Cuando me entere que había perdido el año, me llene de tristeza, sabia que no volvería a ver a Mery.
Después de unos buenos correazos que me dio mi padre por haber perdido el año; entre a un colegio nocturno. Pasaron un par de años y cuando entre a décimo de bachillerato conocería a Celina.
Era 1991 y colombia pasaba una crisis energética, por la cual, muchas noches, tuvimos que estudiar con velas.
Entre esas problemáticas, llega el día de entrar a clases y ahi estaba Celina, una mujer rellenita, pelo corto y negro; era mayor para mi, ya que yo era el más joven de la clase.
En la nocturna todo era diferente, ahi había personas de diferentes edades, gente ya madura y uno que otro de mi edad.
Celina tenia un gran defecto, tenia novio y la verdad es que la gran mayoría tenia pareja o eran casados.
Celina fue un amor secreto, de esos amores que no se lo cuentas a nadie. Siempre compartimos momentos, pero en grupo, me gustaba mirarla sonreír y verla sonrojarse por alguna recocha.
En el curso, ella se sentaba al costado de mi y en aquellos días en que no había luz; era divertido mirar sus ojos en la penumbra, ella tenia una ternura para hablar, su voz era una caricia para mis oídos. La verdad todo me gustaba de Celina, menos que tuviera novio, ja, ja, ja.
El hecho de que tuviera novio me hizo ser precavido con ella y todo lo que despertaba en mi, simplemente, me lo tendría que callar.
Ella era una persona muy inteligente y cuando salia a exponer una tarea; lo hacia muy bien. Era una persona muy seria para exponer, se le notaba la madurez y era eso lo que me atraía tanto.
La historia de Celina termina con el día del grado, ella estaba muy hermosa, era una princesa salida de un cuento de adas, y muy elegante. Hablamos un buen rato con varios amigos, hasta que empezó la ceremonia y cada quien se fue a donde su familia.
Al terminar la ceremonia, nos volvimos a reunir y, entre recocha, nos quedamos en reunir en cinco años, algo que nunca paso...
El último recuerdo que tengo de ella; es cuando se iva con su familia, ella nunca supo lo que yo sentía. Cabe decir que en aquellos años estuve enamorado de una profesora, ja, ja, ja, pero fue unos años antes, de una profesora de español.