Capítulo VI

_"Schrödinger"

Erick Jones:

«24 de junio»

Me hallaba sentado en borde de la cama, con las ansias de volver a tocar su cuerpo quemando las yemas de mis dedos. Ella se encontraba de pie,dándome la espalda mientras sus ojos me analizaban fijamente por el reflejo del espejo. Bajó con lentitud la cremallera de su vestido, dejando la imagen de su cuerpo en ropa interior a mi deleite.

En sus labios se dibujó una sonrisa de media luna y su mirada se iluminó con una chispa de malicia que nunca antes había visto en ella.La sutileza con la cual ejecutaba sus acciones me mataba lentamente, no podía soportar estar ni un segundo más sin tocarla.

Mis manos rodearon su cuerpo por la espalda, repartiendo besos húmedos por su cuello y hombros, la ayudé a deshacerse de su sostén, dejándome admirar aún más su postura.

La tomé por su muñeca para girarla y rozar nuestros cuerpos. Ella se deshizo de mi camisa y nuestros labios volvieron a fusionarse despertando con más intensidad el deseo.

Las sensaciones que despertó en mí al sus labios entrar en contacto con los míos, jamás las había experimentado. No cualquier mujer era capaz de despertar en mí ese deseo de querer probar sus labios. Y no me arrepentí de probarlos.

Cuando estuve encima de ella en la cama, volví a detallar su exquisita desnudez, la calidez de su piel al entrar contacto con la mía,sus manos viajando por mi pecho y la manera en la que se erizaba por donde mis besos o dedos pasaban.Disfrutaba cada pequeño detalle,el sabor y suave aroma de su piel me enloquecía, me recordaba a la fragancia que poseía su cabello el día que me abrazó. Jazmín.

Maldición.

Abrí mis ojos de golpe, suspirando con frustración. Miré el despertador cayendo en cuenta de que eran más de las ocho, me había quedado dormido.

Tragué saliva al rememorar lo que había soñado, más que un sueño había sido un crudo recuerdo de lo sucedido aquella noche.No podía evitar sentir la molestia expandirse por todo mi cuerpo al saber que no podría tener nuevamente a Stella de esa manera,en mis dedos nacía el cosquilleo de querer tocarla y resultó frustrante no tenerla cerca para hacerlo.Todo mi cuerpo se tensó cuando noté mi miembro despierto, ejerciendo presión contra la tela del pantalón.Sin embargo,decidí ignorar aquella sensación; no iba a hacerlo.Al menos no con ella.

Me levanté de la cama dirigiéndome hacia el baño para darme una ducha de agua fría y refrescar mi cabeza, o quizás todo mi cuerpo. Salí del baño con rapidez, para vestirme a la velocidad de la luz puesto que no quería seguir perdiendo tiempo.

Al salir del edificio, me encaminé hacia el parqueo en busca de mi auto. El tráfico en New York por las mañanas siempre era catastrófico. Las bocinas de los carros resonaban constantemente, la sirena de las ambulancias eran escuchadas a cualquier hora del día y el número de personas en las calles aumentaba.

Llegué a la Universidad y lo menos que esperaba era encontrarme con cientos de periodistas rodeando la entrada. Me estacioné con cuidado para luego bajarme del auto y abrir paso entre la multitud.

-Señorita Stella por aquí, por favor.

-Por favor miren a la cámara.

-Directora Lina,¿Qué opina sobre el éxito de la escuela en el evento del solsticio?

-¿Qué relación tienen sus profesores de Física cuántica y Astronomía?

-Señorita Stella, ¿Es cierto que es nieta del querido William Spencer? Todo el mundo tenía entendido que era solamente la modelo Aline Spencer.

-¿Cómo puede ser posible que sea la primogénita?

-También teníamos entendido que tenía una relación con el abogado Félix Daurella. ¿Lo dejó por el Profesor Jones?

-Profesor Villins,¿Puede afirmarnos si tiene una relación con su compañera de Brasil, Paola Figueroa?

-¿Porqué no se encuentra con ustedes el Profesor Jones?

_Disculpen la demora, ya saben que lo bueno siempre tarda en llegar-respondí la última pregunta, atrayendo las miradas de la multitud-

Los periodistas se abrieron paso para dejarme llegar hasta mis compañeros.Subí las pequeñas escaleras que había en la entrada del Instituto, donde se encontraban Lina, Julián y Stella. Estaban acorralados entre tantos periodistas, cámaras y flashes.

Demasiadas preguntas eran asfixiantes, mi mirada altiva y expectante recorría toda la multitud. Me tocaba las pelotas tener que responder preguntas a personas desconocidas con el fin de publicar noticias,ya fuesen verdaderas o falsas.No debía rendirle cuentas a nadie sobre mi maldita vida.

_Si guardaran silencio y preguntaran uno por uno,sería más fácil poder mandarlos a la mierda-repliqué sin una pisca de sensibilidad-

_Erick, por favor-me susurró Julián-

-Bien...-Lina suspiró tratando de calmarse- creo mis profesores,ellos estaban más que preparados para ese evento y me hace sentir orgullo por ellos, pero sin duda el equipo de Brasil también se esforzó.También son nuestros colegas por lo que no tenemos nada contra ellos.

La pelirroja habló con serenidad y finalizó dedicando una amplia sonrisa a las cámaras.

-¿En serio no tienen nada en contra de ellos?Entonces cómo es que el profesor de Física de Brasil fue encontrado en el baño de la recepción del hotel casi muerto, con dos costillas esternales derechas fracturadas y la cara casi desfigurada por un fuerte impacto contra el espejo-argumentó un periodista,acusándonos-

Mis compañeros se quedaron atónitos ante la noticia.Stella tapó su boca con sorpresa,Lina agrandó sus ojos sin saber cómo reaccionar y Julián me miró de reojo con espanto mientras mi mandíbula se tensaba sintiendo un pequeño impulso de romperle la cara al periodista.

_¿Acaso nos está acusando?-demandé, con enojo-

_Por lo que veo usted es el único que no está asombrado-volvió a contestar, levantando una ceja-