En ocasiones pensaba en Tania, pero eran recuerdos que se enredaban con el olvido. Ya habían pasado cuatro años de no hablar con ella, pero algo iba a suceder… Volvía al colegio para iniciar tercero de bachillerato, eran la mayoría conocidos en el salón, estábamos hablando entre amigos y de pronto entra ella; su nombre Mery, con su pelo ondulado y unos ojos hermosos, cafés claros, ella enamoraba solo con su mirada. Se sentó al frente y todos la mirábamos. Cuando le tocó presentarse al curso, nos quedó Mirando a todos y la verdad no sé lo que dijo, yo solo miraba sus hermosos ojos, ja, ja, ja. Nos hicimos amigos jugando basquetbol y no era solo yo el único que se estaba enamorando de ella, mis amigos se quedaban en las nubes cuando los miraba. Había un amigo que nos decía que ella tenía novio, pero ni yo y mis amigos le queríamos creer, pero en el fondo todos sabíamos que era así, porque un día la mire con alguien que fue a dejarla al colegio.
En una ocasión, salimos a clase de voleibol, estuvimos entrenando, calentando y al final de la clase empezamos a jugar un partido. Todo iva bien, entre risas y recocha; hasta que ella se lastimo un dedo.
La llevamos para que la revisaran porque estaba llorando, lo gracioso de todo, es que ivamos como seis de guardaespaldas, ja, ja, ja.
Ahi estuvimos esperando y cuando salio todos corrimos a mirar como estaba, solo se había torcido el dedo y se lo habían vendado. Nos dirigimos al curso y cuando ivamos a entrar; medio un beso en la mejilla. Ahi me di cuenta de lo mucho que estaba ilusionado con Mery, porque ese momento lo recordé por mucho tiempo.
Recuerdo que un día estábamos fuera del colegio, ya habían terminado la jornada, y empezaron a gritar _ pelea, pelea- ella salio corriendo a mirar y nosotros atrás; cuando iva a doblar la esquina se resbalo y se pego tremendo golpe, algunos amigos se rieron, pero yo estaba preocupado; ella se levanto y siguió corriendo... Le importaba más el chisme, ja, ja, ja.
La verdad es que fue una amistad hermosa que se rompió cuando yo perdí el año y me pregunto si fue por ella, ja, ja, ja.
El día de la entrega de notas, nos saludamos, conversamos un rato y cuando se iva a ir me dijo: el otro año nos vemos. En ese momento no sabia que había perdido el año, ja, ja, ja.
Suerte la mía, como voy a perder el año y esa vez, sin saber, fue la ultima vez que la mire; ya que no volví a ese colegio.