Durante la noche Stiles, Scott y Martín estuvieron jugando vídeo juegos hasta que el cansancio les gano, todos se acomodaban en las bolsas de dormir que había puesto Scott mientras en dormía en la cama.
No pasó nada fuera de lo normal, solo descansaban, pero para un lobo posesivo era más que inaudito que permaneciera ese humano cerca de su compañero, simplemente no lo toleraba.
Se adentró por la ventana de Scott ya que era costumbre en la habitación de Stiles y se le facilitaba.
Cuando entro todos estaban ya profundamente dormidos o al menos eso pensaba el, no era sorpresa que el castaño no despertara ya que tenía un sueño muy pesado y eso le constaba a él, se acercó a Stiles, pero al sentir una mano en su hombro hizo que se detuviera algo sorprendido por no percatarse de que lo habían descubierto.
- Ni lo pienses - dice Martin.
- Tu no me dices que hacer - dice Derek quitando la mano del chico con brusquedad.
- Será mejor que bajes la voz, si no quieres despertarlos - dice con un tono apenas audible.
- No me gusta andar con rodeos, así que dime ¿qué pretendes con Stiles?
- Pues a mí tampoco me gusta andar con rodeos, así que seré claro para que lo entiendas – silencio - Me gusta Stiles, me gusta desde que lo conocí en Nueva York, y ahora que se de sus preferencias, no voy a rendirme y dejarlo ir otra vez - dice serio.
El enojo que tenía había aumentado, pero recapitulo sus palabras diciendo.
- ¿Stiles fue a Nueva York? - casi para él.
- Solo unos días, fue como lo conocí.
Derek voltea a ver a un adormilado Stiles, tratando de recordar cuando estuvo en Nueva York, cuando tuvo que huir por miedo a enfrentar sus sentimientos hacia el castaño.
- ¿Qué haces aquí? - dice Martín
- Vengo a ver como esta mi ... novio - estaba a punto de decir su compañero, pero sabría que el humano no lo entendería.
- ¿A estas horas?, ¿no te parece que es algo tarde?
- Eso no es asunto tuyo - se gira para dirigirse a la ventana y salir sin antes voltear a verlo y decir.
- No creas que vas a ganar, Stiles siempre me pertenecerá por más que trates de evitarlo él siempre me elegirá a mí y yo a el porque nos amamos, así que es inútil lo que tratas de hacer.
- A mí no me parece inútil, pero agradezco tu comprensión.
Si más Derek sale de la habitación, ya no estaba molesto al contrario no tenía sentido molestarse si sabia y tenía en claro sus sentimientos y los de Stiles, confiaba en el así que solo se retiró hacia la mansión esperando un día nuevo de sorpresas.
A la mañana siguiente Stiles despertó notando un brazo que rodeaba su cintura, medio adormilado aun, reacciono.
- Derek - abrió los ojos y noto que no era su novio, si no su amigo -
¡Martín!, ¡¿qué rayos?! - se levanta rápidamente - ¿Qué haces aquí? - ya parado acomodando su ropa.
- ¿Qué?, nada, tenía frío - sin preocupación alguna.
- Pudiste pararte y tomar una manta.
- No sé dónde están las mantas - levanta una ceja.
Era un punto a su favor y lo paso por alto, pero hizo que el castaño tuviera más cuidado para la próxima, espera estaba diciendo o más bien pensando que habría una próxima vez, solo se dirigió al baño para tomar una ducha y olvidar ese incidente que se aseguraría que no volviera a pasar.
Cuando salió del baño recibió una llamada de Derek.
- Hola sourwolf - dice sonriendo tontamente, desde que supo que Derek era su compañero no dejaba de sonreír y comportarse como tonto.
- ¿Sigues en la casa de Scott? - dice serio.
- Buenos días a ti también - sarcástico.
- Buenos días Stiles - dice obligado y a regañadientes - ¿Sigues en la casa de Scott? - vuelve a preguntar.
- Si Derek, te escuche la primera vez, si sigo en la casa de Scott ¿porque la pregunta?
- Paso por ti en 10 minutos - sin más cuelga el teléfono.
- Si adiós - mirando el teléfono en sus manos.
- ¿Quién era? - dice Scott acercándose a él siguiéndolo Martín por detrás.
- Derek, pasara por mí en 10 minutos.
- Oh vaya, no te deja ni un minuto con tu mejor amigo.
Martín solo los observa notablemente molesto por lo mencionado por el castaño, Derek de nuevo se interponía entre él y Stiles.
Luego de 10 minutos exactos Derek apareció frente a la casa en su camaro negro, bajo de el cómo todo un galán de telenovela según Stiles quien al verlo la temperatura de su cuerpo se elevó y sus mejillas enrojecieron, reacción que noto el alfa ya delante de él.
- Hola - dice Derek sonriéndole, algo raro en el pero que hacía que sus ojos color verde relucieran más.
Derek lo toma de la cintura y lo acerca más a él juntando sus cuerpos, sintiendo su calor mutuo, sus respiraciones agitadas, sus corazones latiendo a mil por hora, Derek inclina su cabeza un poco para poder sentir los deliciosos labios del castaño, pero cuando estaba a solo milímetros de hacerlo escucho un carraspeo que según el tono de voz sabia de quien era.
- Bien, creo que será mejor que nos vayamos - dice Martín.
- Tienes razón, llegaremos tarde al instituto - dice Stiles regresando a la tierra después de volar por los aires con la sola presencia de Derek frente a él.
- Vamos, te llevo - señala su camaro.
Ambos entran al auto dejando atrás a los chicos.
- Son muy unidos - dice Martín mirando como desaparece el auto por la calle.
- Ahora lo son - dice Scott regresando a la casa.
- ¿No lo eran antes? - pregunta Martín.
- Bueno, no como ahora, es que ... olvídalo.
Por la reacción de Scott supo que Stiles y Derek no siempre fueron cercanos, tenía que averiguar más afondo si quería tener a Stiles a su merced.
Durante los siguientes días todo era normal no había criatura extraña que amenazara con poner en peligro sus vidas, por lo que todos seguían con su vida con normalidad.
- Stiles - dice Derek.
- Dime - mientras comía una dona de chocolate, ya que como era costumbre no desayunaba antes de ir al instituto y para costumbre de Derek le traía algo para que lo hiciera y no se desplomara en pleno pasillo.