Sintió como la presión de aquella mano en su cuello haciendo que se le dificultará al respirar más cuando tenía la boca de Alexis junto a la tuya
—Alexis, me lastimas —dijo cuando sus labios se separaron
—No me interesa, eres mía tu cuerpo me pertenece —la tomo por la barbilla —, yo fui el primero quien recorrió todo tu cuerpo. Yo te hice mujer, mi mujer
Bajo su boca hasta su cuello para empezar a besarlo con esmero
—Alexis, yo… oh Dios —exclamó cuando su camisón fue hecho trizas en las manos de el
Alexis bajó su boca hasta uno de sus pezones para empezar amamantarse de el
—Eres mía, solo mía… Tamara
Ante ese nombre ella lo empujó alejándolo de ella justo en el momento que volteaba su rostro de una bofetada
—¡Soy Yemi! —gritó —, ¡yo soy Yemi, no Tamara!
Ante aquellas palabras él reaccionó y pudo ver lo que estaba haciendo, pero antes de que pudiera decir palabra alguna la vio irse hasta el vestidor
—Yemi, yo…
Trato de explicarle pero ella no lo dejó
—No me interesa Alexis, es más que obvio que jamás podrás sacarla de tu mente y mucho menos de tu corazón
Tomo un camisón para cambiarse tirando el otro
—Pero hay una cosa que aún no has captado —lo miró —, ella ya esta muerta. Y yo estoy viva, y me niego a seguir convirtiendo con un fantasma. Así que decide de una vez ¿Es el fantasma de Tamara o mis accione de la empresa?
Puerto Rico
León observo aquel rostro que estaba recostado en la almohada. Era Tamara, aquella chiquilla que veía correr por los campos con su padre mientras el cosechaba las uvas. ¿Dónde había estado?, ahora que lo recordaba, Alexis le había dicho que lo había abandonado por alguien más rico. Observo aquella casa y pudo ver que era muy lujos, además de que había invertido en la empresa una gran cantidad, pero ¿era cierto? Ella en verdad se había casado por dinero
—Alexis —escuchó que susurra entre seños
Salió de aquella habitación con aquella incógnita que le carcomía. ¿Cuál era la verdad de esa historia?. La mañana llego tan rápido que no se dio cuenta, así que después de darse un baño, se cambió para irse hacia el comedor
—Buenos días —saludo mientras sentaba quitándose el sobrero —, ¿Cómo amaneciste?
—Bien, solo con un dolor de cabeza —dijo justo cuando colocaban los alimentos en la mesa —. Gracias
—No hay de que, mi niña toma esto —le extendió un vaso —, te ayudará con la resaca
—Gracias nana
Aquella mujer de cabellos plata solo asintió con una sonrisa antes de retirarse, los dos empezaron a servirse el desayuno
—Iremos a los invernaderos de uvas hoy —le dijo después de tomar un poco del jugo —, tengo que ver como va el proceso
—Claro —la miró atentamente mientras ella disgustaba su desayuno —. ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Claro, dime —lo miro —, ¿qué quieres saber?
—¿Cómo nació la idea de cultivar vino en estas tierras?
—¿A que viene tu pregunta? —lo miro —, es normal dado que soy la magnate del vino. Es lo más lógico que empecé una nueva clase de vino
—Si, se eres conocida por tus excelente vino —alejo un poco su comida para apoyar sus brazos en la mesa —, pero aquí en Puerto Rico nunca se había cultivado, vamos era casi imposible que la uva se de en estas tierras
—Pues yo lo he logrado, se que muchos lo han intentado pero no han tenido resultado…
—Por mucho te refieres a… mi tío
—Habla claro —dejo los cubiertos —, ¿Qué quiere decirme?
—¿Por qué invertiste en la empresa? Sabiendo que estamos en ruina
—Por que es una gran empresa y se que puede recuperarse —mintió
—Estas segura —ella asintió y el negó
Ella se levanto para irse peri la voz de él la detuvo
—¿Qué tienes planeado? —ella volteó a verlo —. ¿Que tienes planeado para la empresa, Tamara?
Ella abrió los ojos abruptamente
—Si, se quien eras —se levantó —. Pero lo que no sé en quien te has convertido
Ella soltó una risa antes de verlo
—¿Sabes quien fui? —lo recurrió con la mirada —, es imposible por que jamás en mi vida te había visto. Y con referente en que me convertí, te corrijo en que me convirtieron
Sonrió antes de acercarse a él para susurrarle en el oído
—Me convertí en una mujer rica y poderosa —lo miro a los ojos —. Que quiere volverse aún más rica, una mujer sin escrúpulos
Le dijo antes darse la vuelta para subir las escalera mientras lo dejaba con un mal sabor de boca
—¿Otra vez se fue sin comer? —aquella mujer negó antes de levantar los platos y suspirara —. ¿Usted seguirá comiendo?
—No gracias —ella asintió —. ¿Ha dicho otra vez? Es que acaso ¿Ella no come?
—Desde hace años que ella no come bien —suspiro —, a veces se puede pasar días sin probar bocado
—¿Por qué?
—No puedo decirle mucho —lo miro —, pero una cosa si le voy a decir: No todos es lo que parece, no siempre el malo es como lo pintan
Con aquellas palabras se alejó dejándolo con muchas más dudas. ¿Cuál e la verdad? Jamás se involucro en los asuntos de la casa grande a pesar de quién era hijo, aunque muchas veces quiso hacerlo por una persona que al final no merecía nada de él
Se alejó con dirección a las caballerizas cuando aquel recuerdo amargo le vino a la mente junto con aquellos ojos y esa sonrisa. Él no podía sentir nada era un amor prohibido, un imposible y mucho más para él que era un bastardo. Subió al caballo galopando a todos velocidad hacia los sembradíos, necesitaba despejarse lo antes posible. No podía cometer alguna imprudencia y menos por aquel amor que no le corresponde