Anahí

Capítulo 3

Al final de ese combate solo pude sonreír, me sentía sumamente feliz, había ganado, pero eso no me interesaba en lo más mínimo, solo veía lo que estaba significando para mí, tener mi primer amigo de verdad.

Deshice la parálisis de Damián y lo abracé con todas mis fuerzas mientras le daba las gracias de una manera tranquila, pero en ese momento, él lleno de vergüenza me comenzó a pedir que dejara de abrazarlo, estaba completamente rojo, no sabía bien el motivo, regresé a ver al público y nos estaban viendo con una expresión de sorpresa, mientras que muchísimas chicas con una expresión de enojo, como diciéndome, “Te mataremos”, esto me hizo algo de gracia, por lo que para hacerlas enojar aún más, seguí pegada a Damián y les saqué la lengua, acto que hizo que consiguiera notar todas sus auras asesinas.

—“Que divertido es esto” — Pensé.

Mi pequeño momento de diversión fue interrumpido por Luna que con una expresión molesta me dio un pequeño golpe en la cabeza, la observé y caí en cuenta que quizás esté celosa por el hecho de que ella aún no ha podido abrazar a Damián pese que ella es quien está enamorada de él. Me levanté, tomé mi distancia, me coloqué detrás de ella y le dije, “Todo tuyo”.

—¡¡Anahí!! — Gritó con la cara roja.

Acto seguido… recibí un golpe muy fuerte en mi mejilla.

—No debí decir eso— Dije lamentándome en el suelo.

La pelea terminó y me reconocieron la completa victoria del encuentro, por lo que esto me hacía merecedora total de participar en el evento de elección, aunque en si yo no quería.

Una vez nos aclararon que tanto Luna, Damián y yo seremos los representantes del curso para el evento, por fin nos permitieron tomar nuestras mochilas para irnos, sinceramente ya me encontraba estresada de todo esto y quería volver a casa a tomar una ducha y descansar, pero antes de esto, me topé a Damián en toda la puerta del colegio.

—Oh, Damián… ¿Qué haces ahí parado?, saliste primero que yo sin decir nada.

—Quería… aclararte unas cosas.

—¿Unas cosas? — Le observé fijamente —Oh…— Retrocedí con una expresión de sorpresa —¡¿Acaso mi encanto hizo que te enamoraras de mí?!, ¡No creo estar lista para una confesión!

—¡¡No es eso!! — Dijo completamente rojo y con mucho nerviosismo.

—jajaj, lo sé, lo sé— Me reí ligeramente —Es imposible que eso siquiera ocurra— Le observé fijamente con una sonrisa —Somos de mundos completamente distintos, alguien de tu posición es imposible que esté con alguien como yo, simplemente es imposible.

—……— Agacha la mirada completamente.

—A todo esto, ¿No saliste con Luna del salón de clases?, ¿Dónde está ella?

—Le dije que se fuera ya que tenía que hablar contigo… pero parece que no será necesario— Observa con una mirada afligida —Entiendes perfectamente que solo somos amigos.

—¡Si! — Sonreí —No sabes lo feliz que me siento, de hecho, diría que era algo que esperaba hace mucho tiempo… gracias, por aceptar ser de manera oficial mi amigo.

—No hay de que— Sonríe con ligeras lágrimas —Somos amigos, es un gran avance.

—Oye… ¿Estás bien? — Observé confundida.

—No es nada— Se da media vuelta para secarse lo que parecían ser las lágrimas —Nos vemos mañana— Regresa a ver con una sonrisa para luego irse.

—Oh… ok— Levanté mi mano despidiéndome con una pequeña sonrisita.

Anahí no lo sabía, pero él corazón de Damián si, ella no sentía ni una pisca de amor por él, solo quería un amigo con el cual compartir sus momentos, por lo que indirectamente… él se sintió rechazado, sin embargo, no se iba a rendir con ella ya que para él… Anahí significa muchísimo.

—Aunque seamos de mundos distintos… no puedo dejar de pensar en que quiero vivir el mundo en el que estas… siempre y cuando sea contigo— Susurró Damián mientras se marchaba a casa.

Ese pequeño momento con Damián fue un poco extraño, pero al menos no me insultó y parecía ser que aceptaba mi amistad, eso era lo importante, es lo que quiero a partir de ahora conservar.

Me marché, tomé el bus en el terminal para así poder ir a mi ciudad y posteriormente… a mi hogar. A los 55 minutos el bus por fin me dejó en mi zona, a unas 3 cuadras de mi casita, estaba completamente exhausta, es como si recién ahora todo el estrés y cansancio del día decidieron aparecer.

—Al menos ya estoy cerca de casa… al llegar tomaré un largo baño para quitarme toda esta pesadez.

Fue lo que dije y fue lo que hice una vez llegué a mi querido hogar. Lancé mi mochila a la cama de mi habitación, me desnudé completamente para de inmediato tomar una toalla e ir a lo que sería la bañera, pero al entrar al baño, pude observar que en la bañera había una intrusa encuerada y además de eso carnosa.

—¡¿Maestra Mónica?!  

—¡¡Anahí por fin llegas!! ¡¿Qué tal el colegio?!

—¡¡Nada de que tal el colegio!!, ¡¡¿Qué hace bañándose en mi casa?!!

—Pero yo solo quería darte una sorpresa cuando vinieras.

—¡¡Pervertida!!, ¡¿Quería abusar de mi estando desnuda?!, ¡Que sepa que sus enormes melones no me intimidan!

—Ahora que lo mencionas… a ti te crecieron un poco.

—¡¡No me mire!!

Luego de aquel momento… no me quedó de otra que bañarme junto a ella.

—Ahora hablando en serio maestra… ¿Por qué esta aquí en mi casa? — Dije estando junto a ella en la bañera.

—Bueno… hoy era mi día libre, así que quise visitarte, además de eso, me enteré que fuiste seleccionada para el evento de elección.

—Parece que los rumores se esparcen rápido— Dije pegando mi espalda a su pecho —¿Le preocupa que un don nadie como yo entre en el evento de elección?

—No eres un don nadie cariño— Dice tomando con total delicadeza su cabello —Tu mejor que nadie debes saber… que eres muy fuerte, quizás más que todos.

—Uhmmm… lo siento, pero no— Hundí la mitad de mi rostro en el agua.



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En el texto hay: estudiantes, magia, muertes y drama

Editado: 04.07.2023

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