── Y me da un globo, me hace el favor ──le pedí al señor que me atendía en las variedades.
── ¿Solo uno? ¿De qué color? ──me preguntó el señor.
── Bueno…uno se puede dañar. Deme dos rojos, por favor.
Tuve que ir a un almacén de variedades que me quedaba más lejos que el que atendía la hermana y la madre de Jessica. Lo que estaba armando era una sorpresa de la que ella no debía enterarse por nada. Así que no podía comprar allí.
Le pedí a mi amiga Estefany que me acompañara. Siempre que voy a ese tipo de almacenes para armar alguna sorpresa o hacer alguna manualidad, pienso que es mejor tener la perspectiva femenina.
Ya yo tenía los pétalos de rosa, pero ella me ayudó a escoger la caja, el tipo de papel y los colores de los marcadores.
── ¿Será que los rojos están bien? ── le pregunté a Estefany. Estaba indeciso.
── Pues sí, es el color del amor y la pasión y esas maricadas ──me respondió y luego agregó: ──aunque yo buscaría unos con motivos.
── ¿Motivos?
── Sí, con algunas florecitas, o estrellitas, o solecitos o alguna joda así. Hombre, Wicho, ingeniatelas, métele creatividad.
── ¡Señor! ¿Tiene globos así como estos pero con motivos?
── ¿Con corazones? Sí, claro se le tiene ──me respondió y luego preguntó: ── ¿Para la novia?
── Algo así…eso espero ──le respondí apenado.
Me causaba mucha ilusión lo que tenía planeado para Jessica. ¿Ella me correspondería? ¿Me rechazaría? ¿Me levantaría yo la mañana siguiente descubriendo que todo fue un sueño o una pesadilla? Dependiendo de su respuesta.
Me entregaron los globos y no los iba a aceptar sin el visto bueno de mi amiga Estefany.
Me dio su visto bueno.
Ya había comprado la caja, el papel, los marcadores, la cinta, las tijeras y los globos. Ahora faltaba inflarlos.
── Señor, ¿Aquí inflan con helio cierto? ──pregunté.
── ¿Sí, sí, claro, le inflo los dos? ──me preguntó amable. Yo le dije que sí y ya con eso, tenía todo listo para la sorpresa al siguiente día.
Estefany me ayudó a cargar todo de camino de vuelta a mi casa.
***
Me puse a escribir y decorar los mensajes que iba a poner en la caja para la sorpresa de Jessica. Les puse mucho cariño y de verdad me quedaron muy bonitos. Tampoco es que yo sea el súper artista plástico, pera para ser yo, quedó bastante decente.
Yo no soy bueno con las manualidades, así que Jessica debía valorar el esfuerzo. Amarré el globo con el mensaje y lo guardé dentro de la caja.
Luego me puse a leer un ensayo para la clase de guion del siguiente día.
El subtexto. Se titulaba.
Me llamaba la atención un fragmento: “Si en una escena un personaje le dice “te amo” a otro personaje y en verdad le ama. Esa escena no sirve. Las personas en una construcción dramática, no dicen lo que piensan en realidad.”
« Si Jessica me dice que me quiere, ¿realmente lo sentirá? »
Dejé de leer pues ya era hora de descansar.
Cuando me preparaba para dormir, me invadió la ansiedad.
Le escribí a mi amiga Estefany.
===
WICHO. 11:08 PM:
¿Y si Jessica no me quiere?
TETY. 11:10 PM:
¿Por qué dices eso?
WICHO. 11:10 PM:
No sé… ¿Qué tal si quiere a alguien que no tenga la boca como yo?
TETY 11:12 PM:
Ya vas con tus bobadas.
===
Pero era cierto. ¿Qué tal si se da cuenta que es mejor tener a alguien que cuando lo bese no tenga cicatrices en sus labios? Ella es muy bonita. Puede tener a quien quiera.
« ¡ILUSO! ¡ILUSO! ¡ILUSO! ¡ILUSO! »,
¿Por qué habría de quererme a mí? ¿Qué tengo yo de especial? Quizás no tenga nada de especial, creo que me estoy ilusionando en vano.
« Me van a romper el corazón, maldita sea. ¿Debería cancelar el plan? »
No lo cancelé, pero pensé mucho. Muchísimo. La ansiedad me atacó de nuevo. Traté de dormir. Lo logré después de dar vueltas en la cama por tres horas.
« ¡ILUSO! ¡ILUSO! ¡ILUSO! ¡ILUSO! »
***
Estefany me volvió a ayudar el siguiente día en la tarde, casi al anochecer.
Ya yo había cumplido con mis responsabilidades en la universidad. Socializado lo del texto que había leído la noche anterior. Eso me había hecho pensar mucho.
« Si Jessica me dice que me quiere, ¿realmente lo sentirá? »
Estefany y yo estábamos en el parque del barrio, la poca gente nos miraba raro.
Le dije a ella que me ayudara esparciendo los pétalos de rosa en el suelo como si fuera un camino a seguir.
Se supone que Jessica entraría al parque y se encontraría con el camino de pétalos.
Entonces yo ubiqué la caja al final del camino de rosas y pegué el mensaje de “ábreme”.
Luego le marqué a Jessica.
── ¿Alo? ──me contestó──. ¿Ya me vas a contar cuál es el misterio?
── Te dije que era sorpresa──le respondí──. Y sí, ya tengo todo listo, ¿puedes llegar al parque?
── Claro que sí, dame cinco minutos.
Colgó.
Fueron los cinco minutos más largos de mi vida. Se sintieron como una eternidad.
Me mordí el labio y luego me comencé a comer las uñas.
── ¡Deja de comerte las uñas! ──me regañó Estefany.
No lo hice. Cuando ella no miraba, me volvía a morder las uñas. No podía quedarme quieto, estaba súper ansioso.
« Cuando ella llegue, de seguro me muero », pensé.
Y allí estaba…Jessica…
¿Siempre fue así de linda?
Estefany corrió a esconderse y comenzó a grabar con el celular.
Yo lo veía todo en cámara lenta. Jessica veía confundida el camino de pétalos. Como tratando de darle sentido a todo, y dándose cuenta poco a poco de lo que estaba ocurriendo.
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Editado: 31.01.2021