En el rincón donde habitan los sueños,
entre susurros de estrellas y luna,
una chica guarda en su corazón un amor que es paz y fortuna.
Cuando él está a su lado,
el mundo se convierte en un dulce murmullo,
el silencio es su refugio perfecto,
donde solo sus besos son el arrullo.
No hacen falta palabras ni promesas,
solo el calor de sus abrazos sinceros,
en ese instante, se siente completa,
como si flotara entre cielos etéreos.
Su amor es un jardín secreto,
donde cada caricia es una flor,
y en la calma de su mutuo silencio,
ella encuentra la esencia del amor.
Sus ojos se encuentran y hablan,
un idioma sin voz, pero claro,
en esos momentos tan mágicos,
ella sabe que él es su faro.
Cuando él la envuelve en sus brazos,
el tiempo parece detenerse,
y en la dulzura de esos instantes,
ella descubre su verdadero ser.
Con él, la vida es un poema,
escrito en versos de calma y cariño,
y cada beso, cada abrazo,
es un sueño del que no quiere despertar.
En el silencio de su amor,
ella encuentra su hogar, su paz,
y sabe que en esos momentos es donde verdaderamente es feliz.