—¡¡Anahí ganó!! ¡¡Siiiiiiiiiiiiiiii!! — Grita Luna emocionada —¡¡Pero que buen golpe le dio!!
Mi batalla había terminado y entré a la sala de espera con una mirada molesta, sin embargo, al ver a Luna tan contenta abalanzarse sobre mi hacía que se me bajaran un poco los humos.
—Luna cálmate por favor— Dije intentando separarla.
—¡¿Qué me calme?!, ¡¿Cómo puedo estar calmada cuando derrotaste a ese tipo en dos movimientos?! — Toquetea el brazo de Anahí —¡Este brazo acaso… ¿Es el brazo del mismo Dios?!
—¡Deja de exagerar! — Dije algo avergonzada con una sonrisa en la cara.
—jajaj siempre tan avergonzada— Dijo Luna con una sonrisa —Estuviste increíble…
—Uhmm gracias.
En eso Luna se dio media vuelta y lanzando un grito al aire hizo que todos los concursantes se fijaran inmediatamente en ella rápidamente.
—¡¡Escúchenme todos!! — Gritó con bastante fuerza.
Me quedé asombrada, pero más fue mi vergüenza al ver que absolutamente todos nos estaban mirando muy fijamente.
—Espera, espera Luna ¿Qué haces? — Dije susurrándole.
—Cállate un momento por favor— Dijo con un tono serio.
—……— Observé en silencio sorprendida.
Luna había llamado la atención de todos, el silencio que se empezó a generar era tal que me comenzaba a sentir incomoda, sin embargo, Luna nunca agachó la mirada, se mantuvo mirando al frente con una mirada muy seria, hasta que, en eso, tomó un respiro y poniéndose aún más seria, alzó su voz dejando que todos presenciaran lo que estaba por decir.
—¡Todos ustedes son una pandilla de imbéciles e ignorantes!
—¿Eh? — Me quedé en shock.
Todos se pusieron a la defensiva ya que en sus miradas se reflejaba cierta inconformidad y desacuerdo, pero antes de que la insultaran a ella, volvió a levantar fuertemente su voz.
—¡¿Se creen importantes solo porque tienen un buen estatus?!, ¡¿Se creen fuertes porque nacieron en una familia noble?!, admito que yo también estuve cegada un tiempo… admito que por no quererme involucrar dejé pasar algo sumamente importante.
De pronto sentí un pequeño clic, en el fondo sentía que estaba hablando de mí, así que con mi mirada completamente asombrada y en silencio, la observé perplejamente.
—Esta chica a la que todo el mundo desprecia solo por haber nacido con un estatus social bajo, la chica a la que todo el mundo le llama pobretona, a la que desprecian llamándola fracasada e intimidan pensando que es una chica que no se puede defender, déjenme decirles… que todos ustedes son unos completos imbéciles los cuales no se merecen ser nobles.
—Luna…— Dije sin poder creer lo que estaba diciendo.
—¡¡Pongan atención!!, yo soy Luna Loubeli, hija del dueño de la empresa de investigación tecnológica Loubeli, les aviso y advierto que aquella chica al cual solo supieron menospreciar durante todos estos años de colegio, es la chica… ¡¡Que se alzará en los más alto de este colegio!!
—¡Pero Luna si dices eso tu estatus…!
—¡¡No te metas en esto por ahora Anahí!!
—Pero…
—¡¿Me oyeron no es así?!
Todos observan fijamente sorprendidos
—En el nombre de la Familia Loubeli, esta chica… Anahí… ¡¡Se alzará en la cima de este colegio como la maga más fuerte de todos los tiempos!!, ¡¡Obsérvenla y siéntanse frustrados de que aquella que viene de lo más bajo, será la maga más importante de este colegio y del mundo entero!!
Todo el mundo quedó en completo shock, los jóvenes nobles se miraban los unos a los otros, pero saben que su propuesta va en serio, y la razón de esto es que, si un noble como ella asegura algo con el nombre de su familia, está poniendo en juego su honor y toda reputación que pueda tener, si no llego a la cima tal como lo proclama… su familia perdería credibilidad y con ello, poder en el sector social y financiero que manejan. La imagen que das al público es importante, pero aún más que eso es que tus palabras se cumplan con total seguridad, ya que de ello cuelga el hilo de la confianza.
—¿Por qué? — Dije con un tono bajo de voz —¿Por qué arriesgarse a poner el prestigio de tu familia en juego con algo tan absurdo?
—No es absurdo en lo absoluto— Dijo volteando a ver a Anahí —Solo estoy haciendo que la gente te tome en serio…— Sonríe —Tal como lo hiciste conmigo.
—……— Me quedé en silenció observándola.
Hace dos años……
Cuando estaba en cuarto año de colegio mi vida era muy agobiante, recibía insultos todos los días, mi escritorio siempre estaba rayado con palabras llenas de odio y desprecio, sin embargo, siempre mostraba una sonrisa con todos, no quería lastimar a nadie, así que me mantenía al margen de todo tipo de conflicto, tan solo quería… intentar que se aburran de mí.
Un día mientras salía de clases me topé con Damián quien como siempre me retaba a un duelo, sin embargo, ese día no estaba de humor, así que terminé rechazándolo, sin embargo, el insistió.
—¡Tengamos un duelo, mocosa, no seas cobarde!
—Ya te dije que no…— Dije siguiendo mi camino hacia la salida.
—¡¿Me tienes miedo?!
—Al niño mimado de papi jamás…— Dije con total desanimo.
—¡Vamos tengamos un duelo! — Sujeta la mochila de Anahí.
—¡¡Ya te dije que no maldito perdedor de mierda!!, ¡¡Déjame en paz!!, ¡¡No quiero pelear!!, ¡¡Quiero ir a casa y acostarme, quiero irme lejos de este lugar, quiero estar sola!!, ¡¡Lárgate de aquí, perdedor insistente!!
—……— Damián observa sorprendido
—Solo vete… por favor.
—L-losiento— Pequeñas lágrimas se muestran —Entiendo… entonces… será mañana— Se limpia las lágrimas —Hasta mañana— Sonríe.
—……— Me di media vuelta —Adiós.
—Nos vemos.
Me fui rápidamente con un remordimiento muy grande, sentía mucha culpa, sin embargo, quería un respiro… estaba sofocada.