Capitulo 28

El pitido de la maquin al lado de ella fue lo primero que escucho Yeimy al abrir los ojos, desorientada observo a su alrededor vio su mano y trató de quitarse la intravenosa 

—No, no te la quites —la detuvo una mano —, es para que te mejores 

—¿Qué haces aquí? —negó —, ¿Qué hago yo aquí? 

—Te encontré tirada llenada de sangre —le informó —, ¿Qué fue lo que te pasó? ¿Alguien quiso hacerte daño? 

Ella mantuvo silencio mirando al frente a un punto indefinido en la pared. A él le dolió su indiferencia pero sabía muy bien que él se lo había buscado es lo que quería ¿No? Que ella ya no lo buscaba,  que ya no le hablara. Pues bien lo había conseguido 

—Yeimy, por favor —suplico —, necesito saber que te pasó 

—León, tu me dejaste claro  —lo miró  —, que ya no me amas. Entonces ¿Qué te importa lo que me pase? 

—Me importa —le informó —, aunque ya no estemos más juntos y aunque... ya no te ame. Fuiste y serás alguien especial en mi vida. Así que por favor, dime que fue lo que te pasó 

Ella solo supiro antes de contarle 

—Estaba corriendo no se cuanto tiempo estuvo así pero debía ser mucho ya que no se podía apreciar ya la casa. Entonces me detuve justo en ese momento sentí un fuerte dolor en el vientre, tras ese dolor, me vi en la necesidad de recargarse en la roca para ver su el dolor sesaba pero no fue así, al contrario aumento considerablemente 

Ante cada palabra León la miraba y mil veces se arrepentía de no haberla seguido

—Entonces traté de regresar pero me tómese y caí, solo sentí el el en mi cabeza antes de cerrar los ojos, cuando los abrí ta estaba aquí 

—Yeimy... tu tratabas de tener un hijo con mi hermano —preguntó con cautela 

—¿Por qué me lo preguntas? —le cuestionó con suspicacia 

—Yeimy tú... —no podía terminar la frase sin que se le hiciera un nudo en la garganta —. Tu 

—¿Yo que, León? Habla de una vez —exigió 

—Yeimy lo que te voy a decir... deberás lo siento mucho 

—¿Lo sientes? ¿A que te refieres? 

—Yeimy ese dolor que sentiste fue provocado por el... aborto espontáneo que tuviste 

Ella no dijo nada solo negó mientras las lágrimas salían de sus ojos rodando por sus mejillas 

—No, no es cierto —él solo agacho la cabeza —. León dime que que es cierto. No puedo perder nuevamente un hijo mío

Dijo entre lágrimas, alterada agarro a León 

—Dime que no —le suplico —, dime que es mentira y que no es cierto lo del aborto. Que yo no he perdido a mi hijo nuevamente 

—¿Nuevamente? De que hablas Yeimy —le preguntó —, ¿De que hijo hablabas? Dime 

—¡No! Mi bebé... León mi bebé ya no está y tu tampoco 

León se quedó confundido de que otro hijo hablaba ¿Será que? No, era imposible ella no podía ser tan cruel 

—Yeimy tranquilízate —le ordeno —, tranquila ya 

Pero ella no se calmo, al contrario se altero aun más haciendo que León tuviera que llamar a doctor para que no pudiera terminar de hacerse daño, cuando llegó el doctor lograron tranquilizarla con un sedante 

—Doctor quiero hacerle una pregunta —le comento una vez que estuvieron solos 

—Si, dígame 

—¿De casualidad usted sabe si la señora ha tenido un aborto previo a este? 

—En los registros médicos no hay ningún informe sobre jn aborto pero...

—¿Pero? ¿Hay algo más? 

El doctor solo lo miro incómodo y negó 

—Yo no puedo darle ninguna información, si quiere respuestas debe de pedírselas a ella. Con permiso 

Lo dejo hay con mil dudas más de las que ya tenia. Pero sin duda una si se la reprendió. Yeimy guardaba un secreto pero la parte que aún no sabía era ¿Qué tenía que ver él con ese secreto? 

Akexis llegó hasta la casa grande deteniendo el jeep justo cunado salía Alejandra por el lumbral de la puerta 

—Alexis ¿Que ha pasado? 

Pero él no le contesto solo pasó al lado de ella se sentia tan culpable de no poder cumplir con la promesa que le hizo era tanta su culpa que no podía mirarla a los ojos, ni siquiera podía estrecharla entre sus brazos como deseaba hacerlo. Solo escuchaba como lo llamaba siguiéndolo hasta su habitación 

—Alexis te estoy hablando —lo vio agarrando una maleta —, ¿Qué haces? 

—Empacando ¿Qué no ves? —le dijo con sarcasmo 

—Eso ya lo se, la pregunta es ¿Por qué? 

—Me voy junto a mi prometida —ella lo tomo por el brazo obligándolo a verla —.  Nos quedaremos en el pueblo y después nos iremos 

—¿Y que hay de lo que sentimos? —lo miró —, ¿Qué hay de nosotros? 

—Nunca hubo un nosotros —mintió —, lo que tuvimos fue solo sexo. Te folle y me follaste, lo disfrutamos consumiendo el deseo que nos mataba. Ahora ya se acabó 

Solo sintió como su cara fue volteada por una cachetada mientras cerraba los ojos 

—Eres un idiota y un mentiroso  —le seguro con un nudo en la garganta —, No sabes fingir, te gusto y aunque no no quieras aceptar me quieres 

—Ya debes de saber que los hombres fingimos muy bien cuando queremos llevarnos a alguien a la cama —recorrió su cuerpo con la mirada —, y tu me la pusiste fácil 

—¿Qué fue lo que pasó? Por qué cambiaste de la noche a a la mañana tu decisión 

—Me di cuenta que a quien quiero es otra persona —le hizo saber —, al ver a mi prometida desagrada por haber perdido a nuestros hijo. Eso me hizo reaccionar y darle cuenta que es con ella con quién debo estar 

—¿Hijo? 

—Si, Yeimy estaba embarazada y lo perdió —se le hizo un nudo en la garganta —, lo perdió mientras estaba en tu cama revolcándome contigo 

—Alexis... yo entiendo tu dolor, que estés mal por lo de tu hijo pero no puedes tomar una decisión por la culpa. Piénsalo podemos empezar algo nosotros... tu y yo...

—¡No entiendes! —le grito —, ella necesitaba de mi y no estaba. Le falle una vez no lo haré dos veces 

—¡¿Y yo que?! Me estas faltando a mi —le grito con lagrimas en los ojos —, prometiste estar conmigo 

—Lo siento 

Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación con las maletas