Chloe y Kaori llegaron corriendo al lugar de la pelea, respirando agitadas. En cuanto se detuvieron, vieron a Haruna observando con interés el enfrentamiento. Luego, giraron la mirada hacia el centro de la acción y ahí estaba Riku, parado frente a dos hombres imponentes. Uno de ellos era Goro, y el otro era un sujeto igual de alto y musculoso.
Goro revisó su reloj y frunció el ceño.
—Tsk... Parece que hoy tampoco vendrá. Bueno, entonces empecemos.
Haruna volteó hacia Chloe y Kaori, notando su llegada.
—¿Dónde demonios estaban?
—Tomando café —respondió Chloe con total descaro—. Pero parece que llegamos justo a tiempo.
Kaori asintió con determinación. Mientras todos se preparaban para la pelea, Kaori de repente abrió los ojos de par en par.
—¡Chloe, mira!
Chloe siguió la dirección de su mirada y lo vio. Goro y el otro sujeto tenían algo en su brazo derecho... ¡el mismo escudo que usaba Misaki!
—¡Mierda...! —masculló Chloe, sintiendo un mal presentimiento.
Haruna, que había notado sus reacciones, frunció el ceño.
—¿Todo bien? ¿Por qué esa cara?
Chloe apretó los dientes y mantuvo la mirada fija en los escudos.
—...Esto podría complicarse más de lo que pensaba.
Kaori, aún recuperándose, abrió la boca para advertirle a Riku.
—¡Tenemos que avisar a espo...!
Pero en ese momento, la pelea comenzó.
Riku no perdió tiempo y arremetió contra Goro con una brutal patada giratoria. Sin embargo, Goro sonrió con confianza y detuvo el golpe en seco con su escudo.
—¡¿Qué...?! —exclamó Riku con incredulidad.
Antes de que pudiera reaccionar, el otro sujeto aprovechó para lanzar un golpe directo a su cabeza. Riku apenas logró esquivarlo inclinándose hacia atrás, pero ese instante de distracción fue suficiente para que Goro avanzara rápidamente y le propinara un poderoso puñetazo en el abdomen con la mano en la que tenía el escudo. El impacto fue brutal. No solo recibió la fuerza descomunal de Goro, sino que su propio golpe reflejado lo golpeó con el doble de intensidad. Riku salió despedido y chocó violentamente contra un muro.
—Mierda... —murmuró con dificultad, sintiendo el dolor recorrer su torso—. No... no eras tan fuerte antes...
Goro sonrió con arrogancia, cruzándose de brazos.
—Las cosas cambian, Riku.
Haruna, con una expresión de pánico, gritó.
—¡¡RIKUUU!!
Chloe también reaccionó de inmediato.
—¡Riku, su escudo! ¡No lo golpees!
—¿Qué...? ¿Escudo? —Riku enfocó su vista y notó por primera vez el extraño aparato en el brazo de Goro y su compañero, algo que no había prestado atención antes.
Kaori, aún adolorida, gritó.
—¡Cuando golpear, escudo devolver golpe!
Al escuchar eso, Riku abrió los ojos con sorpresa. Era una tecnología extraña y peligrosa, pero en lugar de asustarse, su rostro se relajó con una expresión confiada. Luego, sonrió de lado.
—Ah... ¿En serio?
Se incorporó con firmeza y, sin dudarlo, se lanzó de nuevo contra Goro. Esta vez, en lugar de esquivar o buscar un punto débil, Riku desató una brutal ráfaga de golpes, impactando el escudo una y otra vez con una velocidad y ferocidad sorprendentes. Goro mantenía su sonrisa confiada, convencido de que Riku solo se estaba dañando a sí mismo.
Pisadas apresuradas resonaron en el suelo. El otro luchador vio la oportunidad perfecta y se lanzó contra Riku por el costado con un rugido de batalla.
—¡Te tengo, maldito! ¡¡HRAAGH!!
Riku, sin embargo, sintió la intención de su atacante antes de que el golpe siquiera estuviera cerca. En el último segundo, con un movimiento fluido y preciso, giró sobre su eje, esquivando el ataque por apenas unos centímetros.
—Tsk... muy lento.
Con una expresión confiada, usó la propia velocidad del hombre en su contra, colocando ambas manos sobre su espalda y dándole un fuerte empujón en la dirección de su ataque.
—¿¡Eh...!? ¡¡WAAH!!
El luchador perdió el equilibrio por completo, tropezando sin control. Su cuerpo avanzó sin remedio... y entonces, su rostro se encontró de lleno con el puño de Goro, que estaba levantado en guardia. Un golpe sordo y brutal resonó en el aire.
¡¡THUD!!
El escudo que había absorbido todos los golpes de Riku y, en una fracción de segundo, la devolvió multiplicada. Se escuchó un CRACK escalofriante cuando las costillas del pobre hombre se comprimieron por la fuerza descomunal.
—¡¡GUAAHH!! —El luchador escupió un chorro de sangre mientras sus ojos se ponían en blanco.
Su cuerpo salió volando como un muñeco de trapo, girando en el aire hasta que chocó violentamente contra un muro con un estruendoso ¡¡BAAAM!!. Luego cayó al suelo, completamente inconsciente, con los brazos y piernas extendidos en posiciones antinaturales.
Un tenso silencio se apoderó del ambiente.
Chloe silbó con admiración.
—Uf... me dolió solo de verlo.
Kaori parpadeó, impresionada.
—Esposo... genial.
Haruna tragó saliva, observando a Riku con ojos abiertos como platos.
Riku mantuvo su postura de combate, con una expresión fría y calculadora.
—Hah... —exhaló Goro con incredulidad, mirando el cuerpo inmóvil de su compañero.
Pero su sorpresa duró apenas unos segundos. Su expresión cambió de inmediato.
Los músculos de su rostro se tensaron, y sus dientes rechinaron.
—...Maldito. —Su mirada se tornó pura furia.
Los nudillos de Goro crujieron cuando apretó los puños con toda su fuerza.
—¡Maldito insecto arrogante! —rugió, avanzando con paso agresivo hacia Riku.
Goro parecía listo para atacar, pero de repente salió corriendo en diagonal.
—¿Eh...? —Riku frunció el ceño, confundido.
—¡Oye, no huyas, cobarde! —gritó, lanzándose en su persecución.
Chloe, Kaori y Haruna, sorprendidas por el movimiento inesperado, también comenzaron a seguirlos, aunque manteniendo cierta distancia.
Editado: 25.03.2025