Amor&ciencias: entre átomos y estrellas

Capítulo XII

_“Lirios blancos”

Significado:En los procesos de duelo, representa la inocencia que recuperan en su alma los difuntos.Es un símbolo de pureza.

Erick Jones:

España-Valencia.

Al salir del hospital podía distinguirse un cambio en la atmósfera. Las calles estaban desoladas y solo quedaba la luz de los vehículos que pasaban, aquel silencio que reinaba aumentaba la tensión del momento.

Solté la muñeca de Stella y me dediqué a detener un taxi mientras ella seguía inmóvil por el impacto de la triste noticia.

_¿A dónde vamos?-preguntó en un susurro cuando el auto se detuvo-

_A Madrid.

Ella asintió levemente con su cabeza y se adentró conmigo al vehículo. Le indiqué al taxista que nos dejase en la estación de ferrocarriles y Stella solo se limitó a observarme con confusión.

_Iremos en tren, máximo tarda dos horas.

La miré de reojo y volvió a callar, de mis labios salió un pequeño suspiro de frustración mientras ella volteaba su rostro hacia la ventana para observar la ciudad.

El taxi tardó minutos en llegar a la estación, cuando llegamos nos bajamos del vehículo y tomé su pequeña maleta. Nos dirigimos a la recepción y al instante sacamos dos pasajes con destino a Madrid.

Stella Spencer:

España-Madrid.

2 horas después:

El viaje había sido tal y como había dicho Erick, cuando llegamos a Madrid era casi medianoche.Desde que salimos del hospital todo el tiempo la tensión y el silencio incómodo se hicieron presentes.

Mis ojos se encontraban hinchados de tanto llorar silenciosamente, en ocasiones podía sentir que Erick me observaba de reojo por lo que siempre disimulaba mirando a través de la ventana.

En Madrid Erick volvió a solicitar un taxi, lo cual no me extrañó pues pensaba que iríamos al aeropuerto.Sin embargo, mi sorpresa fue mayor cuando estacionamos delante de una casa blanca con un gran jardín.

_Llegamos-anunció el pelinegro, bajando de primero para abrir la puerta del auto-

_¿Dónde estámos?-pregunté, confundida-

_En mi casa.

Sin darme tiempo a responder se adentró en el jardín principal con mi maleta hasta llegar a la puerta. Seguí sus pasos con la expresión de asombro en mi rostro y permanecí detrás de él.

Tocó suavemente debido a la hora y segundos después la puerta se abrió lentamente, no pude ver de quién se trataba puesto que permanecía escondida tras su imponente figura.

_Definitivamente esto es un milagro divino-escuché la voz dulce de una mujer española y pude notar como unos brazos rodeaban la espalda de Erick-

El pelinegro se quedó inmóvil, sin corresponder o apartar a la mujer.

_¡Darle un abrazo a tu madre coño!-protestó la señora y asomó su cabeza por el hombro de Erick, teniendo que ponerse en puntillas de pies para llegar hasta allí-

Al asomar su cabeza, sus ojos se encontraron con los míos. La observé tímidamente y ella apartó a Erick para darme la bienvenida.

_Anda,¿Quién es esta hermosa joven?-preguntó y me encogí de hombros-

_Compañera de trabajo-respondió él en mi lugar, adentrándose a la casa-

_Adelante y póngase cómoda-cerró la puerta y me dedicó una sonrisa-

Me quedé parada en el medio de la sala observando a dicha mujer y la amabilidad que desbordaba de su actitud, al contrario de su querido hijo. Ella poseía cabellos oscuros y ojos marrones,era una mujer un poco alta que no aparentaba tener tanta edad.

Los rasgos físicos de Erick sin duda alguna pertenecían a su madre, el mismo cabello ondulado de tonalidad oscura,cejas pobladas,nariz perfecta y piel un poco pálida. En cambio, a pesar de que sus ojos fuesen del mismo tono, la mirada de Erick provocaba escalofríos y carecía de expresividad, todo lo contrario a la calidez que transmitía su madre en un segundo.

_Jovencita-me llamó su madre-No te quedes para ahí, siéntate.

Asentí levemente y ella me miró con curiosidad. No había pronunciado ni una sola palabra desde que llegamos. Tomé asiento en el cómodo mueble de madera con cojines beige y la señora se sentó a mi lado.

_Muchas gracias, mi nombre es Stella-le susurré tímidamente-

_Mucho gusto, Emilia.

Tras sus palabras a nuestra espalda se escucharon unos pasos, provenientes de la escalera de madera. Ambas dirigimos nuestras miradas y pudimos notar la figura de Erick.

_Emilia, deja que Stella descanse-le dirigió la palabra a su madre-

_Claro, deja que prepare la habitación de invitados-respondió su madre-

_No es necesario, se quedará en mi habitación.

Le miré alzando una ceja para después arrugar mi entrecejo.

_No, esperaré que tu madre prepare la otra.

_Ya es tarde, dije que dormirás en mi habitación-demandó, también con sus cejas arrugadas-

Ante aquella tensión entre nuestro choque de miradas se sintieron las dulces carcajadas de su madre.

_No discutan sin necesidad, es cierto que es tarde y seguro quieres dormir un poco.

_De acuerdo-me di por vencida, lo menos que quería era discutir-

Me levanté del mueble y Erick me indicó cuál era su habitación. Al entrar en esta parecía que llevase mucho tiempo sin ser habitada. Las paredes tenían un color azul oscuro alternadas con blanco,no tenían ningún cuadro u objeto colgado. Las ventanas eran grandes con una repisa para sentarse cerca de esta y el armario era de madera posicionado al lado de un escritorio.

_Puedes usar el baño, tú maleta está ahí-señaló al lado de su armario-

_Gracias-volví a repetir y él volteó los ojos, dejándome sola en la habitación-

Erick Jones:

Tras cerrar la puerta bajé las escaleras para aún encontrarme a mi madre sentada, tomando café mientras veía la televisión.

_Podría desvelarse con ese café a estas horas-comenté sentándome a su lado-



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Editado: 08.09.2025

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