Capitulo 3

Alejandra salió de aquella oficina con el corazón latiendo fuertemente, se sentía abrumada

—Buenos días señora —dijo la secretaria de Alexis

Pero ella no le contesto salió casi corriendo hasta su oficina y después de cerrar se apoyo en la puerta 

—¿Por qué tenía esa foto? 

Se pregunto mientras cerraba fuerte los ojos 

Flashback

—A ver, quiero tomar una foto —la beso en los labios —, quiero tener recuerdo de este magnífico día 

—Pero ya tenemos muchas fotos —le sonrió —, ya Alexis 

—Pero está es donde te pedí matrimonio

Fin del flashback

—No me importa —abrio los ojos y nego —, nada cambia el daño que me hiciste. Mi venganza no tendrá límites 

Alexis dejo de contemplar aquella foto en cuanto la puerta de su despacho fue abierta 

—¿Que quieres? —pregunto mientras prendía su computador

—Amor, no Lo creo —dijo al momento que cerraba —, por qué está claro que no me lo puedes dar 

—No estoy de humor para tus bromas Yeimi —saco unos papeles —, así que dime qué quieres 

—Algo que estoy segura que si me podrás dar —se sentó en su regazo —. Quiero un hijo 

—¿Te has vuelto loca? —grito, no fue su intención gritar pero lo hizo 

—No entiendo por qué te pones así —se levantó sentándose a horcajadas —, pronto nos casaremos y lo normal es tener hijos; una familia

Las puertas se abrieron justo cuando el iba a protestar

—Lo siento mucho —dijo Alejandra —, pero vine a buscar los documentos que el señor Alexis me iba a proporcionar

—Señora Castillo —dijo Yeimi con una falsa sonrisa mientras se levanta acomodan su vestido —. Es un gusto verla, pero debe ser un poquito más prudente y avisar a la secretaria 

Ella solo la miro y una sonrisa oculto sus verdaderas pensamientos mientras de su boca salía algo muy distinto

—Lo haría —señalo la puerta —, si hubiera alguien afuera. Pero como no había, toque la puerta y al no tener respuesta entre 

—Señora Castillo —intervino Alexis —, de echo la estaba esperando nesecito hablar con usted sobre esos documentos 

Ella solo sonrió 

—Cariño —Yemi lo volteo a verlo —, nos permites. Te busco más tarde 

—No te preocupes mi amor —beso sus labios —, márcame cuando termines que yo iré con la modista para ver cómo está quedando mi vestido de novia

—Bien

—Hasta luego señora —tomo su bolso 

—Hasta luego —sonrio para luego verla salir 

Cuando Yeimi dejo la oficina el por fin hablo 

—¿Por qué mintió? —pregunto Alexis —, ¿A qué ha venido?

—¿Por qué ha seguido mi mentira? —se sentó en el sofá mientras contestaba con otra pregunta —. Pudo delatarme, pero prefirió seguirme con ella 

El no pude evitar observar su pierna al momento que la falda entallada se subió un poco hasta la mitad de sus muslos 

—No... No me ha contestado 

Alejandra sonrió 

—Vine a hablar contigo 

Se levantó y camino hasta el acortando la distancia hasta que sus cuerpos quedaron tan juntos que sus alimentos se entrelazaban. El la miro a los ojos mientras ella imita su acción ella no puede evitar más y rodea sus brazos sobre su cuello atrayendo lo hacía ella. Alexis se dejó envolver por los cálidos labios de aquella mujer haciendo que su fuerza de voluntad no pudiera más y se entregará a la plena sensación que el néctar de sus labios lo embrujaran haciendo que el mundo dejara de existir. La estrechó entre sus brazos mientras le correspondía a la misma pasión 

—Perdón, ¿Interrumpió? —hablo una gruesa voz a sus espaldas 

Alexis rápidamente tomo Alejandra por los brazos y la separó al mismo tiempo que los dos voltevan hacia la puerta y ella sonreía 

—Hermano —dijo Alexis 

—Bueno, Alexis nos vemos después 

Ella paso a un lado de aquellos hombres 

—Hermano no es lo que...

—A mi no es a quien deves de darme explicaciones —nego —, pero recuerda que estás comprometido

—En primer no es lo que tú crees —se dejo caer en el sofá —, y segundo no fue por mi voluntad comprometerme 

—Pero aún así la aceptaste y estoy seguro que a tú madre no le gustaría nada que lastimaras a tu prometida

—Aun no entiendo como tú no estás en mi lugar —nego —. Por un momento quisiera tu vida 

—Eso no es posible hermano —palmo su hombro —, no te hagas más daño 

Ante esas palabras salió dejando a un Alexis muy confundido