En la danza de la vida,
hay un arte que no domino,
el de amar con el alma,
sin miedo, sin destino.
No sé amar como otros,
con entrega y sin temor,
mi corazón, un enigma,
un misterio sin color.
Quisiera ser esa llama,
que brilla con intensidad,
pero mi fuego es tenue,
apenas una posibilidad.
Mis manos, siempre vacías,
no saben cómo aferrar,
los hilos sutiles del amor,
que se escapan sin cesar.
Intento seguir los pasos,
de un baile que no comprendo,
tropiezo, caigo, me levanto,
y al final, sigo perdiendo.
No sé amar con palabras,
que acaricien y consuelen,
las mías, duras y frías,
solo hieren, solo duelen.
Quiero aprender el arte,
de amar sin condición,
pero mi alma errante,
se pierde en la confusión.
En mi búsqueda incansable,
por un amor verdadero,
me encuentro en el vacío,
de un corazón prisionero.
Así, en esta soledad,
sigo intentando encontrar,
el secreto escondido,
del arte de saber amar.