Amor y poder bajo las luces de New York

Capitulo 19

A pesar de haber superado el chantaje de Vanessa y haber restablecido el equilibrio en Blake & Partners, Emma y Alexander pronto descubrieron que su lucha estaba lejos de terminar. La decisión de mantenerse juntos y enfrentar lo que viniera había fortalecido su relación, pero también los había hecho vulnerables. Alguien más estaba observando desde las sombras, esperando el momento perfecto para atacar.

Todo comenzó con la llegada de un nuevo cliente potencial, Merrick Global Ventures, una firma de inversión internacional con un historial impecable y una cartera envidiable. El equipo de Alexander estaba entusiasmado con la oportunidad de trabajar con una empresa tan prestigiosa, y las negociaciones iniciales parecían prometedoras.

Sin embargo, Alexander no podía evitar sentir que algo no cuadraba. Durante la primera reunión, el CEO de Merrick, Damon Caldwell, había mostrado un interés inusual en los métodos internos de Blake & Partners.

—Su equipo es impresionante, Blake —había dicho Caldwell con una sonrisa afable—. Pero me pregunto, ¿cómo maneja usted situaciones de crisis? He escuchado que su empresa es famosa por su capacidad para adaptarse a los problemas… incluso los internos.

El comentario parecía inocente, pero Alexander percibió un matiz que lo puso en alerta.

Más tarde, mientras discutía la reunión con Emma en su oficina, ella también expresó su preocupación.

—Caldwell es demasiado… inquisitivo. No sé si es normal para alguien en su posición o si está buscando algo más.

Alexander asintió, cruzando los brazos mientras reflexionaba.

—No me fio de él. Pero si Merrick Global Ventures realmente está interesado en trabajar con nosotros, debemos proceder con cautela.

Emma asintió, pero no pudo evitar sentir un escalofrío. Había algo en la forma en que Caldwell los miraba que la hacía pensar que no estaba allí solo por negocios.

A medida que avanzaban las negociaciones con Merrick Global, comenzaron a surgir pequeños problemas dentro de la empresa. Documentos importantes desaparecían momentáneamente, correos electrónicos eran enviados a destinatarios equivocados, y ciertos números en las proyecciones financieras parecían estar alterados.

Aunque los problemas eran sutiles y corregibles, Emma y Alexander comenzaron a sospechar que no eran simples errores.

Una tarde, mientras revisaba los registros del sistema interno, Emma descubrió algo alarmante: alguien había accedido a los archivos confidenciales de Blake & Partners desde una ubicación externa.

Inmediatamente, corrió a la oficina de Alexander para informarle.

—Tenemos un problema. Alguien está entrando a nuestros sistemas desde fuera de la empresa.

Alexander frunció el ceño, tomando los registros que Emma le entregó.

—Esto no es casualidad. Alguien está tratando de sabotearnos desde dentro.

Emma lo miró, su corazón acelerado.

—¿Crees que esto tiene algo que ver con Merrick Global?

Alexander dejó el informe sobre su escritorio, su expresión tensa.

—Caldwell estaba demasiado interesado en nuestras operaciones internas. Es posible que esté detrás de esto. Pero no podemos acusarlo sin pruebas.

Esa misma noche, mientras Emma trabajaba en la oficina, recibió un mensaje de un número desconocido. El contenido era inquietante:

"Sé lo que está pasando en Blake & Partners. Caldwell no es quien dice ser. Si quieres respuestas, reúnanse conmigo mañana a las 9 p.m. en el bar Red Lantern."

Emma leyó el mensaje varias veces, tratando de decidir qué hacer. Finalmente, se lo mostró a Alexander, quien, aunque inicialmente dudó, accedió a reunirse con la persona anónima.

El bar Red Lantern era un lugar discreto en el Lower East Side, con una iluminación tenue y un ambiente que parecía diseñado para encuentros secretos. Emma y Alexander llegaron juntos, sentándose en una mesa en la esquina mientras observaban el lugar.

Poco después, un hombre de unos cuarenta años con un abrigo largo y una barba desaliñada se acercó a ellos.

—Blake, Parker. Gracias por venir.

Alexander lo observó con cautela.

—¿Quién eres y qué sabes sobre Merrick Global?

El hombre se sentó, mirando a su alrededor antes de hablar.

—Mi nombre es Logan Drake. Fui empleado de Merrick Global durante casi diez años, hasta que me despidieron por hacer preguntas sobre sus prácticas. Caldwell no dirige una firma de inversión legítima. Su objetivo es infiltrarse en empresas como la tuya, destruirlas desde adentro y luego comprarlas a precio de saldo.

Emma sintió cómo su estómago se revolvía.

—¿Por qué haría algo así?

Logan la miró con seriedad.

—Porque no le interesa el negocio, sino el poder. Merrick Global ya lo ha hecho antes. Empresas como la tuya son perfectas para su estrategia: exitosas, pero vulnerables tras haber enfrentado escándalos.

Alexander se recargó en su silla, su expresión oscura.

—¿Tienes pruebas?

Logan sacó un sobre del interior de su abrigo y lo colocó sobre la mesa.

—Aquí tienes. Correos electrónicos, registros financieros, todo lo que Caldwell no quiere que sepas.

Alexander tomó el sobre, pero antes de que pudiera abrirlo, Logan se levantó.

—Ten cuidado, Blake. Caldwell no juega limpio. Si ya comenzó a moverse contra ti, no se detendrá hasta que te elimine.

Y con eso, Logan salió del bar, dejándolos con más preguntas que respuestas.

De vuelta en la oficina, Alexander y Emma revisaron los documentos que Logan les había dado. La información confirmaba todo: Merrick Global había saboteado al menos a tres empresas en el pasado, utilizando métodos similares a los que ahora enfrentaba Blake & Partners.

Emma miró a Alexander mientras dejaba los papeles sobre la mesa.

—¿Qué hacemos ahora?

Alexander apretó los puños, su determinación evidente.

—Ahora, nos aseguramos de que Caldwell no consiga lo que quiere. Y si quiere jugar sucio, será bajo nuestras reglas.




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