor promedio en matemáticas ¿No?

—Sí, así es. 

—¿Podrías explicarme el tema? 

—Claro.

Terminé de explicar el tema, él se alejó con sus amigos  a platicar y jugar básquet, y yo me puse a escribir poemas o frases para él.

Nunca imaginé que me arrepentiría, pues poco después de eso alguien tomó mi cuaderno y toda mi generación sabía quién me gustaba. 

—No entiendo cómo es que te gusta Axel, es un patán y ni siquiera ha terminado la secundaria, existen mejores chicos. 

No podía negar que Christopher tenía razón, Axel era un idiota y un patán total.

—Lo sé Chris pero es algo inexplicable.

Mi mejor amigo me abrazó mientras a mí me comian las ganas de llorar por el hecho de que sabía que tenía razón. Axel se acercaba, hice lo posible por disimular, quiza esas tontas y clichés historias del popular y la nerd eran ciertas.

—Hola Anne. 

Me estaba hablando de nuevo, oh my good. 

—Hola, Axel.

Tomó mi mano y me miró con esos hermosos ojos color verde amarillento.

—Quiero hablar contigo a solas.

Oh por dios, ¿En verdad está pasando?:

—Cla ro. 

¿Acaso acababa de hablar en sílabas? 

Axel sonrió y me llevó al segundo piso, estábamos algo solos, la mayoría de los alumnos estaban en el primer piso. 

Sin soltar mi mano Axel me preguntó directamente. 

—¿Es cierto que yo te gustó Anne? 

Tenía miedo, estaba nerviosa, ¿Sería este el momento que tanto tiempo espere?

—¿Por qué la pregunta?

—Sólo dime la verdad, bonita.

—Yo eh... Quizá un poco.

Axel se acercó demasiado a mí, me acorraló contra la pared, acercó su rostro al mío y preguntó.

— Harías lo que fuera por mí?

—Sí.

Acercó sus labios a los míos y sonrió. 

—Eso pensé.

Se alejó de mí, lo que acontinuacion paso nunca lo imaginé. Detrás de él, bajo de su playera, sacó algo.

—¿Puedes ayudarme a terminar con esto? 

Me entregó sus cuadernos de todas las materias con sus actividades atrasadas.

—Te prometo que te lo compensare. 

Alzó mi barbilla, miró a los ojos y beso mi mejilla. No podía decir que sí, no podía.

—Sí.

Tonta, tonta, tonta.

—Gracias, muñeca.

Sin decir más se fue. Yo inmediatamente me puse a resolver sus ejercicios.

Unas horas después terminé, mis amigos me esperaban. 

—¿Por qué no asististe a las últimas clases Anne? 

Chris realmente se mostraba preocupado. 

—Tenía algo por hacer —solté con preocupación—. Pero estoy lista para irnos. 

—Ay niña... 

—¡Hey, par de tortolos! —gritó Nathalie—. ¿Ya nos vamos? 

—Claro que no —le respondí yo—. Debo entregar algo —mencioné casi en susurro.

—No me digas, ¿Otra tarea ajena? 

No dije nada, ella lo sabía.

—Espera ¿Qué? 

Christopher se mostraba molesto. 

—Aquí la niña le hace tareas a cierto chico.

Al parecer Chris no era el único enojado.

—Será rápido, no vuelve a pasar. 

Corrí a buscar a Axel, sabía que se encontraba con su mejor amiga Diana, estaban generalmente en las canchas de básquet. Entregué su tarea, me agradeció, y volvió con su amiga Diana.

Desearía ser como Diana, estar en su lugar, siendo abrazada por él. Ella era más bonita, más madura, más todo. No es que no tuviera autoestima, es que reconozco que ella es bella. Ok, quizá sí baja un poco mi autoestima pero Diana es perfecta, y es amiga de Axel, algo que no tengo yo. 

 

Unas semanas habían pasado, eran inicios de Marzo, yo seguía siendo la chica tonta que ayudaba al popular con su tarea, hasta que ocurrió lo inevitable.

Acababa de entregar su tarea a Axel, Christopher me dejó de hablar, y yo, simplemente ví como Axel besaba a Diana cómo si fuese el fin del mundo, ahí fue donde por primera vez se rompió mi corazón y me di cuenta que solamente fui usada, como algo desechable, algo que ignoras tras cumplir su uso y nunca lo usas de nuevo. Me alejé lentamente de ese pasillo, sin mirar atrás, mis ojos lagrimeaban, me escondí detrás del comedor, nadie nunca iba ahí, lloré hasta el final de las clases, mi único consuelo era asistir con mi prima Hannah a su fiesta. Mis únicas dos amigas no habían asistido a clases, mi mejor amigo no me hablaba, me fui sola a casa, me tiré a llorar 15 minutos en la cama y me arregle para llegar puntual con Hannah. 

A veces las cosas no son lo que parecen, a veces piensas que estas haciendo lo correcto y luego te golpea la realidad burlándose de tu ingenuidad. 

 

 

 




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