Nada mejor que iniciar el día con el beso de la persona que amas, o eso es lo que muchos pensamos, y allí en la puerta de su casa estaba Gissel siendo besada por lo que ella considera el amor de su vida, por ese hombre que hace años no miraba y al parecer la había estado esperando salir, cuando lo vio no pudo evitar llorar, ya que pensó que jamás lo vería y aunque en efecto eso deseo cuando se fue de su casa, después de unas semanas ya lo extrañaba nunca se imaginó que el la buscaría.
Pensé que no me encontrarías- dijo al recobrar el aliento después del beso.
Desde que te conozco no he parado de hacerlo- respondió el besándola de nuevo- ya no huyas de mi, acepta que todo termino, déjame amarte como siempre he querido y ámame al menos con la mitad de lo que yo te amo- agrego pensando y deseando que ella lo amara un poco.
Te amo y jamás dudes de eso, pero tengo miedo que esto no vaya a funcionar a que los errores de nuestro pasado nunca nos dejen ser felices, a que al final no terminemos juntos que la edad si nos afecte al final - sin más que decir lo abrazo con todas sus fuerzas deseando jamás separarse de él de nuevo.
El sonrío y beso su cabeza.
Solo son dos años y seis meses amor y podrían ser 10 y jamás me alejaría de ti.- sin más que decir la volvió a besar, como si para ellos no hubiera un mañana.
11 de Febrero del 2012. (14 años atrás)
Gissel sentía emoción porque iba a empezar el instituto, aunque le aterraba la idea de hacer nuevos amigos sabía que ahí iba esta Carlos, para ayudarla en todo. Baja después de ponerse su uniforme a desayunar.
Buenos días mama-saluda al ver a su mamá terminar de alistarse para ir a trabajar-buenos días Emily-dice a su hermana de 5 años que ya había empezado a desayunar. Su papa se iba más temprano por eso no alcanzaba a despedirse de él.
Buenos días amor- respondió su mamá- te cuidas, dejaré el almuerzo en el microondas para cuando vengas del instituto y Emily estará con tu tía Carmen, pasas por ella cuando vengas para la casa.-dijo esto último acercándose a sus hijas y darles un beso en la frente, para luego dirigirse a su trabajo.
Emily ve por tus cosas y vámonos- se dirigió a su hermana. Ella al igual se terminó de alistar para ir a dejar a Emily a su Kinder y luego ella dirigirse al instituto.
Al salir las hermanas Chavarria vieron que había un camión de mudanza cerca de su casa.
¿Quienes son Gi?- pregunto Emily tomando la mano de su hermana para tomar rumbo a su Kinder.
No se Em, creo que son nuestros nuevos vecinos pero todavía no los conozco- sonrio a su hermana esperando que la respuesta le bastara. Emily estaba entrando a una etapa de querer saberlo todo y Gissel a una donde se creía ya toda una adolescente a pesar que era una niña de 12 años.
El día transcurrió normal. Gissel y Carlos inseparables como siempre, mejores amigos desde pequeños y compañeros de aventuras.
Cuando llegó la tarde Carlos decidió ir a visitar a Gissel, hacer la tarea juntos y luego ir a jugar futbol un rato, Carlos amaba el fútbol y Gissel adoraba a Carlos así que jugaba con el, ya que el no tenía muchos amigos.
Vamos a jugar Carlos- dijo Gissel ya cansada de tanto leer.
No, es nuestra primera tarea quiero que nos salga bien- respondió Carlos que a pesar de su ganas de jugar siempre le gustó ser el mejor de la clase.
Bueno, iré a buscar a Manuel, llegas cuando termines- respondió Gi, ya que sabia que su amigo no iría a jugar con ella hasta terminar su tarea y a ella al final le convenía ya que Carlos luego le daría copia.
Oye Manuel vamos a jugar- grito desde afuera de la casa de su amigo. Este salió medio dormido.
Dale Gi, solo déjame busco mis tenis- Respondió tallandose los ojos para terminar de levantarse.
Cuando ya estaban jugando apareció Carlos, y entre los tres empezaron a gritar y a correr detrás del balón divirtiéndose, Carlos y Manuel eran los que más mantenía el balón mientras Gi los perseguía, al cansarse se detuvo y fue ahi cuando vio que alguien los observaba jugar, era su nuevo vecino, un muchacho como de 15 años, alto, delgado, cabellos lacio, ojos café, que sonreía al ver a sus amigos y a ella jugar.
Oye tu, ¿Puedo jugar?- le pregunto su nuevo vecino. Llamando su atención
Heeemm - respondió ella sin saber que decir, ya que hablar con las personas no era su fuerte.
Al ver Carlos y Manuel que aquel muchacho se acerco a Gi y pensando que la estaba molestado se acercaron a ellos.
¿Qué paso Gi?- preguntando Manuel, llegando los dos a ella colocándose uno a cada lado.
Solo le pregunte si podía jugar con ustedes- respondió el chico.- me llamo Daniel- agrego.
Manuel y Carlos se miraron y luego a Gi, esta asentio con la cabeza aceptando la oferta de su nuevo vecino.
Soy Carlos, el es Manuel y ella es Gi, es un poco timida- contesto Carlos.
¿Y si jugamos dos contra dos?- propuso Manuel.
Genial, ¿quien juega conmigo?- pregunto Daniel a los chicos.
Gi!- respondieron en coro Manuel y Carlos y se rieron.
Que malos- dijo yo al ver a sus amigos reírse.
No te preocupes, les ganaremos- se dirigió Daniel a Gi, guiñándole un ojo asiéndola reír.