Nueva York
El deportivo se estacionó en la entrada de aquella mansión, con desdén miro atraves de sus gafas de sol aquellos muros que odiaba con todo su ser, o al menos casi todos solo uno le traía recuerdos agridulces. Apago el motor del auto para tomar su bolso y salir. Con seguridad y elegancia camino hasta la puerta para tocar, cuando las inmensas puertas se abrieron entro sin mirar a nadie hasta la sala donde sabía estaría su madre
—Ya estoy aquí —se sentó en el sillón frente de ella mientras se quitaba los lentes —, ¿Para que querías verme?
—¿Esa es forma de hablarle a tu madre? Hace meses que no nos vienes a ver y tampoco has llamado —dejo el libro que estaba leyendo —, ¿Cómo están las cosas haya?
—Iguales —le hizo saber sin mirarla mientras quitaba una pelusa imaginaria de su ropa
—Eres una inútil no sirves para nada. No has logrado que Alexis adelante la boda
—No es mi culpa madre, el sigue obsesionado con aquella tipa —dijo con fastidio —, además…
Paro cuando se dio cuenta que iba cometer una imprudencia
–Anda di lo que ibas a decir —la miró —, además ¿Qué? Que ese igualado está trabajando con ellos, ya lo sabía
—Madre usted…
—Te lo advierto Yeimy, no te quiero cerca de él —la señaló —, entendiste. No vayas a arruinarlo todo
Ella solo pudo quedarse callada, era inútil discutir con su madre
—Te quedas a comer
—Lo siento madre pero…
—He dicho que te quedas a comer, punto —se puso de pie
Sin mirarla camino hacia la cocina, mientras ella la observo con fastidio. Se levanto para empezar a caminar hasta el comedor pero al llegara a las escalera desvió su camino hasta la parte de arriba y en la segunda puerta a la izquierda entró observando que todo estaba en su lugar, recorrió la habitación hasta pararse en el tocador con las yemas de los dedos tocó aquel cepillo
Flashback
Estaba sentada frente al espejo desenredado su cabello después de haberse dado un relajante baño, cuando un sonido de algo golpeando la ventana levemente la distrajo con una sonrisa dejo el cepillo para levantarse hasta llegar a la venta, al abrirla la imponente figura de aquel hombre apareció en su vista
—Baja —escucho que le dijo mientras señalaba con la cabeza el cobertizo —, te estaré esperando
Ella asintió antes de verlo irse con una sonrisa, camino nuevamente hacia el tocador para darle unas últimas pasadas a su cabello y verse en el tocador. Solo llevaba su ropa de dormir como siempre se colocó una bata para luego abrir lentamente observando a los lados con sigilo bajo las escaleras hasta la cocina donde se escabulló por la puerta de servicio hasta llegar al cobertizo, en el momento que entró fue presa por unos fuertes brazos antes de dar vueltas soltando una pequeña risa
—Pensé que no te vería hoy —le dijo antes de agarrar su rostro y besarlo
—Eso creí yo también —la abrazó —, pero vi la luz prendida y me dio esperanza
Los dos se miraron con una gran sonrisa
—Hay algo que tengo que decirte —le dijo de la nada mientras la ayudaba a sentarse en un banco —. Tengo que irme de aquí
—¿Qué, por que? Me abandonas —soltó una lágrima
—No mi pequeña princesa —limpió la lagrima —, tengo que irme por que necesito ver como sigue ella. Sabes que no tengo a nadie más que a ella
—Lo sé —agacho la cabeza —, pero temo no volverte a ver
—Eso no pasará princesa, yo volveré por ti
Ella solo sonrió antes de besarlo a lo que él correspondió envolviendo su cintura con sus brazos para atraerla hacia él, cuando los besos se subieron de tono y él sintió las manos de ella tratar de desabotonar la camisa se separó con dificultad de ella
—Para Yeimy —apartó sus manos con dificultad —, no tienes por qué hacer eso
—Lo sé —vio el brillo en sus ojos —, pero quiero hacerlo. Quiero sentir el amor y la pasión, y la quiero sentir solo contigo
Él la tomó por el rostro para besarla castamente
—Eres el amor de mi vida —sonrió —, nunca lo olvides
Fin de flashback
Unos golpes en la puerta hicieron que se alejara de aquellos recuerdos
—Lo siento señorita, pero la comida está servida y su madre pregunta por usted
—En seguida bajo
Se levanto de aquella silla donde se había sentado para salir como si no se hubiera removido una parte sensible de ella. Una cosa que odiaba Yeimy era las comidas con su progenitora, solo las soportaba cuando ella estaba callada y desgraciadamente esa comida no era para nada silenciosa
—¿Qué sabes sobre las inversiones de Alejandra del Castillo?
—No mucho, solo que pide un reporte diario de las inversiones y los movimientos
—Así que no la tiene fácil —soltó una pequeña risa —, tendrá que sacar las garras
—Yo no sé cuál es el afán de que me casé con Alexis si no tienen fortuna
—Eso por que eres una estúpida —le hizo saber —, obviamente para adueñarte de todo
—¿De que nos sirve, una empresa en la quiebra?
—No estoy en busca de la empresa
—¿Entonces…? La hacienda
—Exacto
Vio como su madre pinchaba con el tendero la carne y se lo lleva a la boca
—Si tienes un hijo, el va ser el heredero de la tierra más famosa y más productiva de vinos —la miro —, así que apúrate a embarazarte ¿No deberías estarlo ya?
—No lo se —se encoge de hombros —, no he podido embarazarme
—¿Por qué no podrías embarazarte?
—No lo se madre —la miro con coraje —, ¿Por qué no podré concebir hijos? Si tu y yo sabemos que si podía tener hijos ¿Verdad madre?
Yeimy se levanto con un sabor amargo en su boca, el apetito se le había ido. Cuando se iba a ir las palabras de su madre le resonaron
—Todo lo que he hecho es por tu bien Yeimy