Capítulo.
—No pierdes nada con intentar Clara, además pasas el día acostada y sin hacer absolutamente nada, así que debes empezar a ocupar tu tiempo en algo productivo como esto —expresó mamá, y como siempre no le dejaba opciones, por lo cual me quedé en silencio y dejé que ella decidiera por mí, igual yo estaba segura de que no lo iba a lograr. Por lo cual la deje soñar y asentí a todas sus palabras.
Yo no estaba alegre precisamente con el hecho de ser obligada a tomar clases de arte y menos en un compromiso como crear una galería completa que sería examinada por críticos profesionales, no obstante también estaba contra la espada y la pared, ya que en el momento de la presión mamá me hizo prometer que lo pensaría y eso era ir al auto regañarme y luego llamar por teléfono al tal Josh para decirle que su hija acepta la propuesta.
Rodé los ojos ante la idea y respiré hondo para no perder la paciencia, porque me esperaba un trabajo arduo y luego.
***
Estaba recostada en mi cama esperando que alguna idea surgiera, empero cada vez que tocaba esa cama los pensamientos se iban directamente a Vladímir, lo extrañaba mucho y me dolía saber que ya no estaba. A veces actuaba como si él aún estuviera con vida y ese tipo de cosas me afectaban mucho, traté de pensar en otra cosa y mi mente viajó a un recuerdo lejano, pero vigente en mi memoria.
Flashback.
Todos brindaban por el año nuevo, yo tenía la copa en la mano y observaba el cielo lleno de fuegos artificiales, Vladímir a mi lado sujetando mi cintura dejando un beso en mi cuello como solía hacer siempre. Ese cosquilleo únicamente lo podía provocar él, me encantaba cuando la piel se me erizaba debido a sus besos. Respiré y cerré los ojos deleitándome en esa exquisita sensación y luego giré para rodear su cuello con mis brazos.
—Espero que este año no pelemos tanto —murmuré y sonrió.
—Contigo eso es imposible —bromeó y lo miré con los ojos abiertos a medias astas.
—Idiota —lo insulté negando con mi cabeza al tiempo que entornaba los ojos. Luego me apretó a su cuerpo y me besó los labios con pasión.
—Soy tu idiota.
Fin del Flashback. Recordé sus últimas palabras con un profundo dolor en mi pecho, sollocé acurrucada en mi cama cerrando los ojos, yo no podía vivir sin él, simplemente no podía hacerlo. Mi amor se aferró tanto, que tratar de arrancarlo me desprendía el corazón provocando estragos dentro de mí.
De pronto una voz interna me hizo abrir los ojos y quedé helada.
—La playa —habló mi cabeza, fruncí el ceño confundida y entonces lo supe.
Sí, yo plasmaba mis sentimientos, si por alguna razón recordaba esos momentos felices cuando realmente era yo, entonces podría sanar. Me levanté de la cama dando un salto y corrí en busca de lápiz y papel, quité todo lo que le estorbaba en el escritorio y comencé a dibujar. No tenía la más mínima idea de lo que estaba haciendo, pero ponto cobro vida y forma ante mis ojos.
El corazón del mar sollozante. Lo titulé creando una historia, que contaría al presentarle la idea a Josh.
***
—Acepto la propuesta y tengo esta idea —le di la hoja y la observó. Esa mañana me levanté ansiosa y casi no dormí por la emoción de crear esa galería, pensaba en que todos la verían y en las reacciones que podría crear y solamente eso me generaba una chispa que podría decirse alegría.
—Vaya, es bastante interesante. Pero… —hizo una pausa y entré en pánico.
—Qué, no te gusta —contesté de inmediato y negó sonriendo.
—No, de hecho me parece estupenda la idea, pero necesitas ayuda con este proyecto, puedo asignarte un equipo que haga todo lo que tú les digas respecto a tu idea, son profesionales y harán un excelente trabajo —propuso y asentí de acuerdo.
—Bien
—Ok, cuando empiezas —deseó saber.
—Ya mismo, tengo poco tiempo y debo ver el lugar para adaptar las ideas que tengo en el sitio —expliqué y abrió los ojos llenos de asombro.
—Vaya, no pierdes tiempo —comentó—. Bien, por eso me gusta planificar a futuro y ya tu equipo está asignado, ellos te esperan en el salón de murales —puntualizó y afirmé con la cabeza dándole la mano para despedirme y por supuesto poner manos a la obra.
Salí a toda prisa en busca del dichoso salón y tuve que preguntar a varias personas, ya que ese museo era tan grande que fácilmente podía perderme en segundos. Llegué al lugar abriendo la puerta y contemplé un grupo de 15 personas, ninguno de ellos era conocido para mí, a excepción de la chica pelirroja. Fue con quien había hablado el día anterior, 《 Ana 》 creí recordar bien su nombre.
Estaba nerviosa porque nunca tuve un personal a cargo, sin embargo, traté de disimular y demostrar seguridad, yo quería que me tomarán en serio porque realmente deseaba plasmar mi idea en memoria de Vladímir, si él quería verme feliz y seguir adelante, ese sería el paso en mi vida para un cambio.
—Buenos días, chicos, un placer, mi nombre es Clara Johnson y estoy a cargo del proyecto para la galería de verano —expresé y todos estaban atentos a mis indicaciones—. Sé que son profesionales, por eso estoy segura de que harán un excelente trabajo, esto es sumamente importante, así que debemos poner manos a la obra, únicamente tenemos 3 meses y eso es nada para una galería completa —indiqué. Uno de ellos levantó la mano y lo observé—. Tienes alguna duda —interpelé y afirmó con su cabeza.