El frío azotaba su piel, el sudor no dejaba de resbalar por su piel haciendo que la sabana se enrollar en su cuerpo. Los dolores, los gritos y la súplica se escuchaba pero nadie venía a socorrerla
—¡No! —grito incorporándose en la cama
Involuntariamente se llevó la mano hasta su vientre; ahí donde por uno tiempo muy corto había estado una vida, un ser que jamás pudo conocer
—Los acabaré —murmuro entre dientes —, pagarán todo el mal que han echo
Después de dar vueltas en la cama sin poder dormir se dió un largo y relajante baño. Está terminado de ponerse su sacó cuando la puerta se abrió
—Pense que sería yo el que iría —dijo Rubén mientras se recargaba en el marco de la puerta
—He estado pensando, si quiero destruirlos —lo mira —, debo de estar presente calculando cada paso. No puedo arriesgarme, no puedo cometer ningún error
—Sabes que el estará presente, ¿Verdad?
—No me importa —se encoge de hombros —, tendré que soportarlo
—¿Segura?, Aguantaras verlo con su prometida
—No te confundas Rubén —lo miro furiosa —, lo que sentí por el ya se murió no queda ni un solo gramo de amor, de aquel estúpido amor
—A mi no tienes que mentirme —la tomo por los hombros —, te conozco y puedo asegurar que sientes toda vía algo por el
—¡Si!, Lo que siento es odio —se soltó bruscamente —, un profundo y fuerte odio hacia el y toda su maldita familia
—Bien —alzo sus manos en son de paz —, no te diré nada y mejor vámonos
Se subieron al auto y todo el recorrido lo hicieron en un silencio. Cuando llegaron a las instalaciones disimularon como si no hubiera pasado nada
—Señora Castillo —dijo la recepcionista —, el presidente los espera en la sala de juntas
—Gracias —dijo Rubén —, serías tan amable de decirnos dónde queda la oficina de la señora, por favor
—Claro que si —sonrio —, es en el tercer piso a la derecha junto a la oficina del joven Alexis
Ante la mención de aquel hombre Rubén volteo a ver a su amiga y tenía una sonrisa que le extraño
—Gracias —dijo Alejandra mientras caminaba al elevador
Cuando las puertas se erraron el no pudo evitar hacer la pregunta
—¿Por qué esa sonrisa?
—Por que el destino está a mi favor —nego —, mi venganza sera más fácil de lo que pensé
Las puertas se abrieron y caminaron hasta su oficina
—Ve a la junta con Alfonso —dejo su bolso en el escritorio —, y luego me informas
—¿Que harás tu? —vio cómo sonreía
—Conocer la oficina de mi vecino
—Ten cuidado Alejandra —nego —, por qué puedes equivocarte y no creo que puedas soportar lo que te esperaría
—No te preocupes —le dió un beso en la mejilla —, cada cosa que haga será para destruir los
El no discutió más sabía que nada le haría cambiar su decisión. Ella salió después de el y camino hasta lo oficina de Alexis al no ver a la secretaria entro a la oficina, notando que todo era de un azul rey con negro, en un lado un sofá color beige en las paredes uno cuadros de playas. Camino hasta el escritorio y con sus dedos rozo la superficie del mismo mientras daba la vuelta hasta sentarse en la silla. Pero algo llamo su atención, una fotografía, la tomo en sus manos y con la yemas de sus dedos delineó aquel rostro
La puerta se abrió dejando ver a Alexis
—¿Que hace usted aquí? —dijo al momento que caminaba hasta a ella y le arrebataba la foto —, ¿Con que derecho toca está fotografía?
—¿Quien es?
—Eso es algo que a usted no le importa —abre la puerta —, haga el favor de salir y no entre sin permiso
Ella así lo hizo sin protestar más por la impresión que por otra cosa, cuando ella se fue Alexis solto un suspiro y acomodo aquella fotografía en su lugar
—Aun no se por qué sigo teniendo tu fotografía —la acaricio sobre el cristal —, si para ti nunca fui importante