Amores complicados

Cara a cara

Capítulo 

 

 

Esa mañana me levanté de buen humor, realmente las tías habían tenido razón. Salir a tomar aire y ver algo distinto me sentó bien, además de que pude abrirme un poco más con Noah, empezaba a agradarme hablar con él, siempre escuchaba y se comportaba con amabilidad, ese tipo de cosas me generaba satisfacción, no tenía ideas el porqué, sin embargo, cuando hablábamos todo era tan distinto. 

 

Flashback 

 

 

—Sé bien a lo que te refieres, pero a veces el corazón quiere aferrarse a cosas y es difícil decirle que no —murmuré viendo el horizonte, mis ojos se sintieron húmedos y es que recordar a Vladímir solo me generaba tristeza, yo anhelaba estar cerca de él, pero al pensar que sería un amor no correspondido, entonces todo se desmoronaba. 

 

—Estoy al tanto de eso, créeme que cuando tuve que aceptar la realidad en la que me encontraba, fue doloroso porque amaba a esa mujer, pero luego entendí que no podía forzar algo, únicamente me hacía daño —correspondió sereno y lo observé. 

 

—Admiro mucho tu valentía, probablemente a mí me tome algún tiempo superarlo —admití con tristeza. Él me dedicó una sonrisa de comprensión.

 

—Los primeros días son los peores, pero con el pasar del tiempo vas sanando y ya no duele tanto —expresó. Una corriente fresca acarició mi rostro y cerré los ojos disfrutando esa placentera evocación. 

 

Quizás tarde más de lo que piense, o no, pero necesitaba darle tiempo al tiempo para poder seguir con mi vida, todas esas cosas a las que me acostumbre de Vladímir ya no estarían y era eso por lo cual me costaba seguir.

El ser humano en sus formas tan incomprensivas experimenta la capacidad de adaptarse rápidamente cuando experimenta comodidad, sin embargo, al quitarle eso un vacío se apodera, y a lo que nunca estaríamos acostumbrados, es a los cambios radicales y tan repentinos. 

 

Fin del Flashback 

 

 

Me puse de pie yendo a la puerta para salir de la habitación, Noah me había invitado a un restaurante para desayunar. Caminé llegando a la salita y las tías se encontraban una sentada en el sofá leyendo una revista y la otra limpiando su amado piano, Noah salió de la cocina con una botella de agua y al verme su rostro se iluminó. Sonreí y de pronto esa nostalgia que me tomaba por sorpresa en momentos, apareció. 

 

Deseé que esa misma emoción y entusiasmo al verme la hubiera sentido Vladímir cada vez que me veía, nuestra relación se había tornado tan monótona que lo único emocionante era ir a la cama para tener sexo, perdimos el horizonte de lo que realmente queríamos ambos yendo por caminos distintos y fue eso lo que terminó alejándonos con lentitud y sin darnos cuenta ya era demasiado tarde. 

 

Sacudí la cabeza para sacar esas ideas y avancé dándole un beso en la mejilla, ya que el día anterior había decidido visitar algunos familiares en la ciudad y no pasó la noche en casa de mis tías. 

 

—Lista —mencionó y asentí emocionada. Me despedí de Rubí y Cintia saliendo de la casita y al apreciar la hermosa mañana que nos aguardaba sonreí. Noah comentaba querer llevarme a un castillo antiguo donde hacían tours para turistas, la idea parecía apetecible y mi rostro se iluminó aún más, no obstante esa luz y felicidad se apagaron cuando miré al frente encontrándome con la mirada penetrante de aquel sujeto por el cual yo había escapado de Nueva York. 

 

Quede congelada en el sitio, Noah notó algo extraño y no dudó en detenerse a preguntar. 

 

—¿Estás bien? Te pusiste pálida de pronto —manifestó preocupado y luego, cuando se dio cuenta de que mis ojos contemplaban el frente, siguió esa línea observando a Vladímir, quien avanzaba con lentitud. Clara, ¿quién es? ¿Lo conoces? —interpeló y no puede ser capaz de responder. 

 

Mi corazón palpitaba con rapidez, los vellos de la piel se me erizaron y cada músculo del cuerpo estaba tenso, no tenía la capacidad de ejecutar algún movimiento, y solo podía observar como una idiota a él acercándose. Se detuvo justo frente a nosotros y sonrió viéndonos como si le agradara encontrarnos justo en ese preciso instante. 

 

—Vaya, tengo suerte —comentó. Miró a Noah sin dejar de sonreír, pero esa expresión era más maliciosa que de sentir agrado por el interpelado. Espero no interrumpirlos, es un placer para mí conocerte soy Vladímir —se presentó estirando la mano para estrechar la de Noah, quien juntó las cejas confundido y dudó en corresponder al saludo, no obstante terminó por apretarle la mano como respuesta.

 

—Noah —dijo sin dejar de parecer confuso. Luego me observó como buscando una respuesta y pude abrir la boca finalmente. 

 

—Es mi ex —solté de mala gana y Vladímir amplió más su sonrisa. 

 

—Vaya, no tenía idea que lo nuestro se había terminado, pues a mí nadie me notificó nada, por eso me he tomado la molestia de venir desde Nueva York para aclarar la situación —intervino con notorio sarcarmo en su voz. Torcí los ojos llena de impaciencia y luego lo observé. 

 

—Yo te aclaré, y no era necesario venir hasta aquí, solo debías llamar —repliqué y negó. 

 

—Una carta no es modo de terminar una relación, tampoco una llamada. Pienso que si realmente te importa la otra persona, le dices que terminan en persona —manifestó viendo a Noah, quien estaba bastante incómodo. Yo cerré los ojos sosteniendo el puente de mi nariz con los dedos pulgar e índice. 

 

《 No gozo de tanta paciencia para esto 》

 

Pensé 

 

—No hagas esto Vladímir, la verdad solo quedas en ridículo —murmuré.

 

—Eh, yo creo que iré adentro, así ustedes podrán hablar con más tranquilidad —expresó Noah y mi ex idiota se acercó poniendo una mano en su hombro. 




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