Alejandra sentía que el aire le faltaba, una cosa era suponer que él era un asesino y otra muy distinto era tener la certeza
—¿De qué carajos estás hablando? —pregunto Alfonso enojado —, yo no he asesinado a nadie
—No, es verdad, pero si orillaste a dos personas a hacerlo —lo miro con una sonrisa — hay querido. Crees que no se que tu mandaste a golpear y amenazar a Tamara, la heriste tan gravemente que ella se termino tirando hacia un automóvil en movimiento
—Yo no mate a nadie —le aclaró con los dientes apretados del coraje —, esa mujer decidió hacer esa locura. ¡Yo no tuve nada que ver con eso!
Escucho como se reía, mientras se sentaba enfrente del escritorio
—Por favor guarda esa pose para tu estúpida esposa —le hizo una seña con la mano para que se sentara —. Que conmigo no te queda, además se te olvida quien fue el culpable de la muerte de Anabelle
—¡Ágata!
—¡No Alfonso! —se levantó gritando —, ¿A caso me crees tan estúpida? Tú fuiste el causante de toda su desgracia, tú la alejaste de ti, tú la hiciste casarse con alguien a que no amaba. Tu fuiste el causante de que le diera un infarto a su marido y por el dolor ella decidiera explotar su casa con ellos adentro
—¡Yo no tuve nada que ver con eso! —grito fuera de si —, yo la amaba mas que a mi vida
—Si, tanto que alejaste a su hija de tu hijo —soltó una risa —, vaya amor. Repetiste la historia de ustedes. Obligaste a tu hijo a alejarse de ella
—Largo —le dijo con la voz pesada mientras la miraba fijamente a los ojos — ¡Que te largues!
Ágata alzo las manos en son de paz antes de salir por la puerta con una sonrisa en los labios. Alfonso se dejó caer en la silla como si un gran peso lo jalara hacia ese objeto. Llevo su mano hacia su chaleco sacando una carta
Aun me cuesta creer que te has convertido en el hombre que juraste odiar con toda tu alma. Ahora te veo y no te reconozco Alfonso, ya no queda nada de aquel hombre bueno y amable del cual yo me enamore. Te has perdido y con ello todo el amor que una vez nos unió. Mandaste a golpear a mi hija, ¿Cómo pudiste? Acaso no la viste, es mi vivo retrato cuando tenía su edad ¿No te recordó a mí? Al parecer no, porque aun así no te detuviste en hacerle daño. Te odio Alfonso, con la misma intensidad con la que te ame y eso me da miedo, te lo confieso. Porque jamás pensé que podría pasar. Me has arrebatado todo lo que tenía, ahora de nada sirve seguir aquí. Adiós Alfonso, deseo de todo corazón que lo que te reste de vida vivas feliz por tus decisiones
Anabelle
—¿Por qué tenías que tomar esa maldita decisión? —susurro un Alfonso quebrado antes de soltar la carta he irse de aquel despacho
Alejandra vio cómo se alejaba para salir del escondite y tomar aquella carta he irse de ese lugar
Puerto Rico
Yeimy masticaba aquella fruta mientras Alexis la miraba, pero no era una mirada de amor si no mas bien de cariño acompañado con culpa
—¿Necesitas algo más? —ella negó —, déjame te acomodo la almohada
—Alexis, estoy bien
Él iba a protestar cuando sono su teléfono
—¿Y ahora que le pasara?
—¿Quién es? —pregunto Yeimy
—Es León, de seguro se le olvido algo
Dijo mientras contestaba y lo ponía en vox alta
—Dime León
—Perdón que te moleste, pero quería avisarte. Que me voy de la empresa
—¿Qué?
Miro a Yeimy que tenía la cara de confundida
—Es momento de irme
—¿Te vas con Olivia?
—Sí, me voy con ella. Y solo llamaba para despedirme. Esta misma noche parto
—Pues no puedo más que desearte un feliz viaje y que seas feliz
—Gracias, cuídate… y Alexis. Espero que seas feliz con Yeimy
Con esas palabras corto la llamada y Alexis miro a Yeimy
—¿Estas bien?
Ella asintió sin emitir palabra
—¿Segura?
—Si Alexis, ¿Por qué no lo estaría?
Él no le dijo nada y solo la miro
—¿Cómo fue la historia con León?
—¿Cómo?
Pregunto más por la sorpresa que por no escucharlo. Ya que no esperaba aquella pregunta de su parte
—¿Cómo fue tu historia con mi hermano?
—Lo normal —dijo esquiva —, solo nos conocimos intentamos tener una relación, pero no funciono y se acabó
Alexis solo sonrió asintiendo
—Entonces ya sabias que era mi hermano
Yeimy se maldijo mentalmente al ser descubierta. No podía negarlo
—Sí, lo descubrí poco tiempo después que llego a la empresa
—¿En verdad quieres este matrimonio Yeimy? —el tomo de las manos —, se sincera. Más que conmigo, se sincera contigo misma
Yeimy lo miro a los ojos y unas lágrimas salieron de sus ojos
—Yo… perdí a mi bebé Alexis —le dijo en un susurro
—Lo sé, superaremos la perdida de nuestro hijo ya lo veras
Ella negó evitando que el la abrazara
—No, Alexis… yo perdí a mi bebé —lo miro a los ojos —, al hijo que iba a tener con tu hermano
Alexis abrió los ojos ante aquella confesión, Yeimy al ver su mutismo procedió a abrirle su corazón
—Yo tenía 18 años cuando conocí a tu hermano, llevamos una relación en secreto por dos años. Hasta que él se fue, dijo que volvería. Lo espere, pero él no volvió en la fecha que dijo. De ahí descubrí que estaba embarazada.
Las lagrimas no dejaban de salir mientras ella contaba aquella historia mientras él solo escuchaba
—Yo esperaba que el volviera para contárselo —hipo —, pero él no volvía. Entonces… ocurrió… tuve un aborto. Entonces caí en una depresión
—¿Y tu madre? —Alexis vio cómo se tensó ante su mención —, ¿ella lo sabe? O supo alguna vez que tuviste un aborto
—No —mintió —, jamás se enteró de eso
—¿Por qué le mentiste a León? El merecía saber que estuvieron a punto de ser padres