Amor y poder bajo las luces de New York

Epílogo

Seis meses después de la caída de Elliot Ward, Blake & Partners había recuperado por completo su posición como una de las firmas más influyentes de Nueva York. Los rumores y las acusaciones que habían puesto a prueba la reputación de Alexander y Emma se desvanecieron con el tiempo, y los clientes volvieron a depositar su confianza en la empresa.

Para Alexander y Emma, las cosas también habían cambiado. Su relación, que alguna vez fue un secreto cuidadosamente guardado, ahora era conocida por el consejo directivo y el equipo cercano de la firma. Aunque había sido difícil al principio enfrentar las miradas y las preguntas, ambos se sintieron liberados al no tener que ocultar lo que sentían el uno por el otro.

Una tarde, Emma estaba en su oficina revisando contratos cuando recibió un mensaje de Alexander:

"Esta noche. 8 p.m. Vístete para una cena especial."

Emma sonrió, curiosa por lo que Alexander estaba planeando. A lo largo de los últimos meses, él había comenzado a ser más abierto con sus emociones, mostrando un lado más relajado y afectuoso que antes reservaba solo para los momentos más privados.

Cuando llegó la noche, Emma encontró a Alexander esperándola en el vestíbulo de un restaurante exclusivo en el Upper West Side. Estaba impecablemente vestido con un traje negro, pero su sonrisa cálida fue lo que realmente llamó su atención.

—Llegas justo a tiempo —dijo, ofreciéndole su brazo.

Emma lo tomó, mirando a su alrededor.

—¿Qué estamos celebrando?

Alexander simplemente sonrió y la guió hacia una mesa reservada en un rincón privado, decorada con velas y flores frescas.

Durante la cena, hablaron de todo: del éxito reciente de la empresa, de las pequeñas victorias cotidianas y de los planes futuros. Pero al final de la comida, Alexander se puso serio, sacando una pequeña caja de su bolsillo.

Emma sintió cómo su corazón se aceleraba al verlo abrirla, revelando un anillo de diseño elegante pero discreto, perfecto para ella.

—Emma Parker —dijo Alexander, su voz suave pero segura—. Has estado a mi lado en los momentos más difíciles, me has apoyado cuando nadie más lo hizo, y me has demostrado que juntos podemos enfrentar cualquier cosa. No puedo imaginar mi vida sin ti.

Emma lo miró, sus ojos brillando con lágrimas de felicidad.

—Alexander…

Él tomó su mano, mirándola con la intensidad que siempre la había cautivado.

—¿Te casarías conmigo?

Emma dejó escapar una risa entrecortada por la emoción antes de responder.

—Por supuesto que sí.

La boda de Alexander y Emma fue un evento íntimo, reservado solo para sus amigos y familiares más cercanos. Incluso Margaret Blake, aunque al principio se había opuesto a su relación, asistió y, con el tiempo, comenzó a aceptar la decisión de su hijo al ver lo feliz que Emma lo hacía.

Juntos, Alexander y Emma continuaron construyendo no solo su empresa, sino también una vida compartida llena de retos, éxitos y momentos inolvidables.

Mientras caminaban por las oficinas de Blake & Partners como socios tanto en lo profesional como en lo personal, sabían que siempre habría nuevos desafíos por enfrentar. Pero lo que los hacía fuertes era la certeza de que, pase lo que pase, siempre se tendrían el uno al otro.

Fin.




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