Amor y Venganza

CAPÍTULO 4: No olvides usar toda la violencia.

La cuchara se deslizó de entre la mano de Sheila, ella con torpeza intentó sujetarla una vez más, no lo consiguió.

Aquello le había tomado por sorpresa.

Estaba más que claro que todo lo que le había sucedido estaba demasiado reciente, no sabía qué decir, ella guardaba silencio, más aún recordando que se encontraba atada legalmente a su traicionero esposo.

Todos los sentimientos que nacieron en su corazón la primera vez en que se vieron, se habían marchitado, estaban completamente marchitos y no había manera en que estos renacieran.

¿No es así?

El rostro de Sheila era como el de una muralla impenetrable; por supuesto se había sorprendido por las palabras del hombre que se encontraba justo frente a ella.

De todas formas, era consciente del poder que Axel tendría sobre Oliver, al final de cuentas se trataba del hijo de su jefe.

—¿Por qué haría algo así por mí? ¿Por qué se convertiría en un verdugo de balde? —indagó Sheila de manera curiosa, a pesar de que su rostro fuera inexpresivo.

—La herencia de mi padre y la compañía en la que trabaja su exesposo —afirmó con seguridad. —Será un ganar, ganar. Usted obtiene su venganza y yo la herencia.

Las palabras de Axel sonaban seguras, en definitiva, era una idea que la mujer en su sano juicio aceptaría. Solo que ¿Sheila estaba en su sano juicio?

—Aún estoy casada con Oliver.

—Y él no aceptaría divorciarse por miedo a perder lo que tiene —susurró Axel aclarando su garganta.

De repente, el hombre se puso en pie, sus ojos se abrieron un poco más de lo normal.

—Deme hasta el atardecer y le traeré el documento de divorcio firmado por él —una sonrisa satisfecha se posó en el rostro de Axel.

Él no estaba dispuesto a perder una de las oportunidades que se le habían presentado; bien sabía que el estado en que se encontraba Sheila era demasiado difícil, además de que, muy probablemente, ese hombre hubiera llevado a otra de sus amantes a la casa que los esposos compartían.

¿En qué otro lugar Axel podía encontrar algo así?

Ambos tendrían qué ganar y esto haría la convivencia mucho más agradable, estaba seguro de eso.

En su mente retumbaba aún la razón por la que su madre había terminado con su vida poco después de su nacimiento, y era que la depresión postparto se entremezcló con las infidelidades de su, en ese entonces, esposo.

Axel había crecido con el deseo de hacer justicia, pero al ser tan solo un niño, no podría haberlo hecho, y, de haberse marchado, no recuperaría lo que por derecho le había pertenecido a su madre.

Incluso la compañía Morgan no se libraría de las garras de aquella víbora que ahora su padre tenía por mujer.

Axel no interferiría, no ahora.

Su principal objetivo era poder tomar el control de la compañía de la manera más educada posible: cumpliendo los deseos de su padre.

Su madrastra había sido incapaz de concebir a un heredero desde que se unió con su padre, esa es la razón por la que la única persona con el derecho de hacerse cargo era Axel; luego de eso, su tío George.

George era un derrochador que había perdido el respeto de Axel desde hace un par de años.

El asentimiento de Sheila le aseguró que tendrían un trato si cumplía con lo que decía.

La pelirroja se sentía aún en un trance, todo le parecía tan irreal que imaginarse casada con otro era una completa locura.

—Es algo que Sheila no haría, no la antigua Sheila.

Las palabras de la joven sonaban con firmeza, para ese momento Axel había abandonado la cabaña.

Cuando Sheila se encontró con un espejo, se desconoció profundamente, no solo por las gigantescas bolsas que tenía debajo de sus ojos; sino también por el vacío de sus ojos.

Su mirada estaba perdida, era fría, indiferente, como si algo hubiera muerto dentro de ella.

Y lo había hecho.

•          •          •

Axel había llamado a uno de sus «amigos» aquel que le debía un favor y esperaba que pudiera cobrárselo ahora.

Una de las razones por las que el señor Morgan intentaba hacer que su hijo sentara cabeza, era porque acostumbraba a tener amigos «delincuentes».

Ellos habían estado en el momento en que Axel sintió que su mundo se desmoronaba, justo cuando se enteró de la verdad de su padre y de la razón detrás de la muerte de su madre.

Hubo un tiempo en que el joven se centraba de actividades delictivas hasta que estuvo a punto de perder la compañía de su padre.

—Axel —saludó su amigo con un choque de puños.

—Farid —imitó la acción del contrario.

Su encuentro fue breve, pues Axel no contaba con todo el día para arreglar los detalles de la firma.



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En el texto hay: traicion, amor, venganza

Editado: 01.08.2023

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