El término acomplejado procede de acomplejar, un verbo que alude a sufrir (o hacer sufrir) un complejo de tipo psíquico. Acomplejado, por lo tanto, es un adjetivo que califica a la persona que sufre un complejo de esta clase.
Para comprender a qué alude la noción de acomplejado, hay que tener en claro qué es un complejo psíquico. Se trata pensamientos, imágenes simbólicas y emociones que afectan el comportamiento de un sujeto, permaneciendo por lo general reprimidas. Estas ideas se vinculan a experiencias de la persona.
El ser humano acomplejado se encuentra perturbado por este sistema de pensamientos, imágenes y emociones que se construye a través de sus experiencias. Supongamos que un adolescente obeso recibe constantemente burlas de sus compañeros de escuela, quienes se ríen de él y le ponen apodos ofensivos. El muchacho, ante esta situación, está acomplejado por su condición física. De esta manera, prefiere no asistir a eventos sociales, no realiza deportes ni va a la piscina. Su intención es “ocultar” su exceso de peso y pasar desapercibido. Como se puede advertir, este complejo psíquico modifica su conducta, ya que posiblemente tenga ganas de disfrutar de una fiesta o de nadar cuando hace calor, pero opta por no hacerlo.
El complejo, por lo general, surge a partir de una disconformidad de la persona con algún aspecto de su existencia. A partir de la percepción de sí mismo, el sujeto puede desarrollar un sentimiento de incapacidad. Así se convierte en un individuo acomplejado que no logra sentirse en plenitud.
Hay personas que pueden llevar mejor que otras el sentirse acomplejadas por determinadas circunstancias. No obstante, lo ideal es conseguir dejar atrás el estar acomplejado y para eso nada mejor que acometer las siguientes acciones, según exponen los psicólogos:
-Lo primero que hay que hacer es identificar claramente porqué situación se tiene un complejo.
-De la misma manera, es imprescindible intentar acabar con los pensamientos negativos que se tienen a partir de sentirse acomplejado.
-No menos relevante es proceder a aceptar la realidad y también a darse cuenta de que nadie es perfecto, de que todo el mundo tiene cosas positivas y negativas, pero de que lo realmente importante es saber encontrar el lado bueno de todo.
-También es necesario no juzgarse con severidad.
-Por supuesto, lo mejor que se puede hacer es reírse de uno mismo, ya que, de esta manera, se da un paso importante para que quienes herir con ese complejo no lo hagan. Claro, porque si ven que el propio “afectado” no le da importancia y no se va a sentir mal por la circunstancia en cuestión, ya no tendrán ningún elemento para hacerle daño.
-Hay que intentar no quedarse anclado en los defectos o en las cosas mejorables que se tienen, si no en todo lo bueno que posee, ya sea a nivel físico o de personalidad, por ejemplo.
-Es relevante también no ser tan exigente y mejorar en cuanto a autoconfianza se refiere. Eso sin pasar por alto que es relevante aceptar como uno es e incluso pensar en cómo se puede mejorar.