Leer es perderse en otro mundo, donde el tiempo se desvanece en silencio, cada página es un portal mágico, que abre puertas a sueños inmensos.
Es embarcarse en un viaje sin rumbo, donde las letras son estrellas guías, y cada palabra es un sendero, que conduce a tierras desconocidas.
Las historias se despliegan como alas, y nos llevan a lugares de maravilla, donde la realidad se diluye, y la fantasía se vuelve la guía.
En un libro, los castillos flotan, y los dragones danzan en el aire, las aventuras se entrelazan con el alma, y los héroes viven en cada página.
Leer es adentrarse en la noche estrellada, donde cada capítulo es un nuevo cielo, y las tramas se tejen con hilos dorados, de promesas y secretos desvelados.
Es encontrar refugio en mundos paralelos, donde el corazón puede descansar, y la mente se sumerge en universos, que solo las letras pueden abrazar.
Así, cuando te pierdes en un libro, descubres que has hallado un hogar, donde la imaginación es libre, y el mundo es un lugar sin final.