Amor y Venganza

CAPÍTULO 5: ¿Cuándo será la boda?

Los pasos de Oliver lo acercaron un poco a la joven que no se había girado ni un poco. Ella crujía sus dientes, no permitiría que ese hombre dañara su imagen.

De acuerdo al plan que ella y Axel habían trazado, Sheila actuaría como si no le conociera, sabía que era cuestión de tiempo para que ese hombre comenzara a recriminarle por haberlo obligado cariñosamente a firmar ese certificado de divorcio.

Axel en ningún momento le había ocultado la manera en la que había obtenido la firma, no tenía por qué hacerlo.

—Disculpe ¿Nos conocemos? —preguntó Sheila con aparente serenidad.

—¡¿Me estás viendo la cara de estúpido, Sheila?! —cuestionó con molestia. —Estuvimos casados hace poco más de un mes ¿Y no me conoces? ¡Ja! —resopló enfurecido observando a otro lugar.

No quería hacer una escena en ese sitio, pero aquella mujer se estaba haciendo pasar por lista.

—Se lo dije, no lo conozco —aseguró la chica observando por el rabillo del ojo a la puerta de la mansión.

Esperaba que alguien saliera y diera por terminada esa pequeña y amistosa charla que ella no deseaba sostener en absoluto.

Sheila no estaba mintiendo, ella se había enamorado de Oliver, habían estado casados, es cierto; pero no del Oliver que estaba de pie en frente de ella.

Ese hombre demostró su falta de amor, aquel que le había declarado abiertamente a Sheila en frente de toda su familia.

Ahora, no eran más que dos desconocidos que tenían un pasado en común.

—Tiene razón en que tuve un esposo, pero él está muerto —dijo con una pequeña sonrisa ladina —yo misma lo maté.

Su tono de voz había bajado bastante a comparación de las otras veces. Ella no iba a permitir que ese hombre se saliera con la suya, los ojos de Oliver se abrieron de par en par.

Él, en sus tres años de casados, llegó a escuchar a Sheila hablar de esa manera; ella era una de las criaturas más dulces y amables que jamás había conocido.

¿Fue esa la razón de su traición?

Posiblemente, Sheila lo había llegado a aburrir con sus intentos de ser una «mujer perfecta» ¿Qué debería haber hecho? En ningún momento se le pasó por la cabeza a ese tarado de dar por terminado un matrimonio de una manera agradable, llegando a un acuerdo.

—Ja, ¿Murió? —una mueca burlona apareció una vez más en el rostro de Oliver.

No podía creer lo que sus oídos estaban escuchando.

Sheila decía que ella lo había matado ¿A qué se refería?

En medio de una de las noches de reflexión, ella llegó a la conclusión de que lo único que ella había hecho para que Oliver se comportara de esa manera, era haberse casado con él.

«Era un poco hombre desde el comienzo, y no supo valorar a la gran mujer que tenía a su lado».

Esa era la conclusión a la que la pelirroja había llegado.

No iba a discutir más, no iba a darle a ese hombre lo que quería, no la lograría desmoronar.

No cuando solo le había costado un día y medio juntar sus partes.

Ella enmudeció frente a esas provocaciones.

Haber salido a tomar aire, no había servido de nada para evitar ver a ese nauseabundo hombre, pues la había seguido a final de cuentas.

¿No había fingido que otra mujer era su esposa? ¿Por qué tenía la necesidad de ir detrás de Sheila para hacerse pasar por la víctima?

En definitiva, ese hombre era un completo descerebrado, uno que estaba a punto de colmar la paciencia de Sheila.

—¿Fuiste tú? ¿No es así? —habló a espaldas de la mujer, la cual detuvo su caminar. —Fuiste la que mandó a esos matones a hacer que firmara ese inmundo papel —espetó con molestia.

—¿Por qué crees que no sería yo? —cuestionó la mujer manteniendo su rostro impasible. Con lentitud se dio la vuelta esperando una respuesta a la altura.

—Tú… ¡Querías matarme!

—Agradece —sentenció la mujer. —Agradece que a causa mía aún eres perro vivo. Solo se necesita, una palabra de mi boca, para que termines en un callejón completamente deformado —una sonrisa maquiavélica apareció en el rostro de Sheila.

—Has cambiado demasiado —escupió Oliver dejando pasar un trago grueso por su garganta.

—Cambié en el momento en que te conocí, siempre he sido así ¿Contento?

Sheila no esperó ninguna clase de respuesta.

Ella por fin había regresado al lado de su pareja falsa, el cual, con una disimulada mirada de preocupación, le preguntó si se encontraba bien.

Ella asintió, al final de cuentas no había nada que Oliver le pudiera hacer.

No después de haberla matado hace poco menos de un mes.

—Y Axel —intervino el señor Morgan con una sonrisa satisfecha. —¿Cuándo tienen planeado casarse?

Para el padre de Axel era tan extraño que su hijo hubiera conocido a alguien tan pronto, esa era la razón por la que le gustaría acelerar el proceso, para que la pareja naciente no tuviera chance de cambiar de opinión.



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En el texto hay: traicion, amor, venganza

Editado: 01.08.2023

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